Página 8: Presentando un día de sombra.

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Esta vez romperé el formato con el cual comenzaba a escribir las páginas de esto que lees y lo rompo porque ¿quién no se ha cansado en algún momento de hacer lo mismo? o ¿cansado de seguir sus propias reglas? no digo que me cansé de preguntar o de jugar con tu mente, pero es bueno salirse de las normas que establecemos para nosotros mismos, sólo, de vez en cuando, porque seguimos siendo esclavos de lo que creamos, en este caso de lo que escribimos o... leemos...

Hoy salgamos de estas páginas y viajemos, te llevaré al lugar donde me encuentro en estos momentos y decido escribirlo para ti, para que disfrutes un día cualquiera de un demonio. Estoy en un, como decirlo, viaje de trabajo pero no tengas tantas expectativas el lugar siempre se ve igual estés en cualquier parte del mundo o del universo.

La atmósfera está despejada siendo un inconveniente para lo que vine a hacer por lo que me convertí en la sombra de un poste mientras escribo y espero aparezca la persona indicada o a quién vine a buscar mejor dicho, porque todos somos indicados pero no a todos nos toca. Sólo vengo a enseñarle a alguien lo hermoso que puede llegar a ser el dolor porque tanta felicidad hasta a Dios aburre.

Cuando eres una sombra que sólo esta estática, inmóvil ves pasar todo de prisa, las personas dejan de serlo y se convierten en dibujos planos de trazos descuidados. Realmente todo se ve más plano, sin profundidad pero no me desagrada el lugar que me toco visitar hoy.

Dejaré de escribir porque la noche ya llegó y dejé de ser una sombra, ahora camino detrás de la persona.



—...¿Ves? ¿lo sientes? el dolor es hermoso...

El diario de D. MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora