Aún recuerdo esos días de secundaria, siguen frescos en mi memoria y jamás me voy a cansar de repetirlos en mi cabeza.
Amo la primer sonrisa que me dedicaste, la primer conversación que tuvimos, las bromas que intercambiamos, las miradas tímidas y cómplices dentro del salón.El día en que dijimos nuestros sentimientos, todo.
Amo cada detalle de ti desde que te conozco.
Me enamoré de ti de la forma más profunda y sincera que alguna vez en mi vida lo pude haber hecho, tienes una y mil cosas que jamás creí poder dar.
¿Qué puedo escribir de ti que no sea cliché o te haya dicho ya?
Amo tus manos, tus ásperas y cansadas manos que al entrelazarlas con mis pequeños dedos, sé que son fuertes y quiero sostenerlas toda mi vida.
Amo tu respiración, cuando está agitada y emocionada, cuando está cansada y nostálgica, cuando erradia ira y desesperación, cuando está tranquila y la emites desde el quinto sueño.
Amo tu sonrisa ancha que forma cada detalle de los pliegues en tu piel y deja ver todos tus dientes.
Amo tu mirada, no tus ojos, tu mirada, tan transparente, tan emotiva, tan especial y única, amo que la dirijas hacia mi y que quizá por unos minutos, es solamente mía.Amo tu egoísmo tierno, ese que me hace sentir cotizada e importante, ese que, al ver tu ceño fruncido me causan ganas inmensas de besarlo.
Amo tu cabello, rizado, alborotado, esponjado y negro como la misma noche, la sensación de pasar mis dedos y enrrollarlo con mis dedos, siempre me transmite paz y deseo, de no querer estar en ningún otro lugar más que oliendo el aroma de tu shampoo.
Amo tu calor, la sublime sensación de tus brazos a mi alrededor, escuchando el latir de tu corazón, sabiendo que tengo la dicha de vivir en el mismo tiempo que tú.
Amo tu voz llamándome "amor", "mi vida", "mi bebé", "mi sonrisa de ardillita", "corazón", amo cuando te levantas y me hablas en tono rasposo y soñoliento, cuando te emocionas y gritas, ríes y me besas, cuando me siento maravillosamente contenta de poder escucharte.
Amo tu nariz, ancha y llena de vida, amo cuando la arrugas en señal de desaprobación, cuando se ensancha justo cuando ríes, cuando la frotas con la mía y compartimos ese pequeño pedacito de cielo y paraíso con sólo un gesto.
Amo cuando gritas, cuando golpeas, cuando pateas y rasguñas, amo cuando rompes, mueles y gruñes.
Amo cuando te burlas, cuando usas tu ironía y tu sarcasmo, cuando desesperas, cuando creas, e incluso, cuando resuelves.
Amo simple y sencillamente el hecho de que eres, eres y no dejas de ser.
Amo incluso cuando lloras, cuando te sientes mal y crees que no puedes, cuando me dejas ser tu pilar y levantarte en momentos de debilidad.
Cuando somos uno y nada más.
Incluso si esto conlleva que sea yo quien cargue con todo.
Incluso si después de todo, soy yo quien se siente insuficiente, quien llora a escondidas y no tiene a donde ir.
También si yo soy quien te hace brillar y fui yo quien sacrificó su luz para dártela a ti, por qué verte a ti brillando, es más vital para mí que su propia existencia, el que seas tú seas quién ocupe el lugar más especial en el cielo, por encima de cualquier estrella, constelación o cuerpo celeste, eres tú quien lleva lo mejor de todo.
Incluso si debo quedarme en soledad sólo para verte aunque sea unos minutos, horas, ¡qué va!, el tiempo es relativo si voy de tu mano.
Sin embargo, ¿Qué es esto que cae de mis ojos?
Lo he hecho todo, tú continuas siendo la más grande maravilla, cautivas a todas las personas con únicamente tú existencia, ¿Por qué es entonces que lloro?
¿Por qué es que me siento tan sola?
¿Por qué el calor de tus brazos se ha vuelto el frío más abismal que alguna vez haya sentido?
¿Por qué el que te enojes me causa miedo?
¿Por qué es que ahora siento que me desvanezco?
Te lo dije, te amo más que a mi vida, más.
Eres mi luz, mi lucero, mi más valioso tesoro.
¿Por qué me dueles tanto?
Extraño tus besos tiernos, tus caricias por mi rostro y el leve rubor de tus mejillas al abrazarme, extraño tu sinceridad al sostener mi cintura con tus manos, el brillo de tus ojos al verme a tu lado, el que me admires y creas que soy lo mejor para ti.
Dime, ¿Aún crees que lo sea?
Te extraño.
Ya ni siquiera de forma física, extraño lo que eres, te extraño muchísimo.
Amo sentir tu rostro sobre mi hombro y tus cariños en mi oreja, amo el ir caminando y sin necesidad de música, dar vueltas por el pavimento, amo tus besos en mi cuello y mi reacción al sentirlos, amo que tus risas entre aliento choquen con mi piel y me erices con dulzura.
Cariño, ¿Por qué me dueles tanto?
El amor no debería doler.
¿Por qué es que yo lo siento así?Ven, dime que me amas otra vez, dime qué soy la mujer de tu vida y ponme el anillo que viene con miles de promesas y sueños.
Dime qué aún soy lo que esperas.Eres lo mejor de mi vida, por favor, ya no me duelas más...
Te quiero, te amo y necesito, te quiero conmigo, no quiero sentirme así.
Pero vamos, ¿Mínimo esto te va a interesar? ¿O se quedará en un pensamientos de madrugada?
Te extraño.
Escucha mis súplicas, te amo y te quiero cerca de mi siempre, quiero todo lo que tú me brindas, te quiero a ti, a ti y a nadie más.
Si, si eres mi elemento vital.
Quiéreme, aunque sea poquito, aunque causé lástima, aunque me vea ridícula.Quiéreme, te necesito más que a cualquier cosa.
Vuelve a mí, escucha mi silencio, mi inquietud, mi llanto, mi soledad.
Vuelve, eres mi centro gravitacional que hace mi mundo girar, no tiene sentido respirar si no te decides quedar.
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𝕷𝖎𝖛𝖎𝖓𝖌...
RandomPensamientos bohemios de madrugadas en cuarentena... ☢️Nada personal. ☢️ Tonterías y reflexiones. ☢️Bleh