Peter frotó uno de sus ojos con su mano y bostezo levantándose de su cama, para ir al baño arrastrando sus pies, hizo sus necesidades y lavo sus manos con abundante agua, se miró en el espejo, totalmente adormilado. El sueño que tuvo con el Capitán América fue demasiado raro y tan real, tanto que podía jurar que los besos las caricias fueron tan excitantes, y se le hizo raro que no tuviera una erección, pero lo que si le preocupo fue que estaba en celo, ya que sentía húmeda su entrada, y las oleadas de calor en todo su cuerpo.
- Pensadolo bien, no es un celo. Si no un micro-celo. -pensó mirando sus manos, salió del baño y busco en su chaqueta las píldoras. Se de tuvo en la perilla de la puerta. Y miró sus piernas. "¿Cuando me puse los pantalones?". Pensó con duda, pero de seguro estaba tan cansado de que no lo notó.
Sin darle tanta cuerda al asunto, dejo la habitación.
- Buenos días, a todos. -saludo con vergüenza, pues se dio cuenta de que era él único que tenía la pijama.
- ¿Cómo dormiste?. -la voz de Steve hizo que Peter de sonrojara, y no sabía el porque de ese comportamiento.
-....Bien, gracias. -murmuro, pero fue audible para el rubio.
- Niño, quiero que comas y luego te arregles te voy a llevar a la escuela. -Tony no le gustaba para nada como esos dos se miraban. Y para ser honesto sentía celos.
- Si señor. -fue a la cocina para servirse cereal, y chocolate.
- Peter. -dio un brinco por el susto, se giró tocando su pequeño.
- Señor Rogers, por favor no me asusté así.
- Lo siento. -se acercó al niño, tocando su cabello. Haciendo sonrojar nuevamente al más joven. - Tenías una mota. -le mostró el pequeño algodón. - Quería saber si quieres que yo te lleve. -esa propuesta le sorprendió, aunque se negara había algo en él, que le decía que no se alejara, quería ser abrazado por esos fuertes brazos, ser mi mimado. Y ese olor que desprende de él, le hacía tener una tranquilidad, que ni siquiera el famoso Stark le podría brindar.
- Si. Gracias. -le dio una amplia sonrisa. Lo que hizo que Steve por primera vez en toda su vida se halla sonrojado.
- Bien, te espero abajo. -y con ello se fue, dejando a un Peter confundido. El castaño miró la hora y sabía que se así tarde, comió lo más rápido que pudo y fue corriendo al cuarto, ya bañando y arreglado, bajo en dos escalones, mirando rápidamente su maleta.
- Ya estás listo. Vamos. -Tony miraba al castaño con una pequeña sonrisa.
- No está bien, señor Stark. Sé que está ocupado, y no quiero ser una molestia. -salido lo más pronto posible, sabía que Tony era un cabeza hueca, que su orgullo era primero, y que no acepta un «No» por respuesta. Pero apesar de ser un genio, billonario, playboy y filántropo. Y un excéntrico, aún recordaba como lo busco, y al saber lo que significa para él, fue algo que no se lo esperaba, ni siquiera el mismísimo Tony Stark. Al llegar a fuera un olor que se le había hecho tan familiar apareció, haciendo lo sonreír.
- Vamos, no quiero que llegues tarde. -"se ve tan varonil, con esas gafas de sol, apoyado en una ¿Harley-Davidson Street 750?". No lo sabía realmente.
- Señor Rogers esa moto es una Harley-Davidson, ¿Cierto?. -se acercó a la moto mirándola con atención.
- Así es. -le dio una sonrisa, se acercó a Peter y le puso el casco.
- Bien, ya estás protegido, vamos. Y otra cosa no me llames Señor. -el niño asintió. Primero se montó Steve, para luego ponerse el casco. Ya listo, miro a Peter que se acercó a la moto y se sentó. - Peter por seguridad quiero que me abraces. -su voz sonó sería, pero con un toque de delicadeza. Era de esperarse del famoso Capitán América. El castaño dudo por unos segundos, pero Steve tenía razón, lo abrazó por la cintura y pegó su pecho a la espalda del mayor.Peter estaba demasiado nervioso, era la primera vez montado una moto, y Steven los sabía, y siendo sincero, quería molestarlo. Quería que lo abrazara más fuerte, y con una sonrisa arrancó teniendo un apretón en su camisa, lo que lo hizo reír fue que Peter se abrazo aún más a él. El castaño había cerrado los ojos con fuerza, le tenía miedo a las motos, pero con Steve era diferente, aunque le sorprendió que halla acelerado así de la nada, no lo había esperado.
- ¿Donde esta tu preparatoria?. -Peter le indico por donde llegar, pero nunca dejó de abrazar a Steve. Estuvieron así unos minutos más, hasta que él menor sintió como la moto bajaba la velocidad, sabía que había llegado, y no quería ir al colegio, quería seguir abrazando a Steve. - A mi también me gustaría estar así contigo, pero debes ir. -Peter se soltó de Steve para bajarse y mirarlo con duda.
- Yo....¿Lo dije en voz alta?. -se pregunto más para él mismo que para él rubio.
- Si. -Steve se quitó el casco, lo que Peter hizo lo mismo, se lo entrego, pero con una vergüenza enorme.
- No sientas pena o vergüenza. -le alzó el rostro con su mano. - Yo también quiero eso contigo y más. -se acercó a los labios de Peter y le dio un pequeño beso. - Nos vemos después. Peter. -y con ello se fue, claro con el casco puesto. Peter se arrodilló tapando su rostro, era muy obvio que estaba muy rojo. Quería gritar de vergüenza.-¿Peter estás bien?. -la voz de su amigo Ned. Lo hizo pararse de una, haciendo que su compañero de asustara.
- Entremos, te contaré lo que pasó. - entraron a la preparatoria, Ned estaba muy ansioso de saber que tenía que contar su mejor amigo sobre su alborotada vida.
" No quiero sonreír si no es por ti."
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Destinados
Fiksi PenggemarLlega un día en él que aparece esa persona que te rompe todos los esquemas y te cambia todos lo planes. Y lo mejor aún hace que la vida vuelva a tener sentido