Capítulo 1

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— Vamos Lu, última semana en el insti. — dice mi madre en su intento de despertarme número 500.

Si no tuviera una prueba hoy, juro que inventaría alguna enfermedad no descubierta por ahora; quizá no me creerían, pero no pierdo nada intentandolo.

— LUCÍA, YA ES HORA... Llegas tarde y te quedas sin teléfono por un mes.

Abro mis ojos y de un salto me levanto para irme al insti. No puedo dejar a mi pobre bebé en sus manos.

Cuando estoy lista voy a la cocina, arreglando mi cabello y terminando mi maquillaje en el pasillo que separa nuestras habitaciones.

— Mamá, hoy saldré con Julián al parque. — le informo para que no se preocupe y me llame cada cinco minutos.

— Con cuidado Lu, no vengas tarde y cualquier situación extraña me puedes llamar. — dice y me abraza como gesto de despedida.

— Si mamá, todo bajo control. Nos vemos.

♥∞♥∞♥∞♥∞♥

Esto de tener que caminar al insti cuando tu novio tiene auto es sin duda una falta de respeto. Julián debió buscarme a casa, asi no me cansaría y mi entusiasmo estaría al cien... ¿A quién engaño? Ni así quisiera venir.

Voy cruzando una de las calles cuando de repente escucho a alguien decir mi nombre.

—Lucía?

—Depende. ¿Quién eres? ¿para qué la buscas? Ya tiene un novio guapo.

El chico frente a mi suelta una suave risa burlona ante mis palabras y se me hace inevitable fijarme en lo encantador que le hace el sonreír de esa manera, bueno, la verdad es que no está nada mal el chico. Es muy blanco, casi del color de la leche; ojos miel, cabello negro y una sonrisa encantadora que decora su rostro de papichuli... Sin hablar de lo bien que se viste.

Ok, calmate lucía. Recuerdas a Julián? Tu guapísimo novio, el que más te ama y con quien tienes planes esta tarde.

Gracias consciencia, no sabía que lo tenía, eres muy dulce al recordarlo en este momento.

— Eres preciosa, pero también tengo novia. — auch, codazo en una chichi — Solo te busco porque, según la programación que envió el maestro Molina, debo trabajar contigo en el proyecto de fin de semestre y tenemos que investigar algunos temas antes del viernes.

— Ohh, si. La verdad no revisé la programación, pero gracias por decirme y presentarte. Pues, hoy tengo planes en la tarde y no creo que pueda quedarme a conversar sobre ello, pero si se te ocurre alguna idea puedes escribirme a este número -le escribo mi número en la muñeca y le dedico una sonrisa tímida antes de despedirme — te veo luego... — me quedo en silencio porque, aunque lo examiné detalladamente, ni siquiera le pregunté el nombre.

— Oliver. Mi nombre es Oliver, y fue un placer conocerte Lucía.

— Puedes llamarme Lú, y lo mismo digo Oliv.

Lo veo marcharse con esa sonrisa que sin duda debe flechar a más de una y solo puedo pensar en que el maestro debió asignarnos trabajar con los alumnos del otro turno desde mucho antes.

— Lú! Estás aqui en la tierra? Toc toc — siento dos pequeños golpesitos en mi frente que me hacen reaccionar de mi fantasía con el chico que se acaba de ir hace unos segundos.

— Mi pequeño grilli ¡lo siento! Estaba... Ya no importa. Ven aqui y dame un poco de amor. — tomo su cara con ambas manos y pego nuestros labios.

Julián, mi novio desde hace 4 años, la persona más increíble que he conocido... Es el prototipo de chico tranquilo y tierno que te atrae con solo decir Hola. Su cabello es castaño claro con destellos casi rubios, sus ojos color café y su cuerpo está de infarto.

— Bien. Te veo después de clases en el estacionamiento, tengo algo que hablar contigo.

— Seguro, allí te veo.

Al terminar mi última clase voy directo al estacionamiento y de camino escucho mi nombre a lo lejos, esta vez es una voz femenina y muy familiar quien me llama. Cuando volteo me encuentro a quien menos esperaba ver...

Dibujando un Arcoíris🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora