Capítulo 21

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  Quizas si hubiera estado en otra vida, lejos de este lugar, sin tener que vivir estas cosas, me gustaría congelar este momento, y tenerlo presente siempre. Es lo más cerca a felicidad hasta ahora.

  Estoy a punto de caer en sueños, pero es imposible. Algo me dice que debo estar alerta. Y no me equivoco, porque siento que una mano me toca el hombro y me sacude un poco. Por instinto, aparto la mano bruscamente e intento levantarme, causando que la cabeza de Newt termine en el suelo despertándolo. 

  Cuando estoy conciente, veo a varios chicos a nuestro alrededor, incluído Minho, que fué el que me tocó. 

  - ¿No se te habrá pasado por la cabeza que nos preocuparíamos por este larcho? - Dice, señalando a Newt, que se incorpora y levanta, dificultosamente, para colocarse a mi lado. - ¿Y no se supone que tú estabas herido? No puedes estar aquí.

  - Minho, si estuviera mal, no habría venido hasta aquí yo solo. Ella llegó después. - Dijo Newt, en un tono algo duro.

  - Mira, no importa. Pero a Alby no le gustaría que estés en un maldito bosque con esa pierna así. - Le responde Minho, da media vuelta y vuelve por donde vino, seguido por los demás Habitantes. 

  - Tiene razón, debes volver a la Finca. - Digo tristemente, pues no se me había ocurrido que podría pasarle algo malo estando así.

  - No. - Me mira fijamente. - Prefiero estar aquí. Contigo. No pueden decirme que hacer.

  Abro la boca para seguir insistiendo, pero levanta su mano. Entiendo que no quiere seguir con esto. Él vuelve a sentarse en el suelo, seguido de mí. 

  - No quiero que me vean débil. - Susurra. - No quiero que vean que soy... vulnerable. No quiero que sepan que me rendí.

  - Pero no te rendiste. Después de todo, aún sigues aquí. - Esta vez yo lo miro. Su expresión demuestra cansancio. Pero por su rostro, está evaluando mis palabras. Me gustaría saber qué tiene en su mente en este momento...

  - Si... eso creo. - Suspira pesadamente. - Creo... que deberíamos volver. Tiene razón, a Alby no le gustará esto. Pero es lo mejor que hice desde que me desperté después del Laberinto.

  Nos paramos, yo ayudándolo. Pero él no se separa, y yo no tengo intenciones de soltarlo. Así avanzamos por todo el bosque, evitando ramas y rocas, trastabillando de vez en cuando. ¿Cómo habrá conseguido salir de la Finca sin ser detectado? Cuando se lo pregunto, contesta que distrajo a cualquiera que se pusiera en su camino, que tardó bastante, pero consiguió llegar al bosque. 

  Nos reunimos con Alby para comer, y como creí que estaba de más en el grupo, se los comenté y me levanté para irme, pero Newt no lo permitió. Entre otras noticias, el líder nos contó que ya habían votado qué hacer con Joel, que seguía encerrado, lanzando gritos escalofriantes cada tanto. Minho sería el nuevo Encargado de los corredores, ocupando el puesto de Newt. Y en cuanto a mí,bueno, pues no sabían que hacer conmigo. Yo le dije que no me molestaba seguir siendo corredora, que ya había vuelto al trabajo. Él sólo asintió, y nos dejó irnos. 

  Acompañé a Newt hasta su habitación, ayudándolo al subir las escaleras. 

  - Gracias por lo de hoy. - Dijo.

  - ¿Por qué? - Sonreí.

  - Por estar a mi lado. Que descanses. - Me dió un beso en la mejilla, y me congelé por unos segundos.

  - Hasta mañana. - Le respondí.

  Cuando salí, ya todo estaba oscuro, y la mayoría estaba durmiendo. Caminé un rato, pensando en todo lo que pasaba. De alguna forma, terminé cerca de la pequeña construcción de cemento donde estaba Joel. A través de una pequña ventana con rejas pude ver un cuerpo en el suelo; curiosa, me acerqué para ver mejor. Por un momento pensé que el chico estaba muerto, hasta que noté el movimiento de su pecho al respirar. Cuando me estaba por alejar, el chico empezó a temblar, repitiendo algo que no lograba entender, porque hablaba muy bajo. Cada vez lo decía más fuerte, hasta que distinguí una palabra: Thomas.

  ¿Quién sería ese Thomas? No conocía a alguien del Área con ese nombre. Quizas es algún familiar...

  Entonces me dí cuenta. No recordaba a mi familia. No recuerdo a mi familia. Me entristecí demasiado, y salí corriendo a mi árbol, donde me lancé a llorar. Pero no por mucho. No me lo permití. Sequé esas lágrimas y me obligué a dormir.

  Por la mañana, despierto normalmente. El hambre es lo primero que cruza mi mente. ¿Cuándo fué la última vez que comí? Me levanto, y a mi lado están mi mochila con mis cosas. Seguro Minho la dejó esta mañana. Voy hasta las puertas, que comienzan a abrirse. Tengo la mirada baja, observando mis pies; todos corren hacía el Laberinto dejándome a solas. Mis piernas no quieren moverse, pero lo hacen, me llevan a ese horrible lugar.

  Regreso agotada, y lo primero que hago es ir a la cocina de Sartén para comer algo. Al verme, él me comenta que estoy un poco mal, y que debería comer más. Ignoro a todos durante el almuerzo, y en cuanto termino voy a la Sala de Mapas.

  Allí no hay problemas al estar en silencio, pues cada uno se concentra en lo suyo. Cuando termino mi mapa, lo guardo  en mi baúl y salgo a respirar aire. Este lugar huele como a metal, pero no es desagradable. Más salgo a tomar algo de aire. 

  El resto de la tarde me la paso ayudando a los constructores, que tenían que reparar una de las ventanas de la Finca. Me tiento a subir para estar con Newt, pero Alby me pidió, la noche anterior, que lo dejara descansar un buen tiempo, que por mí estaba haciendo varias locuras. Pero no era mi culpa... al menos eso me dijo Newt. Él sólo quería salir de esa estúpida habitación.

  Me doy cuenta que estoy apretando en un puño mi mano, así que la relajo. 

  Antes de que cierren las puertas, Ben, un corredor, me avisa que necesitan de mi ayuda con Joel, pero no tenía que ir si no quería. Como sabía que iba a pasar, acepté. Creo que si me enfrento a hacer lo siguiente, voy a volverme un poco más fuerte.

  Los Encargados y Alby se han reunido. Varios corredores traen a Joel arrastrándolo, mientras grita pidiendo ayuda. Yo y dos chicos más venimos detrás de ellos, cargando varias sogas. La cara del chico es horrible, tiene los ojos rojos, la piel pálida, las venas marcadas... Hay sangre en sus extremidades.

  Antes de que entremos al Laberinto, Minho me toma del brazo y me dice al oído:

  - ¿Segura que puedes hacer esto?

  - Claro que puedo. - Respondo de forma hostil. ¿Acaso cree que soy débil?

  Ahora entiendo a Newt. Si él parecía débil, iban a negarle muchas cosas, aludiendo que no podía hacerlas. Suficiente tenía con quizás no poder volver a ser corredor. 

  Apenas cruzamos las puertas, Ben toma una soga y va a atarla lo mejor que puede en una rama gruesa de la enredadera de la pared. Tira varias veces, probando la resistencia de la unión. Me ofrece la otra punta, y la tomo. Me acerco a Joel, que fué arrodillado a la fuerza en el suelo.

  - Por favor, ________, por favor, no hagas esto. - Suplica llorando. Estoy frente a él, y más atrás veo a Minho intentar avanzar, pero la mano  de Alby lo detiene. Debo agradecerle eso. Me agacho, tomo las temblorosas manos del chico, y comienzo a atarlas. Se resiste, por lo que los dos chicos a mi lado me ayudan sosteniendo sus brazos.

  Cuando ya está todo listo para que no pueda librarse y la última brisa emana del Laberinto, los que estamos dentro trotamos para volver al Área, antes de que las puertas se cierren y se traguen los gritos de Joel.

  Finalmente, todos se retiran, incluyéndome. Pero antes, Minho me dice:

  - Lo lamento. No debí cuestionarte pensando que no podías hacer esto. - Baja la cabeza, como si estuviera avergonzado. El Minho que yo conozco nunca haría eso...

  - No pasa nada. - Le dije amablemente, puse una mano en su hombro y luego me fuí.

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Me están comiendo viva los mosquitos D:

Pero tenía que escribir el capítulo D:

Adios! D:

[#1] The Maze Runner: Los Orígenes (Newt y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora