Todos caminábamos cabizbajos, en silencio y sin hablar los unos con los otros. Pero claro, ¿de qué hablar? Estábamos cansados de buscar un sitio seguro, tranquilo, donde poder sobrevivir. Yo miraba a Rick disimuladamente, y él sólo miraba al frente con un serio rostro, aparentando enfado y sin una pizca de interés por hablar algo conmigo. Mientras que seguía caminando, miré a cada uno de los que venían detrás de mía. Beth, Daryl, Maggie, Glenn, Carol, Eugene, Abraham, Rosita, Carl, Michonne... todos ellos, cansados, sólo andaban, y eso que no teníamos ningún fin, ningún destino.
A mitad del camino, Judith comenzó a llorar desconsoladamente, dando voces y pataleando. Intenté socorrerla, pero era imposible, era como si alguien le estuviera haciendo daño, le estuviera torturando. Cuando le di a Rick la niña, pude ver que tras nosotros, venía un gran número de caminantes, que venían rápidamente y sin parar.
-Tenemos que salir de aquí, ahora –Dije en voz baja mientras señalaba a todos aquellos caminantes-.
Todos estuvieron de acuerdo, así que nos metimos por el bosque, pero continuamos recto para poder llegar al centro comercial mencionado por Glenn anteriormente y en el cual, podríamos coger múltiples coches con los que podríamos salir de aquí.
Llegamos a aquel lujoso centro comercial, que ahora, parecía una especie de cementerio. Corriendo, entramos al parking y comprobamos varios coches y se pusieron a comparar el nivel de batería y gasolina además de, buscar comida y agua, que iba ya siendo necesaria. Encontraron un todoterreno que servía para la ocasión, porque cumplía con los requisitos anteriormente mencionados. Siguieron buscando otro coche para los demás, y encontraron una furgoneta enorme, la cual traía kilos y kilos de comida, y creímos que sería para un bar.
Cuando ya registramos todo el parking y todos los coches, recordé haber visto una sillita de bebé, donde podríamos atar a Judith, para que no le pasara nada. Me acerqué al coche y cogí la silla, y luego me la llevé al todoterreno que vimos, en el cual, supuse que iría Judith. Rick me vio y me ayudó a colocarla bien, para que también hubiese sitio para los demás. Tras unos diez minutos hablando sobre lo que íbamos a hacer a partir de ahora, se organizaron para ir en los coches. Beth, Daryl, Maggie, Glenn, Carol, Eugene, Abraham, Rosita, Carl y Michonne fueron en la furgoneta, mientras que Rick, Judith y yo nos subimos al todoterreno. Estaba muy desequilibrado todo, pero ellos pusieron la excusa de que no querían ir con Rick y Brooke, ya que sólo había un sitio, e iría con la parejita. Tres eran multitud.
Nos subimos a los coches y empezamos a pasar por miles de pueblos, a cual más destrozado. Rick me miró un par de veces y al fin, comenzó a hablar conmigo.
-Pareces triste –Dijo-.
-¿Tú qué crees? –Dije en un tono desganado-.
-Alégrate, estamos saliendo de esta zona, que está infectada- Rick confesó-.
Yo sólo suspiré. Yo quería mucho a Rick, para mí él era la persona más perfecta del mundo, pero muchas veces, era tan indiferente, que parecía que no le gustaba.
¿Amor? ¿Qué es el amor para Rick? Visto lo visto, Lori no parecía ser de esas mujeres que aprecian a un buen hombre donde los haya. Puede que Rick nunca se haya sentido querido por Lori. Pero es imposible, porque tiene un hijo y supuestamente... una niña. Traté de no pensar más en él, porque mi corazón comenzaba a bombear sangre rápidamente y no podía ni apenas respirar. Pensé en todo aquello que Rick y yo habíamos hecho el uno por el otro, en todo aquellos que habíamos vivido, las miradas, las sonrisas, y aquellos besos que tanto nos costaba darnos. Pero, ¿realmente le quería? ¿O sólo me atraía? ¿Era amor de verdad? ¿¡Estaba enamorada?! Estas cuestiones no paraban de surgir en mi cabeza, trataban de hacerme pensar todo el tiempo en él.
Todo este tiempo, cuando estaba a su lado, la sensación de agobio, de nerviosismo, y de estrés eran los protagonistas. Intentaba no pensar en él, pero me era imposible. Cada palabra que me ha dicho, cada sonrisa que me ha dedicado y cada mirada que me ha mostrado... tantas cosas, tantos sentimientos, tantos... recuerdos. Era un apocalipsis zombie, y, obviamente, no teníamos las necesidades básicas, no podíamos ni asearnos ni nada por el estilo, pero él, él olía como los ángeles. De los muchos libros que he leído, sólo uno me llamó la atención cuando hablaba del tema del olor de cada persona, y es que, afirmaba que cada persona tiene un olor propio, que le distingue de las demás personas, y con eso, estoy muy de acuerdo.
Cuando sus ojos volteaban a mirarme, todo mi cuerpo temblaba. Mi voz se escuchaba medio ronca, sin fuerzas y tratando de sonar bien, mientras que mis ojos miraban directamente en los suyos, pudiendo sumergirse en aquel azul mar. Allí, donde te hacían perderte en las mil maravillas, y donde te hacían olvidar por completo cada una de las palabras que habías dicho, antes de caer rendida a su mirada.
Llegamos a una especie de gran ciudad, pero no sabíamos el nombre y además, casi todo estaba destruido y apenas quedaban edificios en condiciones y demás. Fuimos a un rascacielos donde parecía todo muy seguro, incluso la entrada. Nos quedamos en la tercera planta, en una de las habitaciones, que según Rick y Daryl, estaba completamente vacía de peligros y era muy segura. Decidieron quedarse allí. Rick acostó a Judith y luego se acercó a mí:
-¿Te vienes a la azotea? No hay caminantes, Daryl ya fue a investigar –Dijo Rick.
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"Alone" (TWD fanfic; Rick & Tu).
FanfictionA veces la vida se retuerce de tal manera que crea problemas que somos incapaces de resolver... pero, ¿y si estuviéramos hablando de un apocalipsis zombie?