Under The Milky Way (Ron Weasley y tu), Segunda Temporada

Capítulo 12

Hola!!!!

Ya sé, soy la peor de las peores, peor aquí estoy, tarde como siempre, y es que no logro avanzar con esta historia (ni con ninguna otra en realidad), pero es que tengo dilemas morales respecto a esta y creo que es eso lo que me ha impedido avanzar. Por favor lean la nota importantísima que dejaré al final de capítulo. 

Y antes de pasar al capítulo quiero agradecer a todas por sus comentarios, los leí en el mismo momento en que los publicaron y aunque no me he dado tiempo para responderlos (pero lo haré), sí los leí y han significado mucho para mí, nunca imaginé recibir tanto apoyo, y me hace sentir que vale la pena escribir. En serio no se imaginan lo que es para mí, les prometo que cada vez que comentan me siento mil veces mejor que cuando recibo una buena calificación en mi universidad. Ustedes me encantan y les agradezco con todo mi ser que me sigan leyendo <3

P.d:  la canción de arribita la puse porque es demasiado hermosa y siento que pega bien con el capítulo y la historia en general. El video es raro, pero la canción es bacan.

Capítulo 12

Si esto llegase a acabar, si esto pareciese acabar

Ve mis ojos, mírame directo a los ojos

Yo sabré mentir a Dios

Por verte hoy.

Mataz – Lucybell

― Me iré mañana, el aviso decía dos... ― Es resto de la oración murió en mi boca al ver que no era el elfo quien tocaba. Nada más y nada menos que Ronald Weasley estaba parado en medio del corredor, y de un segundo a otro ya estaba dentro mi habitación del hotel.

― ¿Te vas? ¿Cómo que te vas? ― Preguntó el pelirrojo y la confusión se hacía evidente en sus ojos

― Ron... ¿qué haces aquí? ¿pasó algo con mi padre?

― No, no, por supuesto que no, yo venía por-por... no lo sé, creo no debería haber venido ― Su azul mirada recorrió impaciente la habitación, buscando una excusa quizás, y se posó justamente en el baúl abierto donde dejé a medio doblar las faldas ― ¿En serio te irás? Y no pensabas decirme nada ― su voz se escuchaba indignada y temblorosa ― ¿Estás... huyendo o algo así?

― ¿Qué? Claro que no, no estoy huyendo, solo estoy...

― Porque no dejaré que te vayas ― Declaró Ron y en un rápido movimiento, casi violento, me acercó a él, con su mano levantó mi mentón y sin más me besó.

El beso fue tan repentino que no atiné a responder de ninguna manera, es más, ni siquiera alcancé a cerrar los ojos por la impresión.

― ¿Qué haces? ― Pregunté intentando alejarlo. Por Merlín, no quería que se alejara de mí, pero no puede venir a besarme así cuando la noche anterior me rechazó.

― Intento que te quedes, sí. No soy buenos con las palabras y creí que... si te lo demostraba...

― ¿De qué demonios estás hablando?

Ron se tomó su tiempo en pensar una respuesta, finalmente me miró fijo a los ojos con su ceño fruncido y la punta de las orejas coloreándose de a poco. Casi sentí ganas de apartar la mirada pero las ganas de saber qué iba a decirme eran más fuertes.

― Ya no puedo con esto, no puedo guardarlo más y soy pésimo mintiendo

Quería echarlo del departamento por aquella confesión, quería ponerme a llorar, lanzarle algún maleficio y gritarle que no dejaría que siguiera jugando conmigo, pero él continuó hablando antes de que pudiera hacer cualquier cosa.