Capitulo 25

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Mello: buenos días T/n —dijo entrando a la habitación, sin permiso

Siendo recibido por la fémina, la cual se encontraba sentada en la cama leyendo un libro mientras cuida a un pequeño niño quien duerme a su lado con una delgada manta tapándolo

T/n: buen día Mello, por fin vienes me estaba empezando a preocupar, no pensé que el enojo te duraría más de una semana —dijo la mujer con neutralidad sin despegar la vista del libro haciendo que el de cabellera rubia rodara los ojos e hiciera una mueca de disgusto

Mello: si disculpa por eso, vine a ver cómo te encontrabas —contesto con disgusto teniendo los brazos cruzados mientras se apoyaba en el marco de la puerta

T/n: estoy bien gracias, me alegra que te preocuparas por mí después de casi dos semanas de que no te hallas aparecido por aquí —comentó con la misma actitud de hace unos minutos

Mello: ¿como sabes cuantos días han pasado? —cuestionó con burla

T/n: cuento las lunas —respondió con neutralidad sacándole una carcajada al rubio

Mello: creo que ya estás enloqueciendo —mencionó con burla mientras abría una barra de chocolate

T/n: ¿así?, quiere ver cómo tú te comportarías si estuvieras todos los días encerrado en este lugar sin nada mejor que hacer —respondió con una voz de molestia mientras volteaba a ver al joven rubio con un semblante de seriedad

Mello: tranquila T/n, no quiero otra discusión, sabes que estoy haciendo todo esto por tu seguridad y ahora la de Oliver —respondió con una sonrisa  juguetona mientras se acercaba a la cama donde se encontraba la fémina y su hijo y se dejaba caer en el colchón de modo que recargaba su espalda en la pared y subía un pie en el colchón

T/n: ¡Mello!, vas a despertar a Oliver

Mello: te preocupas demasiado por ese niño —comentó recibiendo una mirada amenazadora

El joven rubio desvió la mirada con despreocupación hacia una esquina de la habitación donde se encontró con unos cuantos juguetes regados por ahí

Mello: nunca te lo pregunte  —mencionó llamando la atención de la fémina, mientras la volteaba a ver— ¿nunca te enteraste si Near te buscaba? —preguntó mientras comía un trozo de chocolate

T/n: mmh ¿por qué lo preguntas?

Mello: curiosidad, quiero ver si mi rival por lo menos tenía una pista de ti —dijo con una sonrisa de arrogancia mientras seguía comiendo su chocolate

T/n: si, al parecer se enteró de que una mujer trabajaba en el caso Kira —dijo con ironía al hablar de ella en tercera persona

Mello: supongo que dedujo que eras tú

T/n: dedujo que era yo —confirmó viéndolo directamente a los ojos— pero no logro confirmarlo, bueno en ese momento no

Mello: ¿y por qué si sabias que te estaba buscando, no regresaste con él? —cuestionó con neutralidad, haciendo que la fémina soltara un suspiro

T/n: ya te lo dije, no me voy a rendir hasta atrapar a Kira y hacerlo pagar por lo que le pasó a L. Si hablaba con Near sobre dónde estaba lo más seguro es que él hubiera echo lo mismos que tú estás haciendo ahora mismo, solo que él me hubiera obligado a regresar a Inglaterra

Mello: ¡¿aún sigues con la idea de seguir en este caso?!, Kira podría matarte —aseveró con molestia mientras volvía a contradecir

T/n: Mello te amo y todo eso, pero yo ya tomé una decisión, prefiero morir ahora mismo a que Oliver, Near o tú mueran a causa de Kira —contesto con seriedad volviendo a retomar su lectura

La Esposa De L (L y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora