CAPÍTULO 11

480 77 4
                                    

El estado de ánimo de Hongjoong era bastante inestable, cuando estaba con ellos, podía verse triste y a los dos segundos sonreía y se reía como si todo fuera perfecto, eso confundía demasiado a Mingi, lo que sí entendía, era que no debía mencionar ciertos temas, porque podía decaer, pero por otro lado sí quería hacerlo, no para hacerlo sentir mal, sino para intentar ayudarlo y quitar esos pensamientos que tenía, Hongjoong creía que todo lo que sufría se lo merecía, y eso no lo soportaba, quería hacerle entender de alguna manera, que no era así.

Después de clases, Mingi invitó a Hongjoong al río, ésta vez sin Wooyoung, para poder hablar más con él. Tardó al menos una hora para empezar, ya que Hongjoong no dejaba de reír y no quería arruinar su ánimo, pero no podía dejarlo pasar, ya que la última vez no logró decirle nada.

- Hongjoong -

- ¿Sip? -

- ¿Queres hablar? -

- ¿No lo hacíamos ya? -

- Me refiero, a que si necesitas desahogarte por algo -

Hongjoong sabía de qué estaba hablando, pero como siempre, intentaba evitarlo - no, no lo necesito -

- ¿Seguro? -

- No es necesario -

- Lo necesitas... se nota -

- No mingi - su voz se quebró de repente - por favor -

- Puedo notar el nudo en tu garganta, dejalo salir -

- Ojalá fuera otro tipo de nudo -

- ¿Que dijiste? - se sobresaltó - no vuelvas a decir eso -

- Mingi no quiero hablar, solo... dejame seguir sonriendo - le suplicó mirandolo a los ojos.

Solo bastaron esas palabras para hacerle entender que los únicos momentos alegres que lograba tener Hongjoong era cuando estaba con ellos, con sus amigos. Así que cambió completamente de idea, y prefirió darle el gusto, ni siquiera era necesario hacer algo divertido, Hongjoong sonreía igual cuando estaban juntos, y aunque era un poco inentendible, Mingi podía sentirse un poco relajado. Tan sólo con ver la ternura que irradiaba sólo con respirar, tan sólo con verlo juguetear con el pastito que sacaba de la tierra entre sus pequeños dedos, mientras soltaba risitas con cada estupidez que Mingi decía, tan sólo con ver a ese dulce chico que siempre se escondía debajo de su gran buzo rosa, le bastó para sentir que necesitaba proteger a ese pequeño.

Protector - MinjoongWhere stories live. Discover now