e l e v e n

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Taehyung se levantó en medio de la noche para ir a chequear sus cachorros. No iba a soportar otro momento más sabiendo que no dormían a su lado.

Se separó de su Alfa lentamente sin intenciones de interrumpir su sueño y caminó de puntillas hasta la habitación de al lado, cerrando la puerta detrás de él.

El Omega les dio una mirada a cada cuna y les acomodó las almohadas, revisó sus pañales e incluso aseguró las puertas a la terraza para evitar incidentes.

Taehyung volvió a ellos solo para mirar que estuviesen bien, sus ojos se posaron en los de Jeongeuk por un buen rato.

El pequeño Jeongeuk estaba frunciendo su rostro y sus manitos comenzaron a moverse, pequeñas lagrimas salieron de sus ojos.

Taehyung suspiró con una sonrisa en sus labios, ahí estaba su pequeño llorón.

Se acercó a su cuna y acarició su pancita mientras le daba mimos y lo arrullaba

 — ya mi cielo. Estoy aquí amor — le susurró, pero no era suficiente para Jeongeuk y Taehyung lo supo

Jeongeuk amaba estar en brazos de su padre, su aroma y el calor de sus brazos lo calmaban.

Taehyung lo meció en sus brazos mientras pasaba la yema de sus dedos por sus delicadas mejillas. Pronto, sus pequeños chillidos se calmaron antes de que despertara a sus hermanas.

El Omega se sentó en el suelo, entre las cunas de Haneul y Hyesoo, para estar pendiente a ellas también

— no tengas miedo, papi está aquí — Taehyung juntó su frente con la de su pequeño, besando su suave mejilla con delicadeza, manteniendo sus labios ahí mientras buscaba con su mirada algo que le funcionara para hacer dormir a Jeongeuk

Su pequeño también se calmaba con su voz y tarareos, asi que se le ocurrió que tal vez podría leerle un cuento.

Se levantó con dificultad y buscó en el estante de libros infantiles, algo que le llamara la atención para leerle a su pequeño. Por que aunque no entendiese, por lo menos su suave y profunda voz lo iba a calmar.

— ¡yo tengo este! — susurró Taehyung emocionado cuando se topó con su libro favorito

Lo sacó del estante y volvió a su lugar, volviendo a mimar a su pequeño para que no se echara a chillar con fuerza.

Taehyung abrió el libro y comenzó con la lectura con algo de emoción y nostalgia. Recordaba como su madre se lo leía de pequeño antes de irse a dormir.

El rubio tragó saliva para calmar el nudo en su garganta con el recuerdo de su madre y continuó leyendo, mientras pasaba la yema de sus dedos por la pancita de Jeongeuk

Jungkook desde la otra habitación, se sintió incomodo cuando no tuvo el calor del cuerpo de su Omega en sus brazos y pecho. Se levantó de golpe por la pesadilla que tuvo, creyendo haber perdido a Taehyung

— ¿pastelito? — miró a su alrededor, pero no captó su esencia ahí

Se levantó de la cama y se puso una bata antes de asomarse por la puerta al verla entreabierta, escuchando la voz de Taehyung muy bajito por el pasillo

Cerró la puerta detrás de él y apoyó su oído en la puerta de sus hijos, escuchando la dulce y profunda voz de su Omega. Jungkook no pudo evitar sonreír y tocó a la puerta con sus nudillos suavemente, avisando que entraría

Abrió la puerta y asomó su cabeza y luego su cuerpo. Taehyung se quedó congelado en su lugar, pero luego sonrió

— te desperté. Perdóname Kookie — susurró, encogiéndose de hombros

— está bien — Jungkook entró y cerró la puerta suavemente — ¿le contabas un cuento? — preguntó, acercándose a sus pequeñas para acariciarles sus pancitas antes de ir con su Omega

Se sentó detrás de él y lo rodeó con sus piernas, tomando el libro. Taehyung se sentó en su regazo con Jeongeuk en sus brazos

— si. Me cortaste la inspiración — le contestó Taehyung con un puchero, volteándose para besar la comisura de sus labios

— yo continuo entonces — Jungkook mordió sus labios y suspiró profundo antes de continuar con el cuento

Pero nadie le prestaba atención a sus palabras. Jeongeuk solo escuchaba su suave voz y se calmaba, Taehyung mantenía sus ojos en las expresiones faciales de su Alfa y se preguntaba como podía ser tan hermoso y angelical.

La manera en como sus labios se movían y formaban una pequeña curva al final de estas que hacían una pequeña sonrisa. El lunar bajo sus labios y sus hermosos dientecitos de conejo que se acentuaban al sonreír

Su nariz, sus ojos llenos de brillo  y las pequeñas arrugas alrededor de esta cuando sonreía.

Si Jungkook no hubiese ganado su mano aquella vez, Taehyung lo seguiría escogiendo como su Alfa antes que a los demás.

— y vivieron felices para siempre. Fin — Jungkook cerró el libro, sus ojos se posaron en su Omega y este los puso en su pequeño, quien ahora respiraba con total calma y sus berrinches habían cesado

Se había dormido.

Taehyung se levantó junto con Jungkook y lo llevaron a su cuna para acomodar las almohadas a su alrededor, recibiendo un beso de cada uno en la frente.

El Omega se apoyó en la cuna y Jungkook igual, colocándose detrás de él para besar su nuca y apoyar su mentón en su hombro

— Kookie, estoy muy cansado — susurró Taehyung, dándose la vuelta para rodear sus brazos en su cuello — ¿me llevas a la cama? — hizo un puchero

— con gusto bebe — Jungkook le dio un casto beso en sus labios y tomó sus piernas para levantarlo y cargarlo estilo princesa hasta la habitación.

Taehyung cerró sus ojos y recostó su cabeza en su hombro, recibiendo besos en la coronilla de su cabeza, quedándose profundamente dormido en los brazos de Jungkook









Un poco de relleno soft porque si

My King II ᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora