[#1] The Maze Runner: Los Orígenes (Newt y tu)

Capítulo 1

Intento levantarme, pero sólo consigo volver a caer. Me agarro fuerte de las rejas que forman las paredes, y me estabilizo. Todo está oscuro y yo... no recuerdo nada... ¿Qué esta pasando?

Mi nombre... mi nombre es _______

La ''jaula'' en la que me encuentro empieza a ascender de golpe, lanzándome nuevamente al suelo. Mi respiración está agitada, el miedo y los nervios inundan mi cuerpo y no puedo pensar claramente en lo que sucede. Los minutos son interminables. Sólo sigo ascendiendo. Me siento e investigo lo que hay a mi alrededor: cajas, bolsas, botellas...

Otra sacudida me devuelve a mi realidad. ¿Por qué estoy aquí? ¿Acaso hice algo malo en mi vida... si es que alguna vez tuve una? Siento lágrimas rodando por mi rostro, pero no sabía en qué momento habían salido. Me acurruco en una esquina y espero. Las cadenas siguen en movimiento, sus fuertes ruidos aturden mis oidos y me obligan a taparlos.

¿Qué puedo sentir ahora mismo? Confusión, terror, pánico... No, debo mantenerme fuerte y descubrir quién y por qué me mandaron aquí.

Absorta en mis pensamientos, la jaula se detiene de repente y me golpeo la cabeza contra un gran barril de metal. Me quedo atontada por unos segundos, algo duele demasiado en mi cuello. Creo que sentí unas gotas de sangre resbalar por mi espalda.

Un sonido estruendoso, y una fina línea de luz se dibuja en lo que sería el techo de la jaula. Son puertas, razono, cuando éstas empiezan a abrirse revelando un brillante sol. Varias figuras se acercan al borde, cuando mi vista se ajusta a la claridad los distingo: chicos. Adolescentes. ¿Por qué chicos? Nada tiene sentido...

Comentarios sueltos como Una chica, ¿Quién es?, ¿Cómo que una chica? y Eso es imposible llenaron el aire, el cual me faltaba desde que me desperté aquí.

Un chico salta a donde me encuentro. Tiene la piel oscura, es alto y con buen físico. Me habla pero no lo escucho, debo seguir aturdida. Le pido que repita lo que dijo, y puedo escucharlo mejor.

- Hola. Es raro que una chica llegue aquí, pero tenemos que subir.

Me tendió su mano, la cual agarré con muchas dudas. ¿Por qué confio en ellos? Podrían ser violadores o algo así, pero permito que los demás me ayuden a subir por unas cuerdas que habían arrojado para salir al exterior...

Estoy fuera. Rodeada de unos... veinte chicos. Mierda... son demasiados. Retrocedo cuidadosamente, mientras todos me miran y me hacen preguntas que sólo me confunden mas. Tengo que buscar algo para defenderme. Empiezo a girar la cabeza hacía todos lados, pero sus cuerpos hacen que mi área de visión se reduzca más.

- ¿Cómo te llamas?

- ¿Por qué estas aquí?

- ¿Tienes novio?

El pánico me llena... Perfecto, veo un cuchillo a unos metros de donde estoy. Retrocedo lentamente, cuento hasta tres, y empiezo a correr. Todos gritan y me persiguen. Con un rápido movimiento, consigo sujetar el mango del cuchillo y me enfrento a mis captores.

- ¿Quienes son ustedes? ¿Por qué estoy aquí y no recuerdo nada? ¡Contéstenme! - Les grito. Mi paciencia se agota al ver que nadie responde.

- Oye, cálmate - El mismo chico que me habló en la jaula se aproxima con las manos en alto. - Cálmate, a todos nos pasó lo mismo. Yo soy Alby. Si bajas ese cuchillo, podremos hablar civilizadamente. - Dijo de forma lenta.

- ¡Sólo respóndeme! - Creo que mis manos tiemblan provocando el mismo efecto en mi arma.

- Tienes que esperar hasta mañana. Llegaste de noche, así que no podemos hacer nada hoy. - Acababa de darme cuenta de eso. Miré al cielo, y mi vista viajó por el enorme sitio en el que estaba: un extenso campo, con varios pequeños edificios, un bosque... todo rodeado por altos muros de piedra. Eso es imposible. Giro sobre mí misma. Estoy encerrada. Es una especie de cuadrado gigante.

Vuelvo a apuntarles con el cuchillo.

- ¿Cuál es tu nombre? - Pregunta Alby.

- Soy... _______.

- Mira _______... puedes dormir donde quieras, nadie va a hacerte daño, voy a encargarme de eso. - Este chico me caía bastante bien. - Si alguien la toca, se ganará una visita al Laberinto la próxima noche. - Dirigió sus palabras a sus compañeros. Antes de que vuelva a hablarme, corro otra vez, pero ahora nadie me persigue.

Llego agotada a un frondoso bosque. Elijo un árbol alto, en el que pueda ver claramente donde estoy, y comienzo a trepar. Me acuesto lo mejor posible en una gran rama y veo mi nuevo hogar. Varios chicos caminan por todos lados, otros estan acostados dispuestos a dormir. Escucho el tranquilo silbido de un pájaro. Decido relajarme, y me quedo dormida.

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Holaaaa! Jaja, Soy Lara y esta es mi novela (?

Es la primera que escribo así que perdón si soy muy inutil para esto. Bueno, debo aclarar que esto es antes de la llegada de Thomas, y perdon si falta el diálogo, es que son casi las tres de la mañana y tengo sueño pero debía escribir esto antes de olvidarme.

Gracias por leer!