Capítulo 25- Somos lo que elegimos ser

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Me sentía frustrada por no saber en qué lado estar ¿Desde cuándo era tan indecisa?
Debía admitir que aquel terrestre no me hacía sentir compasión y que por un lado Bellamy tenía una razón pero en el otro lado O me causaba un sentimiento extraño de que tenía razón y deberíamos ayudarlo.

–Elly, por favor ayúdame. El no me hizo nada, al contrario me protegió de los demás terrestres.

–¿Cómo estás tan segura? Te encadenó y te mantuvo cautiva.

–En un momento logré escarpar y estaba a punto de ser blanco para los terrestres pero el lo evitó.

–O, si eso fuera cierto.

–Lo es.

–Está bien pero Bellamy no me dejará quedarme al saber que no me parece su idea.

–Vamos, ambas sabemos que tú eres su debilidad.

–Al igual que tú O y te echó.

Octavia me volvió a ver con ojos suplicantes.

–Bien.

Me levanté y empecé a subir las escaleras que me conducían a donde tenían el terrestre. Abrí la escotilla y entré pero uno de los chicos de Bell me lo impidió.

–Hazte un lado– ordené.

El chico me conocía por lo que se hizo a un lado. No estaba segura si fue por mí o por ser novia de Bellamy.

Bell estaba enfrente del terrestre.

–Bellamy, ¿podemos hablar?

–Te encanta interrumpir en los peores momentos, Elly.

–Esto no está bien, nosotros no somos así. ¿Y si en verdad protegió a O?

–Pero lastimó a Finn.

–Ambos sabemos que si estuviéramos en su lugar, hubiéramos hecho lo mismo.

–No, no es así. Mira esto.

Bellamy me mostró una libreta de cuero con varios dibujos. Debo de admitir que estaban hermosos.

–¿Y esto es?

–Mira esta página.

Aquella página había muchos palitos y unos tachados. Y aún lado un dibujo del campamento bien detallado.

–Son 102– susurré– esto no es coincidencia.

–Claro que no.

Bien, hace un momento apoyaba a O pero se acabó.
Ya no estaba segura de defender a ese terrestre, esto era grave al saber que en realidad nos han estado vigilando a tal gravedad que saben cuantos somos y el número de perdidos.

–Necesitamos saber más– dije decidida.

–Esa es mi chica– dijo Bell sonriendo.

–Pero no aceptaré ningún acto de tortura.

–Bien, lo que digas.

Bell comenzó a interrogar al terrestre con sus dibujos pero nada lo hacía hablar.

–Mira– dije– te importan los tuyos y a mi me importan los míos. Queremos saber más de ustedes porque al parecer ustedes saben todo de nosotros. Ayúdanos y te dejaremos ir. Por favor.

Sé que cuando alguien es fiel moriría antes de revelar los secretos. Pero podría funcionar.

El ruido de la escotilla abrirse hizo que volteáramos. Clarke entraba dispuesta a hablar al igual que yo lo hice hace un momento. Uno de los chicos de Bellamy se puso en su camino.

Perfect Two / Bellamy Blake (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora