Capítulo 5

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¡SORPRESA!

Este capítulo está dedicado a todas mis grillis del grupo de whatsapp, que me demostraron que no importa si decido terminar o no esta historia, siempre me apoyaran🌈💕 las quiero.
Y gracias a una de mis mejores amigas por enviarme esta imagen para el capítulo.

Melody me deja en casa, y me dice que vuelve en la noche. Debo confesar que no paro de darle vueltas en mi cabeza a lo que dijo:

"Él nunca te ha dejado de hablar, y porque lo haga solo un día no significa que su relación esté en riesgo..."

¿Será que si estoy siendo muy exagerada con todo esto?

Claro que lo eres, si no, no serías Lu.

Gracias, querida consciencia, pero no te pedí opinión. Vuelco los ojos y caigo en cuenta que estoy más loca de lo que parece... Hablo con mi consciencia como si es una persona, genial.

Suspiro y decido darme una larga ducha para apartar todos esos pensamientos y las teorías sobre lo que le sucede a Julián.

Cuando salgo y me estoy poniendo uno de mis atuendos que parecen de vagabunda deprimida, mi escandaloso teléfono comienza a sonar, y como buena nomofóbica, me quedo a medio vestir y contesto la llamada sin siquiera ver el nombre de contacto.

—Buenas tardes, MagiLu. No me digas que tu superpoder es el mismo que el de una striper.

Esperen... ¿Cómo que una striper?

Veo mi teléfono y me doy cuenta que es una videollamada.

¡Malvada sea!

—Pervertido.

Tiro el pequeño aparato y comienzo a vestirme repitiendo mil veces que soy una tonta por no darme cuenta antes o haberme vestido siquiera.

Lección del día: revisar las llamadas que lleguen al móvil antes de contestar alguna. (Y asegurarse de estar vestida)

Me pongo una sudadera de esas en las que entramos cinco Lucía's y que Julián dejó en mi casa, para que Oliver no vea mi lado de cenicienta.

—Ya, estoy lista. ¿Por qué haces videollamada sin avisar? Bien pude haber estado en plan romántico con mi novio y... Y...

—Si, podías haber estado en plan romántico — hace el gesto de las comillas mientras lo dice y con la burla indiscreta en su tono. — pero siempre estaba en ti el contestar o no.

—Como sea... ¿Qué ocurre?

—Pues, el profesor con quien presentaba una de las pruebas finales envió un correo notificando que no podía asistir hoy y pospuso la evaluación para el viernes en el turno de la mañana, por lo que pensé en llamarte a ver si estabas libre y podíamos hacer el informe.

—Si, bueno, claro que estoy libre.

—Bien, si quieres puedo pasar por ti en 20 minutos y vamos a la biblioteca del insti, ¿te parece?

—Está bien, te espero.

—Y Lu, ponte algo de ropa

—Ja ja, muy gracioso.

Vuelco los ojos y me cercioro que la videollamada terminó. Corro a buscar ropa y comienzo a arreglarme, busco mis apuntes y espero que mi compañero llegue.

La corneta de la camioneta de Oliver me da el aviso de su llegada. Voy a la entrada y lo veo esperando por mi.

—Al fin, ya tenía horas aqui afuera. — Ve su reloj como si llevara una cuenta.

—Mentiroso, acabas de llegar.

—Bueno, sube ya. Mi tiempo es oro.

Me subo al asiento delantero y él comienza a manejar rumbo al insti.

El camino a la biblioteca no es muy incómodo, la música que Oliver pone en su reproductor me gusta mucho, asi que me relajo y veo por mi ventana sin pensar nada más.

Ya en la biblioteca unimos las investigaciones y los apuntes que teníamos, no nos tomaría mucho tiempo, pero él parece un hermano perdido de Melody, porque no para de hablar y se distrae con mucha facilidad.

—Listo, somos un gran equipo, MagiLu.

—Si, habríamos terminado mucho antes si no te distrajeras tanto. — me río y nego con la cabeza.

—Oh vamos, debes admitir que te diviertes conmigo.

—Uy si, es lo mejor, el sueño de mi vida se cumplió, gracias destino por poner a este chico tan gracioso como mi compañero.

—De hecho... No fue el destino, fue el maestro Molina quien te dió el privilegio. — Sonríe de forma coqueta y me guiña un ojo.

—Ok, casanova, es suficiente. Llévame a mi casa, por favor.

—Si, no creo que pueda llevarte, tengo una cita con tres chicas y, a no ser que quieras, puedes ser la cuarta.

Me quedo inmóvil porque no sé que decirle, pero me voy por lo seguro, dos palabras y adiós.

—Está bien, adiós.

Me levanto de la silla con mis cosas, me doy media vuelta y camino hacia la puerta del insti para irme a mi casa.

♥∞♥∞♥∞♥∞♥∞♥∞♥

Al llegar a mi casa, me cambio a mi súper atuendo y preparo mi cereal para cenar, porque estoy realmente agotada y también no sé hacer otra cosa para comer.

Mi mamá llega del trabajo con Isabella y me dice que quiere hablarme de algo, asi que manda a mi hermanita a ducharse mientras ella me guía a la sala. La confianza que le tengo me hace estar tranquila cuando me dice eso, porque es tan igual que la que tengo con Melody, hay detalles que quizá no le comente porque ya saben que las madres siempre van a vernos como niños indefensos en un mundo cruel, y puede que no le gusten.

No siempre hemos sido nosotras tres, mi papá vivía con nosotras hasta hace unos años que decidieron separarse y él se fue a casa de mi abuela, desde entonces solo lo vemos algunos domingos que pasa a recogernos para que pasemos tiempo juntos y algunas festividades como cumpleaños o actos escolares de Isa.

Mis padres no son los típicos divorciados que se odian y ponen a sus hijos en medio de todos los problemas que existen entre ellos, de hecho, son amigos. Mi familia no es nada perfecta, hay discusiones como en cualquier otra, pero para mi es la mejor y no la cambiaría por nada en el mundo.

—Lulu, cuando pasaba a buscar a Isa a la danza, recibí una llamada de tu tía Sandra y me dió una noticia que lamentablemente no te gustará.

Sandra es la hija de mi nana, la que cuidaba de mi cuando era una niña y mis padres tenían que trabajar para que a mi no me faltara nada. Solo ver la cara de preocupación y tristeza que tiene mi madre hace que por mi mente pasen millones de cosas y que los latidos de mi corazón aumenten el ritmo con cada segundo que pasa.

—Tu nana...

Dibujando un Arcoíris🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora