14 de febrero

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Un día más que esperado, sobra decir porque.

Esa noche nos citamos en un parque cercano, llevaba entre mis manos un libro con una hoja pegada en la portada, la hoja contenía un poema mío.

Llegué al parque, en mi mente practicaba el saludo, pensaba "le diré un hola con una gran sonrisa, después la abrazaré y le entregaré el libro" pensaba en esa y mil variables más que podría hacer, mientras más tiempo pasaba más iba cambiando el saludo.
Por fin me había decidido por un saludo, entonces me pongo a hacer mímicas de más o menos cómo iba a saludarla, veo cómo caen las hojas de los árboles del parque, cuando de pronto unos brazos llenos de energía llegan por detrás, me abrazan fuerte y un fuerte hola llega por atrás, el libro que llevo en las manos sale volando por los aires y suelto un grito por el susto -oigo su risa y es ella- se ríe muy divertida y emocionada, -me pregunta aún riendo- ¿te asusté? - me volteo y también la abrazo y respondo "casi me matas" -también riendo- no existe mejor saludo que ese.
"Desde lejos te estaba viendo parecías estar hablando solo, parecías un loco" dijo aun entre risas, preguntó ¿qué hacías?
-con voz nerviosa y tartamudeando- ¿yo... yo?
¡Sí, tú! -muy alegre me responde-
Cantando... -le contesté nervioso-
Mi mira, se ríe y me abraza.

(Inmediatamente recojo el libro)

-Te traje esto (se lo digo con brillo en los ojos)

Coge el libro, sus dedos se deslizan por los míos, acerca el libro a su miraba y comienza a leer el poema que trae pegado en la portada.
Me quedo en silencio mientras ella con su tierna y dulce voz comienza a declamar mi poema, escucho cómo siguen cayendo las hojas secas de los árboles, como el viento sopla y se las lleva, cómo ella sigue leyendo en entre susurros.
Despega la hoja y me abraza muy fuerte, siento en mi pecho sus latidos, están acelerados, su abrazo es muy fuerte y cálido.
Jamás alguien me había escrito algo tan bonito, -siento sus lágrimas de emoción que van cayendo en mi hombro.-

Se regresa y ve el libro, es un poemario. Me agradece el detalle y me coge de la mano, entrelazamos los dedos y empezamos a dar algunas vueltas por aquel parque.
En un momento dado me hace detener, se pone delante de mí, estira su brazo y me ofrece su mano, en lo que me pregunta "¿Confías en mí?" A lo que yo respondo raudamente con un enérgico ¡Sí, claro que confío en ti!" Y cojo su mano, me jala fuertemente hacia ella y me besa, "entonces vámonos de aquí" dice ella mientras corre y me tiene agarrado de la mano.
Mientras corríamos le preguntaba algunas cosas, no sabía a donde me llevaría, pregunté "a donde vamos? ¿No es peligroso? ¿Está lejos? Solo seguíamos corriendo, y no paraba de repetir "confía en mí".

Llegamos agitados hasta la falda de una colina, me preguntó ¿conoces? Yo casi sin aliento respondí -ni siquiera tengo idea de donde estoy parado-
Me mira y se ríe, esa noche se encontraba más que alegre.
¡Sígueme! Me dice y empieza a subir, tomo valor y voy detrás de ella, el alumbrado público casi no alumbraba en el sendero en el que subíamos, después de un rato de estar subiendo llegamos casi a la cima, me dijo -deténte- se puso detrás de mí y me dijo -cierra los ojos- y me cubrió los ojos con su manos, estaban frías y húmedas.
Me hizo avanzar lentamente con los ojos cerrados hasta llegar a la cima, dimos unos cuantos pasos más y gritó ¡SORPRESA! Había una carpa, ella lo había preparado para esa noche, estaba todo listo para el campamento.
Me llevó hacia una zona en donde se veía toda la ciudad, nos sentamos en el borde.

-Parecen estrellas. (dice ella, mientras veíamos la ciudad)

-Es una hermosa vista no lo negaré, ¿cómo conociste el lugar? Pregunté

-Venía de pequeña, acampaba con mis padres acá, es un lugar muy especial para mí, a demás escapas de la bulla de la ciudad y su luz artificial.

(Estaba la luna llena, nos alumbra con su luz blanca y débil)

El cielo estaba salpicado de muchas estrellas, nos tiramos en el suelo y contémplanos el cielo inmenso.

Prendemos una pequeña fogata que nos diese calor por esa noche, nos sentamos frente a ella.
Empezó a leer una parte del poema, frente a la fogata, tomados de la mano y yo la miraba a ella, tenía los ojos cristalinos y húmedos,
"Me gusta perderme contigo, ir sin rumbo, caer en cualquier lugar... sé que si te tengo al lado será un día maravilloso y terminará bien. Me gusta perderme en tu mirada, desvanecerme entre tus abrazos, derretirme con el calor de un beso, sentirme vivo cuando me dices que me amas"

Con algunas lágrimas en la mejilla me preguntó "¿realmente todo eso sientes por mí?"
Le seco las lágrimas y la acerco a mi pecho y le digo, -eso y más siento por ti, me faltaría tiempo para vivir y decirte cuanto te amo, quiero que sigamos llenándonos la vida de recuerdos-

Aún acurrucada en mi pecho dice "a veces cuando me miras a los ojos, me sonríes de esa manera tan tierna, me haces lagrimear, me abrazas y amo que me digas (mi bebé llorona) que me beses y digas todo va a estar bien"

Las horas alrededor de aquella fogata fueron pasando, la luna se encontraba justo por en cima de nosotros. Después de una larga y profunda conversación entramos a la carpa.
Se echó suavemente, posé mi mano en su cálido vientre, la abracé y se pegó a mí.
"Soñé mucho este momento, despertar entre tus brazos, y que no solo sea mi último pensamiento antes de dormir sino que seas con quién duerma, sentirme protegida, abrigada, amada."
"Que esta noche se eterna, eso lo único que le pido a la vida en estos momentos, buenas noches mi bebé,"
La beso, le doy un abrazo, siento su tranquila respiración, sus ojos están cerrados y en todo ese inmenso silencio, espesa oscuridad y tranquilidad de la noche fría, me dejo llevar y me voy de viaje a mis sueños para ahí seguir soñándola...

PLEIN AMOURDonde viven las historias. Descúbrelo ahora