Mimí, quien había escuchado a lo lejos las palabras del doctor, apresuró el paso para responder la pregunta que él había realizado. Sabía que sus hermanas eran muy inocentes, y se decidirían por Mayte, pero no era justo para ella, pues si alguien podía ahorrarle el trabajo de desaparecer a su hermana, sería mucho más fácil para ella poder quedarse con todo como siempre lo anheló.
-Doctor- y qué guapo está caray, pensó -por supuesto que va a salvar a mi sobrina. Mi hermana Mayte ya vivió lo suf...- procuró decir al momento de verse interrumpida por su madre.
-Mimí- dijo mirándola con desdén -primero preguntas cómo está y luego te metes en el problema. Porque aunque seas muy su hermana mayor, antes de ti, estoy yo, SU MADRE, así que si me permites- exclamó la mujer canosa, de baja estatura, a quien también interrumpió Manuel.
-Señoras, no estoy para conocer sus problemas familiares porque esto no es una terapia. Necesito una respuesta ahora mismo. Cada minuto cuenta para ambas- se apresuró en decir. Necesitaba salir cuanto antes de eso.
-Disculpe el inconveniente Doctor, estamos algo alteradas y es un poco complicada la pregunta que nos hace -hizo una breve pausa mientras sus ojos se cristalizaban, una vez más -pero por favor, sálvelas a ambas- aludió. Tomó las manos de Manuel y por instinto, las besó - yo confío en usted.
-Haré todo lo que esté en mis manos- y el hombre se fue, sin decir nada más.
Isabel estaba en constante contacto con José Manuel, su esposo, quien se encargaba de todos los trámites en la delegación para conocer quién se hallaba detrás de todo eso, pero todos sabían que de alguna u otra manera era obra de Fernando.
-Llamé a Fernanda, me dijo que vendría en cuanto pudiera- le comentó la castaña a su pequeña hermana, cómo solía decirle.
-Debiste hacerlo, nuestra prima es muy unida a Mayte y sé que será importante para ella estar aquí, acompañándola y haciéndonos compañía también. Había olvidado decirte -murmuró bajito - qué Mimí es una desgraciada, que lastima y qué desdicha que sea nuestra hermana-.
La mujer al oír aquello se alteró, levantándole la mano a Gabriela para golpearla, pero la Doña reaccionó colocándose entre ellas.
-Voy a tener que llamar a seguridad si no se calman. Suficiente tengo con qué mi hija y mi nieta se estén debatiendo injustamente, allá adentro, entre la vida y la muerte, como para que ustedes estén aquí como perros y gatos midiendo quien es más fuerte que quien- manifestó deseando gritar con todas sus fuerzas para drenar sus emociones, pero se contuvo -en cuanto a ti- se dirigió a Mimí -sé el odio que sientes por tu hermana, pero no, no respires tranquila porque no se va a morir, ¿entiendes? Mayte n o s e v a a m o r i r. Tú deseo no sé va a cumplir hija querida, y que tormentoso debe ser para ti eso- dijo apretando sus labios para no decir más nada. Sabía el repudio que ella sentía por la rubia, conociendo su interminable rivalidad. Y no era para menos, Mayte era una mujer con un ángel y una chispa único, aunado a su belleza, sentido del humor y ganas de luchar por lo que deseaba. Despertaba envidia en cualquiera, incluso en su hermana.
Mimí no respondió nada, simplemente salió del reciento a fumar un cigarrillo para drenar su cuantiosa molestia.
Mientras tanto en la sala de operación.
-Ya le hicimos la transfusión de sangre. Es increíble como su hemoglobina estuvo tan baja, pudo haber sufrido un paro cardíaco- balbuceó asombrada a su colega, él la miró -se ve que es una mujer fuerte-.
-Si, parece una mujer fuerte. Mírala ahí luchando, con todos esos moretones. Pobre, fue un día difícil para ellas- comentó Manuel terminando de verificar que todo estuviera en orden para intervenir de una vez.
-Ay Manuel la verdad estoy algo ansiosa, es un caso complicado- dijo Jazmín para terminar de colocarse el tapabocas.
-Ellas estarán bien. Somos buenos en esto, a ambas las tendremos con vida, confía- aludió. Para comenzar a realizar su labor.
Procedieron con cautela a operar. El doctor realizó una incisión en el vientre de la mujer con mucho cuidado pues tenía varios hematomas. Estaba algo nervioso, porque aunque tomaron las pulsaciones del bebé, no pudieron realizar la ecografía pertinente para conocer el estado del mismo. En la ejecución, lograron sacar a la bebé y se encontraron con una grata sorpresa, el feto prematuro tenía la bolsa amniótica intacta, para ellos significaba dicha, por lo que la pequeña Samy sería una niña suertuda, era difícil de ver ese tipo de nacimientos y más en un bebé prematuro. La llevaron de una vez para darle las atenciones necesarias, su temperatura corporal era baja, y tenía dificultad para respirar, no se escuchó un llanto fuerte al nacer por lo que procedieron a asistirla lo más rápido posible.
De repente Mayte comenzó a convulsionar y su ritmo cardíaco descendía a pasos acelerados. Los doctores al darse cuenta corrieron a colocarle un anticonvulsivo. Comenzaba a empeorar la situación, hasta que su corazón se detuvo.
-No, no noooo- gritaba Manuel. Todos comenzaron a actuar exasperados -el desfibrilador, ahora- pidió asistencia inmediata.
Una vez que estuvo en sus manos, acudió rápidamente a reanimar a la paciente -1,2,3 vamos- decía, apoyando los sensores en el pecho de ella, pero está no reaccionaba.
-Aumento de descarga 1,2,3- de nuevo apoyó los sensores en su pecho -tu eres fuerte Mayte, vamos, vamos- pero una vez más fue en vano -maldita sea- gritó Manuel una vez más. Para cualquier persona no había nada que hacer, pero él era un hombre que no se rendía tan fácilmente y le había tocado luchar más de una vez con la muerte. Así que sin pensarlo dos veces, colocaron a aquella mujer una inyección de adrenalina y lograron avivar su corazón de nuevo, llevándola a un ritmo cardíaco estable.Todos suspiraron y se calmaron, incluyendo a Manuel, quién de una vez procedió a culminar la cirugía. Ella no desertaba, pues se encontraba en un "lapso amnésico temporal" pero estaba ahí, con ellos y eso los tranquilizaba, tenían fe de que la bella mujer saldría de eso. Luego de eso se ocuparían de su trauma cerebral para que pudiera continuar con normalidad su vida.
Una vez finalizada la operación. Un Manuel aliviado se quedó en la habitación con Mayte, agradeció a Dios permitirle hacer lo que tanto amaba, y permitirle a esa mujer estar con vida para ver crecer a su pequeño retoño. La observó detenidamente, tenía su pómulo hinchado y los colores que adornaban partes de su rostro eran una mezcla entre morado, verde y rojo. Generaban una sensación de dolor, de angustia y miedo. Esos golpes solo le hacían pensar como alguien podía ser capaz de dañar a un ser humano tan hermoso.
De repente, unas enormes ganas de cuidar a la mujer que yacía en aquella camilla se apoderaron de él. Estaba dispuesto a no separarse de ella hasta ponerle fin a esa terrible pesadilla.
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En Carne Viva
FanfictionSolo un hombre logrará sacar a Mayte del abismo al que fue arrastrada, permitiendo que ella se levante con más fuerza que siempre y demostrándole que el amor todo lo puede.