Rena (Conflicto de hermanos)

↠Capítulo tres↞

Capítulo tres:
Dulce o salado

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Rena

Hikaru ya había salido del cuarto estando ya todo organizado y sinceramente era un cuarto simple, pero dejaba ese aire de hogar que constantemente había evitado, las paredes de un azul cielo sumamente claro, la cama individual junto a la pared hacían juego con un blanco tan pulcro y un juego de almohadas del mismo color que las paredes, del lado contrario gavetero blanco con un espejo de un tamaño justo, cerca de la puerta unas alfombras blancas y unos muebles nuevamente de igual color junto a unos cojines de varios tonos azules.

El lugar me trasmitía tanta paz, que sinceramente el estar recostada en la cama me devolvía a esos tiempos lejanos, entre más pacífica estoy más me perturba la llamada que se repite incesantemente en mi teléfono.

Me levante de la cama mirándome al espejo y lo vi de nuevo, me vi de nuevo allá atrás, pero como la calma y yo no solemos compartir buenos momento el estómago me gruño tal como si alguna vestía salvaje se encontrara dentro.

Me dirijo rápidamente hacia la puerta, e intentando a duras penas recordar por donde subí, con la esperanza de que la sala quede cerca de la cocina como una casa común y corriente, llego a algo digamos "más gratificante" el silencio más incomodo que e presenciado en toda mi santa, corrección en toda mi jodida vida no había presenciado.

Todos los hermanos sentados en una mesa y mi queridísimo amigo travesti-Kun guardándome un hermoso lugar a su lado y no se imaginan al lado de quien más.

"Mi queridísimo amigo idiota, travesti, piernas de modelo y más femenino que yo, es que no sale de dudas que te encanta ver a tus hermanos en llamas y no precisamente de las que te producen quemaduras, de esas saldrían más ilesos".

—Ya esta la comida, pero que suerte más grande pensé que tendría que salir a comer algo~

Fui directo hacia el asiento vacío, sin mirar siquiera a los lados con la única intención de ver la reacción de quien estaría a mi izquierda.

—Oh~ Ema-Chan, que recuerdos cuando salíamos juntas.

Una oración y ya todo el mundo nos miraba a mi y a Ema, aunque a ella la miraba sin necesidad de ello, yo solo hago que la incomodidad crezca solo un chin más.

—¿Ustedes que?—Fue lo primero que salió de la boca de cabeza de tomate.

Y apenas escuchando eso un risilla a mi derecha sonó—Ha echo lo que ninguno a podido, ¡Así se hace cariño!~

Apenas inicio y ya puedo cortar la tensión con un cuchillo.

Todos intentaron evitar el comentario y comenzamos a comer lentamente, la mesa estaba llena de comida todo se veía delicioso y un embriagante sabor llegaba más y más a mi nariz.

Por lo qué a bocados menores comencé a comer, hasta que mi propio paladar me grito que parara y en ese momento pude notar una cosa en partícula, el hombre con gafas miraba aún más a Ema que el resto, cada ves que se entraba algo en la boca y pude notar que buscaba saber que comida le gusta y cual no.

Atando cabos me fijé por que la mesa estaba prácticamente llena platillos dulces.

"A ella siempre le ha gustado las cosas dulces".

Deje de comer, pensado que nadie lo notaría a excepción de Hikaru, pero para mi propia sorpresa me equivoqué.

—Nee~ Rena-Chan, ¿Por qué no comes?—Pregunto curioso el albino, y cómo si una marea de rostro se giraran en mi dirección, todos se quedaron mirando, unos más tiempo que otros.

—¿No te agrado la comida?.

La pregunta del rubio me sorprendió tanto como la del albino, que no pude evitar que se escapara una sonrisa nerviosa—Nada de eso estuvo deliciosa, solo es que, no me gusta mucho lo dulce a diferencia de Ema.

—La próxima ves estaré más atentó—dijo Ukyo mientras me sonreí tranquilamente, con esa seriedad que daban ganas de obligarlo a reírse.

Yo solo asentí, agradecida.

— Neee~ me da mucha curiosidad Rena-Chan, antes habías dicho que se conocían y hasta sabes que le gusta~

Terminado lo que intentaba decirme el albino, abrace a una sorprendida Ema por lo hombros.

—Éramos amigas desde pequeñas, hasta que se mudó, no es cierto E-M-A~ muy cercanas—Termine de decir alargando la última palabra.

—Neee~ no me dejes con la intriga, ¿Que tan cercanas?.

Aunque la conversación solo era entre Tsubaki y yo, el estado atenta del resto era hasta gracioso, algunos casi sentía que me pedían a gritos más respuestas.

Solté a una muy incómoda Ema—Tan cercanas, como para que robarle su primer beso~

Y así conseguí dejarla aún más incómoda e incluso muy muy roja, joder era un tomate con piernas.

La cara de los hermanos palideció, estoy casi segura que algunas casi se caen de la silla o espera Yusuke ya visito el suelo.

Y un estruendoso ¡Que! brotó de prácticamente todos los hermanos.

Antes de que echara más leña al fuego Ema se interpuso— Fu-e un acci-dente, yo estaba pasa-da de copas, ya que había salido con Rena y cuando me llevo a mi ca-sa pensé que era su her-mano y por eso—Se detuvo tan rápido como comenzó a hablar-tartamudear.

Todos los ojos cayeron sobre Ema miradas intensas intentaban profundizar en ella y la pobre solo se ahogaba en su vaso de jugo.

—Por cierto mi hermano te manda saludos y dice que te extraña mucho~

Un silencio sepulcral, se extendió en toda la mesa, la respiración agitada de los hermanos era lo único que se escuchaba, pero en otros era notorio el enojo en sus miradas dirigidas hacia mí.

"Fuego con fuego, no se apagará este incendio"

Me levante de la mesa, excusándome en base a mi falta de apetito y justo antes de que pudiese salir del lugar una figura alta me siguió a paso rápido por la espalda.

—Cariño~ sabes que las salidas dramáticas son lo mío, no me puedes tomar eso sin mi consentimiento~

Bufé mientras soltaba una risa por lo bajo—Por que me sigues Travestí-kun, prepare el mejor materia para tu novela que podrás tener en días—dije sin dejar de caminar.

Este me seguía aún el paso hasta que llegamos a la puerta que daba al patio.

—Eres una increíble actriz, cariño~

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"Sé muy bien que soy una actriz increíble"