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Jung Hoseok, Omega y uno de los emisarios más solicitados en todo Hagami y Mibao.

Tal vez su trabajo era el más peligroso de todos, pero era lo que el castaño amaba hacer. Le gustaba viajar de reino en reino y ser esa paloma mensajera que llevaba esperanza y buenas noticias con las cartas que entregaba. Incluso hasta era el primero en enterarse de cosas turbias que la mayoría no sabia.

Pero lo que hacia de Hoseok alguien confiable, es que él nunca habría su boca para decir algo si no le preguntaban.

No le había dicho a nadie del romance que tenia Min Yoongi con un plebeyo, tampoco dijo nada cuando Taehyung y Jimin se escribían en secreto aunque lo estuviesen buscando y se topara con tropas de Yagakima preguntandole por él. No dijo nada del verdadero origen de Bogum y tampoco del romance que tenían Kim Seokjin y Kim Namjoon

Cualquier secreto que quisieras ocultar, estaría bien con Hoseok.

Aquel día tan soleado y hermoso, Hoseok fue solicitado en Yangma por el Rey Yeonjun. El cachorro le dio una carta dirigida a su hermano, con esta seria la segunda que hace.

Hizo su debido recorrido hasta Yagakima y en cuanto entró al pueblo, algunos que conocía lo saludaron amablemente. El castaño les devolvió la sonrisa y esta se esfumó al escuchar un fuerte relámpago que hizo sobresaltar a todo el mundo. Las personas comenzaron a murmurar y la mayo ria empezó a recogerse a sus casas al ver la lluvia avecinarse con todo.

Un señor le había ofrecido refugio a Hoseok para que no se empapara con la lluvia y el castaño se negó

— tengo una entrega que hacer, discúlpeme — le respondió

— bueno, cuando la hagas, si quieres puedes quedarte aquí. Hay espacio de sobra...

Una explosión hizo temblar toda Yagakima, los ojos del pueblo se dirigieron hacia el castillo y algunos gritaron de horror al ver que unas de sus torres se caía, provocando un fuerte temblor en la tierra. Hoseok abrió sus ojos como platos y su corazón latió con fuerza, espantado ante lo irreal que era todo

La lluvia comenzó a caer y lo acompañaron los Deltas que se dirigían al pueblo para oprimirlo, recluyendo a todos en sus casas. Hoseok trató de calmar  su caballo y se echó a correr antes de que los Deltas lo encontraran

— q-que demonios — balbuceó con el ceño fruncido — pensé que los Deltas no existían...

El castaño se volteó, y aterrorizado, siguió su camino hasta Hagami para pedir ayuda.

Sin embargo, poco harían por él y por Yagakima.

Yoongi solo tembló ante sus palabras al igual que Jimin.

— demonios... — el pelinaranja caminó alrededor de la habitación, agarrando su cabello con fuerza mientras sus ojos lagrimeaban — ¿Taehyung está bien? ¿Los cachorros están bien? — preguntó el Beta hacia Hoseok, el castaño no supo que decirle

— mmh no lo sé... solo vi que detonaban explosivos dentro del castillo y...

Un nudo creció en la garganta de Jimin, su ansiedad llegó a tope y estuvo a punto de regresar a Yagakima solo por él. Estaba completamente arrepentido de haberse ido

— ¡Yoongi haz algo! ¡Dile a tu padre que haga algo! — le suplicó entre sollozos — ¡manda tropas o algo!

— wow espera, Jiminie piensa por favor — Yoongi sujetó sus manos y se acercó a él. Hoseok solo apartó su vista, algo incomodo — necesito que analices la situación. Ya sabemos que los Deltas están armados con muchos explosivos como para destrozar parte de un castillo, si movilizamos tropas hasta allá con nuestros cañones será un completo desgaste de tiempo y recursos... sin mencionar que nos enfrentamos a Deltas

Jimin sollozó suavemente y salió de la habitación

— ¡Jimin! — lo llamó el Alfa

— ¡quiero estar solo! — le gritó este

Yoongi exhaló, sus ojos luego recayeron en Hoseok: — ¿que?

— ¿cuando le vas a decir? — preguntó Hoseok con sus brazos cruzados

— ¿d-de lo nuestro?...

— no idiota — gruñó suavemente el castaño, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie lo haya escuchado — hablo de que tú estás metido en esa mierda de Deltas

— por Hagami cállate la boca — Yoongi gruñó, acercándose a él — no lo digas así aquí

Hoseok ladeó su cabeza: — ¿entonces es cierto?

Yoongi paso a su lado y Hoseok sujetó su mano con fuerza: — ¿por qué hiciste esto?

— oye, yo no quería que nada de esto ocurriera. Minho se volvió loco...

Hoseok mordió sus labios, apartando su vista al escuchar aquel nombre tan familiar para sus oídos

Yoongi dejó caer sus hombros, carraspeó y se acercó a él para susurrarle al oído: — te espero en la habitación en veinte minutos

El castaño se estremeció y suspiró cuando el pelinegro salió de la habitación. No podía creer que Yoongi le hiciera hacer eso con Jimin y toda la situación en el estado en el que estaba

Quería decirle que no, que ya no soportaba seguir acostándose con él mientras estaba con Jimin, pero una gran parte de él se lo impedía. Hoseok necesitaba mucho de Yoongi

Desde su primer encuentro con él y hasta el momento en que su marca cicatrizó en su cuello cuando mordió a Jimin, nunca dejó de verlo y pasar noches, tardes y días con él en su habitación

E incluso ahora, aunque solo fuese usado como un juguete. Hoseok amaba sentir que por momentos, Yoongi disfrutaba de estar con él más que con Jimin

— sigue así, no te detengas hobi — jadeó Yoongi en su oído mientras acariciaba su cintura. Hoseok era realmente bueno moviendo sus caderas

El castaño dio pequeños saltitos mientras movía sus caderas en círculos. Yoongi se acercó a sus labios y los mordió para saborear lo dulces que eran.

El Alfa se embriagó con su aroma a lavanda y escondió su rostro en su cuello para besarlo mientras tomaba control de sus embestidas, sacandole pequeños gemidos al Omega

— c-carajo — Hoseok llegó a su orgasmo cuando el pelinegro tocó su punto dulce.

Yoongi gruñó cuando llegó a su propio orgasmo y sacó su miembro antes de que anudara en Hoseok. El castaño dejó su cuello completamente expuesto como un reflejo de Omega y Yoongi se tentó a morderlo

— es temporal — dijo el Alfa luego de marcarlo en sus clavículas — te ayudará en aprietos

Hoseok sonrió cabizbajo, Yoongi no pudo evitar ver sus lindos labios y se acercó para besarlo suavemente, ladeando su cabeza para profundizar el beso

Yoongi tenia su cabeza dividida, estaba realmente confundido con Hoseok y Jimin.

Amaba la forma de ser de Jimin, era un beta sumamente hermoso y eso no lo podía negar, pero Hoseok lo satisfacía sexualmente de una manera única y siempre lo escuchaba para luego darle consejos

Si Yoongi pudiera, se quedaría con ambos

— si quieres puedes quedarte unos días aquí, es peligroso que andes solo con Deltas por ahí... — Yoongi acarició su espalda cuando este se recostó en su pecho

— no gracias, puedo defenderme solo — contestó Hoseok en un susurro — el que debe tener cuidado eres tu Yoongi, y te lo digo de buena forma — apartó mechones de cabello de su frente

— como supiste... eso...

— sé muchas cosas que la mayoría no, pero eso no importa. Solo piensa en... como se sentiría tu padre o Jimin cuando se enteren que tienes que ver con esos Deltas...

— ¿y como te sientes tú? — preguntó

Hoseok suspiró sin apartar sus ojos de los de Yoongi: — honestamente, tengo miedo. Te tengo miedo

— yo jamás te haría daño — el Alfa acarició su mejilla. Hoseok apartó su mano y se apartó de su regazo

— no digas cosas como esas. Eres experto en romper promesas.









My King II ᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora