Capítulo 7

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Hola! Gracias por sus comentarios, aunque estaba pensando en pausar la web. Ya que bueno, es un poco difícil actualizar. Espero que les esté gustando la trama, y muchísimas gracias por leer. También estoy subiendo one shots Maynel, para las que gusten echarles un vistazo, están geniales.

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-Familiares de Mayte Lascurain- dijo una doctora acercándose a donde estaban Isabel, Gabriela y Doña Mimi.

-Si, somos nosotras –levantó Isabel su mano, con cierto nerviosismo. Su corazón latía desbocado.
Me veo en la labor de informarles que la señora se encuentra, estable, dentro de los niveles relativamente normales. La operación estuvo complicada, pero hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos. Mayte es una mujer fuerte, y se recuperará. Por lo pronto, debemos mantenerla en observación, hasta que despierte- explicaba con detenimiento.

-¿Cómo?- preguntó Gabriela sin entender esto último.

-Pues estuvimos a nada de perderla, pero sus ganas de vivir pueden con todo. Sin embargo, continúa en estado amnésico temporal. Y pueden pasar días, semanas o incluso meses para que pueda despertar. Ahora si me disculpan- procedía a retirarse cuando la mano de la mujer mayor, la retuvo.

-¿Y mi nieta?- inquirió mirándola.

-Oh, sí. La pequeña Samanta se encuentra estable también, por lo pronto tendrá que tener los cuidados necesarios y pasar por ciertos ciertos tratamientos que se le harán hasta que cumpla con el tiempo necesario para darla de alta, puesto que como saben la niña nació prematura y eso no le permitió su completo desarrollo natural. Si no le molesta, alguna de ustedes que por favor me acompañe a firmar estos documentos- agregó, girándose para marcharse. Doña Mimí y Gaby miraron a Isabel, como diciéndole que era ella la indicada.

Habían pasado tres meses. Tres meses en los que Mayte no despertaba aún, tres meses en los que Isabel y Gabriela compartían sus actividades para ir a cuidar a su hermana y a su sobrina. Tres meses en los que la empresa se había vuelto un caos gracias a la mala administración de Mimí y no podían hacer absolutamente nada. Tres meses en los que aún no se había esclarecido el caso del intento de asesinato, ni mucho menos del divorcio por lo que le daban pie y ventaja a Fernando sobre muchas cosas en la vida de Mayte. Por suerte, él aún no había aparecido.

Tres meses también, en los que el doctor Mijares no se separó de ella ni un solo día, siempre iba a visitarla y a contarle algo de su día. Estaba ansioso por verla despertar,  invitarle un café, conversar con ella, y recordarle que él estaría para lo que ella necesitase. Se preguntaba si sus ojos eran verdes, café, o azules. Si su voz era suave, dulce y tierna. Porque eso le transmitía ella, aun postrada en una cama.

-Tres meses May, y aún no despiertas. ¿Sabes? quiero que conozcas a tu hija, es preciosa, tanto como tú- acariciaba su mano, entretanto observaba las flores que había dejado en el jarrón –por cierto, te traje algunas rosas, no sé si sean tus favoritas pero seguro te alegraras al verla cuando despiertes- sonrió levemente –bueno, ya me voy, vendré mañana a verte. No me olvides- terminó de decir para marcharse. Parecía que conocía a esa mujer, de toda la vida. Había una gran conexión entre ellos.

Isabel, se había percatado de la presencia del doctor, y de la insistente visita de él a su hermana. Era normal verlo por ahí, de vez en cuando, en chequeos rutinarios de la rubia. Sin embargo sabía que había algo más, ante tanta recurrencia.

-Doctor, que pena, disculpe- dijo saliendo de sus pensamientos y chocando con él en el pasillo del hospital.

-No pasa nada. Tú debes ser familiar de la señorita Lascurain, ¿no?- preguntó con curiosidad –recuerdo haber visto tu ca..- ella lo interrumpió –sí señor, soy su hermana-.

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2020 ⏰

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