11 Por que.

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Mikasa cerró su nuevo casillero y suspiró al ver al pelinegro.

— Llegaste. — se giró al pelinegro a su lado.

— Deberías ponerte un cascabel. — dijo como si nada hubiera pasado en los últimos días — VampiCat. — se burló.

Levi no pudo evitar sonreír de lado.

— No tuve la oportunidad de agradecerte.

— ¿Por que? — lo miró.

— Por lo de Petra. — siguió caminando a su lado.

— Bueno, supuse que se estaba volviendo un grano en el culo. — bufó— Pero ahora tendrán dos. Uno menos molesto que el otro.

Levi sonrió ante su actitud.

— Tú no eres molesta. En lo absoluto.

Ambos siguieron caminando al no ver la bolita de los amigos de la pelinegra.

— Observé que te gusta el chocolate. — Mikasa giró su cabeza a él, encaró la ceja y sonrió de lado. — Tal vez te puedo invitar un chocolate caliente después de clases.

— Gracias. — asintió con la cabeza. — Pero tengo que estudiar. — se excusó.

Aquello no era mentira pues pensaba que había descuidado mucho sus estudios debido a que se la pasaba detrás de su prima como si fuera su niñera. Y además, la escuela no había vuelto a abrir después del incidente.

— Iré a la biblioteca después de clases. — se detuvieron en el pasillo — Nos vemos Levi.

El aludido asintió un tanto decepcionado. Lo primero que le vino a la mente fue que la pelinegra quería mantenerse lo más alejada posible de ellos. Se cuestionó como es que habían llegado hasta aquel punto de inflexión.

Las siguientes semanas siguieron de la misma manera, Mikasa había cumplido su palabra de no dejar que Petra cometiera una estupidez, la obligaba a comer, a darse una ducha, hacer sus deberes e irse a dormir. Al principio, fue muy costoso, pero con el paso del tiempo comenzaba a volver a la normalidad.

Por su parte, pasaba tiempo con sus amigos y reponía las horas perdidas en clases. Ocasionalmente pasaba un buen rato con Levi en las clases que compartía. Después de saber su secreto y estar condenada a la inmortalidad, pensó que lo mejor sería tener poca comunicación con aquella familia y no involucrarse de más. Solamente lo necesario para mantener a Petra a salvo antes de que las cambiaran.

Armin había juntado a sus amigos terminando de explicarles sus planes para la fiesta de cumpleaños del castaño de ojos verdes, que había sido suspendido por dos días debido a una pelea donde Armin y Mikasa tuvieron que intervenir.

— Petra... — la pelirroja se giró de inmediato al escucharlo.

— Levi. — dijo ilusionada.

Las amenazas de su prima regresaron a su mente. Así que retrocedió unos pasos.

— ¿Donde está Mikasa? — la sonrisa de la chica se desvaneció al entender que no estaba en ese lugar por ella.

— ¿Mikasa? — frunció el entrecejo — ¿Por que quieres saber dónde está?

Levi apretó los labios colgándose bien la mochila.

— ¿Me vas a decir?

— Está en biblioteca.

— Esa niña se va a gastar el cerebro de tanto estudio. — se burló Micke llegando a su lado.

Levi lo miró incómodo.

Alejate de mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora