Hermosa Criatura [Wolf children] {Oc x Ame Adult!}

↠3.- La esperada llegada del verano

Matsaru-san regresó a la ajetreada vida en la ciudad de Tokio, a pesar que volvió a casa, extrañaba más el cómodo silencio del pueblo...

Pero, debía estudiar bastante para la prueba final del semestre y gracias a los puntos extras del proyecto, puede tener un respaldo seguro. 

"Gracias Monotari-sensei"

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Pasaron duras semanas entre rendir exámenes, entregar informes, y realizar exposiciones para que ahora se termine el cierre del semestre en su faculta. Además, Tsubaki logró tener el puntaje más alto entre los paralelos de segundo año. 

"Una chica con honores"

Pero lo que más le importaba a la muchacha en ese momento era regresar a la tranquilidad del pueblo y acompañar a Hana-san. 

Desde que la conoció, sintió una extraña sensación cálida y cómoda con ella. Era como sentir el aura de una madre... tal vez siente esa necesidad porque tal vez ella no conoció a la suya...

—¡Felicidades, Tsubaki-chan!— La voz de su tía la trajo de vuelta a la realidad. No sabía en que momento ambas estaban ya en las afueras de la facultad.

—Oh, gracias tía Isumi— La mujer aprovechó el momento para darle un fuerte abrazo. 

—Estoy tan orgullosa de ti, verte como avanzas en tus estudios hace que te veas muy genial— Dijo su tía mientras ambas comenzaban a marcharse del lugar—¡Debemos celebrar a lo grande, Tsubaki-chan!— Los ojos optimista de la mayor se posaron en el rostro de la pelirroja, pero esta solo negó con su cabeza.

—¿Por qué no?

—Tía, acaso lo olvidaste. Mañana iré al pueblo de las montañas y pasaré trabajando todo el verano junto con Hana-san— Habló con suma tranquilidad la menor, sin embargo su tía solo hizo un puchero.

—Es cierto... ahora estaré muy sola estos meses— Habló con el típico dramatismo—¡Qué será de mí sin mi querida sobrina!— La pelirroja quería evitar reír por los gestos exagerados de la mayor.

—Eso no es verdad, puedes invitar a Kotoha-san o... tener encuentros con Hiroshi-san— Dijo lo último con aquel tono pícaro que provocó que la mayor se sonrojara.

—Será la última vez que te cuente algo— Dijo con fingida indignación, que provocó que ambas terminaran riendo escandalosamente entre la selva de gente y el continuo ruido del metal andante. 

Esa fue su espectacular mañana de Tsubaki. 

La noche llegó y la pelirroja estaba lista para tomar el tren bala, su tía Isumi la acompañó hasta la estación para despedirse. También le pidió que le escribiera en carta si es que no había señal móvil en aquel lugar, y Tsubaki le dijo que no se preocupara y que no se olvidaría de hacerlo. 

El aviso de abordaje sonaba por las bocinas y fue el momento definitivo de su despedida. 

—Por favor Tsubaki, cuídate— Dijo su tía mientras le daba un abrazo.

—Sí Tía Isumi, no te preocupes— Le repitió mientras dejaba unas palmaditas en su espalda. 

Finalmente, la pelirroja tomó su maleta de mano y ajustó su mochila en la espalda, para caminar hacia su destino. 

Para su suerte, el tren bala demoraría la mitad de lo que hizo el transporte escolar, lo que era un alivio mental para la chica de ojos avellana. Ahora solo se enfocaría en dormir ligeramente hasta llegar a su parada. 

Los mareos era algo inevitable al igual de tener su rostro palido y que su mente diera vueltas, pero eso era lo de menos ya que su corazón latía con mucha emoción, la misma que sintió la primera vez. 

La pelirroja tenía una pequeña sonrisa en sus labios ya que pronto se rencontraría con ese renovador sentimiento que le transmite Hana-san, su aura maternal siempre es reconfortante y le alegraba muchísimo. Sin darse cuenta, los mareo se aplacaron ligeramente y terminó por dormirse.

Las horas pasaron y la parada de Tsubaki llegó, para suerte de ella se levantó de inmediato y tomó sus cosas para bajar a su parada. 

Mentalmente agradecía que estuviera bien iluminada, a la par que también agradecía por traer un abrigo calentito y de cuello largo, ya que el frío de la madrugada era calador. Matsaru aferró su mano al cuello del abrigo y comenzó a caminar por la estación hasta salir de esta. 

Al parecer hoy la suerte estaba de su lado y observó una hostal frente de esta estación, algo que facilitó con creces sus esfuerzos de buscar bajo ese manto frío de la ciudad. Al entrar, el alivio recorrió su cuerpo ya que sintió la calefacción del lugar y sus músculos podían relajarse. 

—Bienvenida— Saludó desde el mostrador la recepcionista, la pelirroja se acercó para pedir una habitación para lo que restara de noche. Unos cuantos clics y la pelirroja recibió su llave— Es en el tercer piso, las escaleras están a mano derecha. Espero que disfrute su estadía señorita. 

—Gracias— Y sin más se marchó.

Era la tercera vez que revisaba la llave en su mano y a la vez que miraba las puertas para saber que número es. Tsubaki estaba algo molesta ya que ese mismo pasillo no tiene iluminación y en pocas anda a oscuras. 

"Rayos" Se quejó al chocar con algo en el suelo y de paso la llave se cayó. La pelirroja soltó la maleta de mano con cuidado en el suelo y comenzó a tantear en busca de esta. 

Pero un destello frente a ella hizo que su mirada almendrada subiera y sus ojos quedaran fascinados con los que tenía al frente. Aquella silueta femenina era iluminada por la luz lunar de esa ventana abierta, sus cabellos extremadamente largos se mecían con sutileza por el viento. Pero eso no era lo que más llamaba la atención. 

No.

Sin dudas era aquella esponjosa cola y ese par de orejas que se agitaban en dirección al sonido. La pelirroja quedó un poco embobada por la apariencia de aquella mujer, pero el sonido de su llave rompió el momento y su mirada nuevamente bajó al suelo mientras recogía el cuadrado que sostenía su llave. 

Tsubaki se levantó para poder hablar con aquella mujer con rasgos de un lobo, pero solo encontró las finas cortinas blancas sacudirse por el viento... ella se dijo que tal vez era solo una ilusión. 

Solo una simple ilusión...

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¡Qué emoción!

Hola lector@s, espero que les esté yendo bien en sus vidas y que hayan disfrutado este capítulo, la verdad esto ya marca el inicio de la verdadera historia y todo bien emotivo como una película del Studio Ghibli. 

¿Podrás adivinar quien era esa misteriosa mujer?

Sin no, la verdad será revelada en el siguiente capítulo. 

Sin más que agregar, me despido.