Capitulo 3

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-¡Estas castigado chico! ¡No podrás salir en dos semanas! ¡Te fuiste todo el día de ayer a vagar sin decirnos nada! ¡Tu madre estuvo muy preocupada por ti!- Le gritaba su padre mientras el adolescente comía de su cereal mirando a otro lado despreocupado.

-Ya les dije varías veces, estaba en un prostíbulo drogándome mientras tenía a varías putas a mi alrededor- Les explicaba seriamente como si lo que dijera no era mentira, diría que estuvo con Kenny, pero algo no le parecía correcto en la realidad y su sueño, ¿Por qué Kenny sabía lo que dijo su padre en un momento que nunca sucedió?

-¡O dios mío!- Exclamo su madre completamente preocupada, casi por desmallarse -¿¡Pero que clase de cosas dices!?-

-¡Eso es todo! ¡Cinco semanas en tu habitación y tienes prohibido salir de ahí! Iras directo a la escuela y de ahí directo a la casa- Golpeó la mesa el hombre mayor de ahí con completo enojo-

-Si, si, si, digas lo que digas no lo haré- Miraba su cereal de colores, sentía que algo se le había olvidado, pero no podía recordarlo -Si no tienen más que decir, me retiro a la escuela- Tomo el plato y lo tiro apropósito sobre su padre, quien no tardo en casi explotar, iba a salir corriendo mientras reía, pero una mano lo detuvo agarrando su brazo con firmeza, lo siguiente que sintió fue una cachetada en su mejilla derecha.

-¡Contrólate de una vez niño malcriado!- Le grito su madre mientras su padre aún trataba de asimilar la situación -¡Hemos soportado cada uno de tus berrinches, pero este es el último!-

-¿Eso crees?- Le reto -¡No hay nada que me lo impida y mucho menos una vieja como tú! ¡Retenerme en mi habitación por querer hacer cosas que me divierten por que los odio no va a cambiar como soy!- Le enseño el dedo medio y la pateó en la pierna lo suficientemente fuerte para que lo soltara.

Retomando la acción pasada, tomo sus cosas y se fue la casa a la escuela...

......

-¡Kenny! ¡Detente por favor!- Gritaba nuevamente aquel Butters de 16 años corriendo en medio de la noche.

-¡Ven aquí maldito marica!- El nombrado por el chico tenía un bat de beisbol sostenido en sus manos, tenía una expresión de completo enojo -¡Te dije que no te metieras donde no te llaman!-

La única luz por la que se guiaba en medio de la oscuridad del bosque era una lampara cuyas baterías querían morir en cualquier momento, pero eso no era excusa para no seguir corriendo a pesar que sus pies sangraban por rocas filosas debido a que se encontraba descalzo, no había tenido tiempo para eso, incluso aún tenía la piyama puesta.

-¡Podemos hablarlo Kenny, pero para por favor!- Le seguía rogando al mismo tiempo que con sus manos apartaba las ramas que se interponían en su camino esperando que a pesar de todo no golpearan a su seguidor.

-¡Parare cuando te alcance! ¡Esto debe acabar de una vez!- Sería una noche muy larga, no iba a dejar las cosas a medias -¡Te odio! ¡Siempre lo he hecho!- Gritaba tan fuerte desdé atrás que se podía escuchar como el tono de su voz lastimaba su garganta.

El otro quería decir algo, pero sus palabras fueron robadas por un alto desnivel que estaba a unos cuentos centímetros suyo, por lo que cayó raspándose y golpeando varías partes de su cuerpo y ensuciando su ropa.

-Mghn- Soltó un quejido queriendo levantarse rápidamente, sino sería alcanzado, pero al momento de hacerlo, no sintió ninguna fuerza en su pie por lo que cayo nuevamente sin poderse levantar.

Sabía que su estado no le impediría la falta de piedad en el otro rubio, por lo que, sin más opciones, empezó a gatear tratando de no hacer tanto ruido por el sonido de las hojas crujiendo en la oscuridad, a pocos centímetros encontró su lampara apagada debido a que cayo en los inicios de lago, donde la tierra y las rocas aún permitía que los objetos no se fueran a las profundidades más adelante.

La maldición de las coronas (South Park) (Bunny/Bratters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora