Capitulo 4

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-Butters, vas a llegar tarde a la escuela sino te levantas de una vez, ¿No te basta tu castigo, verdad?- Pregunto su madre frente suyo quitando de un jalón la manta que lo cubría, ya no serían suaves con él, ya le habían dado varias oportunidades e incluso parecía cambiar, pero siempre termina en lo mismo y peor.

El chico solo gruño por el cambio de temperatura se volvió a acomodar, pero sintió un ardor en la mejilla que aumentaba de presión cada vez más, su madre lo estaba pellizcando y muy fuerte que incluso llegó a lagrimear un poco, nunca había sentido ese sentimiento de querer llorar por dolor físico.

-Que despiertes te he dicho, y no pienso repetirlo dos veces, vístete y prepárate tu desayuno tu mismo- Dicho esto, la mujer salió de la habitación.

Leo dirigió su mano a su mejilla ahora roja y empezó a llorar, ¿Qué había sido eso?, quería que dejará de doler, pero no lo hacía y tampoco sabía qué hacer, tal vez debería hacer lo que dijo su madre para que no lo volviera a hacer.

A pesar que ya estaba vestido, tomo la ropa que estaba en la cama y se la puso no sin antes quitarse las anteriores y dejarlas en un cesto que había ahí, se miró en el espejo y lo primero que pensó al verse fue sobre su apariencia, y no era nada positivo, ¿Ese era él?, pensó.

Abrió la puerta, había muchas más, pero sentía que si no daba con la correcta volvería a sentir ese punzante dolor en su mejilla de nuevo, por lo que se guio del olfato y siguió un dulce olor llegando así a la cocina donde se encontraban sus padres comiendo muy a gusto un plato que se vía muy delicioso y colorido, incluso parecía ser de una tienda muy cara.

-Qué bueno que bajas, tu madre y yo no estamos muy contentos con tu comportamiento de ayer en la mañana por lo que muchas cosas cambiaran de ahora en adelante para que comprendas y te arrepientas de tu mal comportamiento para empezar, tendrás que hacerte tu propio desayuno así que vete despertando más temprano- Le dijo su padre señalando la estufa.

-También cuando salgas de la escuela vendrás directo a casa, si necesitas comprar algo dinos a nosotros, si tienes trabajo en equipo, tendrás que ponerte de acuerdo con ellos para que tu mandes tu parte desde la casa, tendrás acceso a la computadora solo para tareas, y los fines de semana estarás todo el día en tu habitación- Esta vez fue Linda quien hablo.

El menor no dijo nada, solo camino al frente de la estufa y empezó a tomar cosas que estaban alrededor de esta que creía que eran las correctas y sin saber que estaba haciendo, algo empezó a crear.

......

-Leopold, debido a tu comportamiento tendrás que pasar tus tardes en detención, ya hablamos con tus padres- Hablo el maestro cuando el chico entró al salón, había llegado temprano.

Sin embargo, el nombrado no entendía a lo que se refería, pero sentía que, si iniciaba un debate, lo perdería, estaba muy inseguro sobre que palabras diría ante la mirada de todos sus compañeros de clase.

-¿Me puedo sentar aquí?- Pregunto dudoso a un chico frente a él, tenía el cabello muy despeinado y mostraba tener tics.

-Vete a otro lugar, no queremos cerca a basuras como tú- Le dijo el chico de atrás en vez del rubio que susurraba que era demasiada presión.

-Lo s-siento- Dijo avanzando de ahí rápidamente, le dio miedo el chico de azul.

No había muchos asientos vacíos, solo dos y uno ya estaba completamente eliminado, por lo que prosiguió a sentarse en el otro sin pedir permiso, debido a que si recibía una respuesta negativa por parte de los que se sentaban alrededor, posiblemente tenga que tomar la clase en el suelo, pero en cuanto sintió una patada en la parte de atrás del mesabanco, supo que tampoco era recibido ahí.

La maldición de las coronas (South Park) (Bunny/Bratters)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora