PLEIN AMOUR

20 de diciembre.

Fue el último día que nos vimos en el año.
Era el día del logro (evento que se realiza 2 veces al año) ambos éramos expositores de temas diferentes pero en la misma fila.

Ese día puse como excusa que tomaría fotos a todos los trabajos, solo porque quería tomarle foto a ella y tenerla en mi celular —no puede resistir y lo hice—
No habíamos cruzado miradas hasta la parte álgida del evento.

Recibí el mejor gesto cómo saludo (un abrazo desde la parte de atrás) y una vez más me asusté y me alegré, —para ese momento ya amaba sus abrazos—
Me propuso que la acompañara, indudablemente le dije que sí.

Estábamos saliendo ya del lugar de el evento, camino a tomar taxi para dirigirnos hacia el centro comercial al que le acompañaría.
Caminamos hacia el paradero más cercano para esperar que el taxi pasara, (tengo la mala costumbre de no interactuar con los taxistas) entonces ella se dio a la tarea de pararlo.
(Estaba distraído) pensé que había parado ya un taxi, entonces me acerqué hacia el vehículo y al ver que el taxi se iba y verla ella parada entendí que el taxista no había atendido a nuestro llamado.

Ella, al verme avergonzado por lo sucedido atinó a meter sus brazos entre los míos, acercó su cuerpo al mío y su cariño hacia mi vergüenza, ya me tenía abrazado —me sentí demasiado especial, aún guardo la sensación.—

Al fin un taxi accedió, estábamos por subir al taxi y una pareja de madre e hijo se nos acercó y nos preguntó si íbamos también al centro comercial, a lo que ambos asentimos y pagaríamos el taxi a la mitad.
La conversación en el taxi fue muy amena.
Llegamos al centro comercial, me guió hasta donde ella debía ir a comprar. Llegamos y no recordaba el nombre exacto del producto, me hizo dar muchas vueltas, —la suerte que tenía al estar a su lado era única.— La invité ver algunos libros.
Estuvo lleno de risa ese día, aunque también tuvo su lado intenso (como buenos bipolares que somos).

Salimos del centro para dirigirnos a tomar el taxi de regreso, lo tomamos. Le tomé no sé cuantas fotografías, a las que le puse nombre como: agonizante, chupa dedo, tomando sol y demás.
Nos tomamos 2 fotos sonriendo y aún cuando las veo sigo sonriendo.
Llegamos a su casa, la abracé dijo "hubiésemos estado todo el día así" llegamos a la puerta se despidió entró a su casa, y me fui a la mía con 3 nuevas huellas en el alma, por cada abrazo de ese día.