Entre Árboles ♡Completa♡

CAPÍTULO IX

 

               
No es tu culpa, fue la de aquel tipo...
No es tu culpa Claire…
No es tu culpa, los accidentes ocurren…
 
Las palabras de James vagamente suenan en mi mente una y otra y otra vez en mis sueños. Pero su dulce voz no puede evitar lo que va a pasar, ni mucho menos convencerme de que lo haría.
Suspiro al estar frente a la puerta, James atrás de mí apoyándome como siempre.

Al entrar a casa y ver los rostros familiares —incluidos los hermanos de mamá, la tía Susan y el tío Zack junto con sus familias— al mirarlos puedo notar sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar que no puedo evitar sentir un nudo en la garganta, todos estamos reunidos para llevar los restos de mis padres al cementerio, tan sólo de pensarlo el dolor en mi pecho es insoportable.

Mis amigos y conocidos están aquí, pero no logro ver a Philip ni a su esposa, sólo 2 pequeñas cajas de madera dónde ahora se encuentran mis padres. Camino hacía ellos, deseo verlos una vez más, de pronto una mano me sujeta con fuerza para después sentir una bofetada en mi mejilla derecha.
Al levantar la mirada tengo frente a mí al tío Ben, el único hermano de mi padre, sus ojos no sólo demuestran dolor sino también enfado, con la bofetada lo demuestra.

—¡Lárgate!  —grita señalando la puerta dónde hace unos minutos he entrado.

—Tío Ben —sin previo aviso vuelve a darme otra bofetada en la misma mejilla, lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

—¡Te he dicho que te vayas!, no quiero verte aquí, todo esto es tu culpa Claire.

—Deja a la chica Ben —la voz del Señor Anderson, padre de James y Peter hace eco en la casa.

—No te metas en esto Rob, por favor —la voz del tío Ben suena tan fría, vuelve a dirigir su vista hacía mí y sin más me tomo del brazo para llegar a la puerta y de un empujón sacarme de la casa.

Al recobrar la compostura comienzo a golpear la puerta con mis puños.

—Por favor tío Ben, ¡necesito verlos!
Grito con todas mis fuerzas, pero es inútil.
 

*****
 

—¡No!

Me despierto sobresaltada mientras mis mejillas están húmedas, mis pulmones se sienten sin aire, tengo que salir de aquí.
 
Ha sido sólo un sueño.

Repito eso en mi mente un par de veces, pero no es suficiente, dejo mi habitación y corro hacía el patio de nuevo. La lluvia ha dejado un aroma a tierra húmeda a mi alrededor, eso ayuda a serenarme un poco, la oscuridad reina por todos lados, pero eso no me preocupa. Necesito despejar mi mente de aquel recuerdo, no quiero otro ataque.

Comienzo a caminar sin importar que estoy descalza, ¿me encuentro entre árboles?, sí, pero mientras más camino, más me es inevitable mantener el control de nuevo.
El aire comienza a faltar en mis pulmones, no puedo hacerlo. Lágrimas vuelven a salir de mis ojos mientras el dolor agoniza en mi pecho.

—¡No lo hice! —grito con todas mis fuerzas.

El dolor, el maldito dolor ahora está acabando conmigo, no es mi culpa, pero entonces, ¿por qué me siento tan culpable?, nadie lo entiende, nadie lo sabe y es mejor que así se mantenga, nadie debe saberlo, incluso yo.