¿Que nos habrá pasado?

847 45 8
                                    

Pierdo la noción del tiempo en esta habitación donde todo me recuerda a ti, miro allá donde voy pero no busco un rumbo ni sigo un camino en este lugar triste y gris, siento como mis hombros pesan cargando un saco de tristeza y llantos que no logro sacar de mi, amor, tu ya no estas y no encuentro sentido ni forma de expresarme correctamente. Te he buscado en cada rincón de mi cabeza para extirparte de mis pensamientos y dejar por una vez de lamentar que te has ido, encontrando únicamente tus "te quiero" al oido y un sinfín de promesas por cumplir. Me siento cohibido ante estos pensamientos que no me dejan avanzar, que me gritan en las noches diciéndome que nunca volverás y aunque razón no les falta siento un ápice de esperanza cada vez que pienso en verte. Escucho murmullos a mi alrededor que me recuerdan que no valgo, siempre están recapitulando cada defecto que cargo en mi para atarlo a mis muñecas; nunca fui suficiente, me dicen que te mereces mucho más, que no te di felicidad y que, cariño por eso te fuiste.

Te veo al otro lado de esta habitación, reposas en mi ventanal a la luz de la luna y no se quien brilla más, si tú o ella. Recorro cada centímetro de tu cuerpo con mi mirada observándote tanto la piel como el alma, suspiras y susurras versos apenas audibles haciendo que mi corazón se desmorone en cada una de tus palabras;

recuérdame

hoy me tengo que ir amor,

recuérdame,

no llores por favor.

Siento como el miedo de que te vuelvas a ir se apodera de mi cuerpo, lágrimas y suplicas vuelven a mi cuando empiezas a desvanecerte entre las sombras dejando en mis manos algo menos que polvo gris,
Y se que esto no es sano, se que somos jóvenes y tenemos mucho por vivir pero ¿Como se puede olvidar a aquella persona que te salvo la vida con su querer?
No te vayas amor,
por favor acuéstate a mi lado
No te vayas amor,
te necesito aquí
Cada noche se hace mas pesada cuando no escucho tu reír
Siento mil cargas en mi espalda que están deseando salir
Por favor, amor
necesito un poco de tu cariño para seguir.

Un sarandeo consigue que salga de aquel trance donde estaba, observo a Rafa en el asiento de al lado mirándome con su mítica sonrisa pilla que tiene al despertarme cada día tras un profundo sueño.

—Buenos días dormilón. —Ríe Rafa acariciándome el pelo, a lo que respondo con un gruñido.

—¿Ya hemos llegado? —Pregunto con la voz aún ronca por el sueño.

—Así es, y somos los primeros en llegar así que vamos a buscar un buen sitio donde poner la caravana.

Asiento y me coloco bien en mi lugar, bostezo mientras abro la ventanilla sacando un poco la cabeza en busca de aire que despeje mis pensamientos. Apenas serían las seis de la tarde cuando encontramos el sitio ideal donde aparcar con unas maravillosas vistas al lago que tenemos alrededor, observo todo aquello que nos rodea y disfruto del aire que llena mis pulmones dejándolos frescos de nuevo, si había algo que amaba del campamento era la desconexión pues solo oía el cantar de los pajaritos y el sonido del agua en tranquilidad. Aun así sentía como el miedo se apoderaba de mi a cada segundo que pasaba, me sentía alarmado por cualquier sonido de motor o voces que no fueran la de Rafa comentando que tenía muchas ganas de ver a sus amigos. Y es que la iba a volver a ver, y no, no estaba preparado para aquello, no quería quedarme en blanco ni salir corriendo al verla. Sentía como mis piernas empezaban a temblar y mi rostro se ponía aun más pálido de lo habitual, decidí andar hacia el río sentándome en una roca de un tamaño considerable en busca de algo más de paz mental. Y no se cuando tiempo pasaría mientras meditaba y tarareaba alguna que otra canción de Frank Sinatra pero un revuelo de voces llamó mi atención algunos metros atrás de la zona de caravanas, me levanté y caminé hacia esos murmullos que poco a poco se volvían una conversación al parecer bastante animada.

dreams | geranneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora