Acostado en esta cama de caravana mil pensamientos transcurren por mi mente sin tener control sobre ellos, me voy dando cuenta de lo realmente duro que es estar solo y nunca me había parado a pensarlo de esa manera. Aunque se que tengo a mi lado a Rafa y a Nia, siento un vacío interior que me hace pensar si realmente es una verdadera amistad o solo simple pena. Mil voces hay en mi cabeza batallando entre ellas como gladiadores, muchas intentan convencerme de que no, ellos son mis amigos y mis mayores apoyos, es lo que siempre intentan dejarme claro ya que la desconfianza no me deja avanzar. Ellos están y estarán para mi siempre es lo que suelen repetir, que no tiene sentido que fuese por pena pues ya se habrían ido si así fuese, que me quieren, que no todo siempre es negativo. Otras tantas voces me susurran al oído que no es cierto, que no me fíe y que ya me han echo demasiado daño en el pasado para volver a confiar en alguien que después se irá al encontrar alguien mejor.
Pero por lo que he oído se que ese es el ciclo de la vida, creces y conoces gente, la pierdes y encuentras más, Algunos vuelven y se quedan y otro se van,
para no volver.
Pienso en que ojalá tú fueses de esas personas que vuelven para quedarse.
Busco en mi interior buenos momentos para intentar luchar contra estos malos pensamientos que intentan poseer mi mente a cada segundo que pasa, y solo te encuentro a ti, recuerdo ese día en el salón de mi casa junto a nuestros amigos mientras cantábamos y solo deseaba quedarme allí a vivir eternamente, junto a ti.
Recuerdo cada una de tus palabras cuando te decía estás mismas frases, cuando te decía que quería que fuésemos eternos y tu me respondías que no sabías cuanto iba a durar,
pero iba a ser especial.
Duró meno de lo que me imaginaba, y cada vez que lo pienso mi estómago se revuelve y siento la necesidad de vomitar mil mariposas muertas que siguen en mi esperando que vuelvas algún día a darles vida. Mi corazón cada día pierde más la esperanza de volver a sentir tu calidez y mis manos están empezando a perder el recuerdo de tu piel,
por eso, amor
si vas a volver,
no tardes, por favor.
Me levanto de la cama dejando escapar todo el aire de mis pulmones, llevo horas sin verte y quizá no estoy preparado para que esto vuelva a ocurrir pero debo hacerlo. Salgo de la caravana sujetando mi cuaderno y me acerco a vosotros intentando parecer seguro a lo que por dentro sigo siendo un vidrio apunto de caer contra el suelo y romperse en mil pedazos. Observo el panorama y todos están alrededor de una fogata sentados en cojines mientras conversan de cosas banales y os contáis lo que habéis hecho estos meses, Rafa sigue hablando con Eva y Bruno, al parecer bastante entretenido así que solo me siento a su lado sin decir nada pues no quiero molestar en su conversación.
━Hey Gèrard ¿Cómo estás? ━Pregunta Eva mientras me sonríe.
━Bien, bien. ━Le respondo mientras intento acomodarme en el cojín del suelo.
━¿Seguro? No viniste a saludarme cuando llegamos... ¿Pasó algo?
━No, de verdad que no solo no tuve tiempo... lo siento. ━Le digo sonriente y me acerco a abrazarla, pues he de convencerla de que no ocurre nada.
Eva asiente y siento que se me quita un peso de encima, tampoco quiero que esto afectase a mis amistades mas cercanas. Dejo que vuelva a conversar con rafa pues no quería molestarles más y me fijo alrededor, todos están en pequeños grupos conversando bastante animados pero mis ojos llegan a ti y me paralizo. No estás mal, y eso me gusta, tu sonrisa brilla como lo hacía meses atrás la última vez que te vi y se que estas feliz o eso quieres hacer ver.
No puedo evitar sonreír al verte,
estas preciosa,
bueno siempre lo has sido cariño.
nunca me cansaré de decir que si hubieras conocido tanto a Venus como a Afrodita ambas estarían envidiosas de tu belleza; pues me he dado cuenta con el paso del tiempo de todo aquello que representa tu ser, de que eres la unión de las nueve musas en un ángel que vive en la tierra.
