Prólogo

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Cuando Draco Malfoy tenía siete años su padre le dijo que era especial. Qué era su destino ser el Consorte de un mago muy poderoso. A los siete años, eso parecía una cosa maravillosa, pensó que sería como Lancelot para el Rey Arturo. Su rey y él tendrían aventuras y cazarían criaturas míticas. Viajarían juntos a través de bosques y praderas, rescatarían princesas y jamás se separarían.

No se le permitió tener amigos porque él era diferente, así que creció en la soledad y a cambio pobló sus sueños con héroes.

~ * ~

Cuando tenía once años aprendió lo que verdaderamente era y que el rey al que le serviría se llamaba Harry Potter. Su futuro amo había matado a un mago malvado cuando era sólo un bebé, era el mago más poderoso del mundo. Él gobernaría algún día y Draco estaría a su lado.

Pero cuando Draco conoció a Harry Potter, descubrió que él no era ni poderoso ni fuerte, era un niño al igual que él, desaliñado, travieso y rebosante de vida. Él despreció a Draco y lo rechazó. Por un tiempo Draco se preguntó si Harry sabía lo que él era, y tal vez eso era el por qué no le agradaba. Pero de acuerdo a su padre, sin duda, un concubino era algo raro y precioso para tener como Consorte. Él era raro y precioso, ¿no?

Intentó todo para hacer que su príncipe lo notara, ya que era mejor ser odiado que ignorado. Pero Harry parecía no querer a Draco en su vida, sin importar lo raro y precioso que él pudiera ser; al parecer, Harry lo detestaba. A cambio, Draco decidió que no quería pertenecer a Harry Potter, no le pertenecería a nadie. Él era un príncipe por su propio derecho, ¿cierto? Sería valiente y fuerte por su cuenta.

Pero su padre todavía afirmaba que un día el estaría obligado a servir a Potter. No había alternativa. Había sido profetizado y, ¿quién se creía Draco que era para ir en contra de una magia tan fuerte? ¿Quién se creía que era para rechazar su destino?

Esa fue la primera vez que Draco aprendió que no había opciones para él, tenía que obedecer, primero a su padre y después a su amo. Tenía que obedecer a la magia que lo ataba.

~ * ~

Cuando Draco tenía catorce años “El Señor Oscuro” regresó y las cosas cambiaron. Draco aprendió que ese poderoso mago, en vez de un niño a medio crecer, era el amo al que serviría. No tenía nada que decir al respecto, no se le permitía opinar, porque era un concubino y su cuerpo no era suyo. La profecía decía que Draco iba a servirle a un poderoso mago oscuro… ¿Quién más podría ser, sino Voldemort?

Su padre se había equivocado cuando pensó que Potter sería oscuro. Fue decidido y Draco estuvo perdido. Servir a Potter era un destino que podría haber soportado, pero ser el esclavo del Señor Oscuro lo helaba hasta lo más profundo de su alma. Sin embargo, fingió, incluso para sí mismo, que estaba tan orgulloso como un Malfoy debería estar de traerle honor a su familia. Brindaría prestigio y admiración a su padre y a su madre, porque era una criatura extraordinaria. Su cuerpo compraría la libertad de sus padres al Señor Oscuro y ellos tendrían otro hijo para que fuera heredero en su lugar.

~ * ~

En el quinto año escolar de Draco su padre fue aprendido, y pensó que estaría a salvo, que ningún destino horrendo le ocurriría ahora. Podría vivir una vida normal, crecer para ser un mago ordinario, casarse y tener hijos, seguramente su madre no lo traicionaría, por ahora no había necesidad de que alguien lo supiera.

Pero estaba equivocado.

Fue atrapado por las circunstancias y con el fin de mantener a su madre a salvo, fue obligado a intentar cometer un acto en el que no podría tener éxito. Falló, bastante espectacularmente. Repentinamente se encontró a sí mismo siendo prófugo de ambos lados, del de la oscuridad y del de la luz. Tenía la esperanza de poder evadir su destino manteniéndose prófugo hasta que la guerra hubiera terminado.

Pero estaba aún más equivocado.

~ * ~

Cuando Draco tenía diecisiete años finalmente fue capturado por las fuerzas de la oscuridad y fue llevado ante el Señor Oscuro, quien sería su amo. Lucius había sido liberado, estaba parado orgullosamente junto a aquel que iba a regirlos a todos y voluntariamente le entregó al Lord a su único hijo, al parecer sin reparos. Draco temblaba y rogaba. Su estómago se reveló cuando se le informó su nuevo rol. Concubino no significaba lo mismo que Consorte, y él no reinaría en igualdad junto al rey, como siempre había fantaseado. Lo que le restaba de vida sería simplemente un juguete, una posesión, ¡un esclavo sexual de Señor Oscuro! Entonces, éste había sido el plan de su padre… éste siempre había sido su destino.

Finalmente, completamente desesperado Draco lo comprendió.

Los ojos de Narcissa estaban rojos y sus mejillas húmedas de lágrimas cuando le dijo adiós a su hijo, mientras su padre se la llevaba lejos y fuera de su vida. A pesar de su desesperación, Draco estaba complacido de por lo menos haber podido comprar la seguridad de ella, ya que el regalo de un concubino de su calidad y educación era verdaderamente inusual. Su existencia le permitió a sus padres tener su libertad, sus vidas… un lujo que ya no era suyo.

Se lo llevaron y lo prepararon para ser reclamado. Fue desnudado y un pesado collar fue puesto alrededor de su cuello; él ya no era humano. Los hombres que lo prepararon dejaron que sus manos vagaran por donde quisieran y simplemente se rieron de él y ataron sus manos cuando intentó defenderse. Él ya no tenía derechos, era simplemente una cosa y se encontraría a sí mismo siendo molestado de esta manera muchas veces en los meses por venir.

Los tipos lo manosearon y acariciaron. Quería decirles que se lo diría a su amo y que serían castigados, pero cuando lo intentó fue silenciado con un hechizo. Le dejaron la lengua, al parecer porque después la necesitaría para darle placer a su amo. Pero su voz fue mágicamente arrebatada… sus palabras no eran algo que alguien quisiera escuchar. Mantuvieron sus sollozos y quejidos, oh sí, le dejaron esos. Todavía podía emitir pequeños sonidos y por supuesto, conservaron sus gritos.

Tal vez si hubiera recurrido a Dumbledore, las cosas podrían haber sido diferentes. Tal vez habría sido entregado a otra persona, ¡cualquier otro! Incluso Potter, incluso Weasley habría sido mejor que esto. Todavía habría sido un sub-humano pero tal vez ellos, al menos, habrían sido amables.

Finalmente, después de que su piel fue tallada y su cuerpo examinado para comprobar que era tan puro como sus padres habían prometido, fue guiado al lugar donde sería reclamado.

El Señor Oscuro lo había encadenado a un bloque de piedra, una estructura que parecía modificada. El antiguo Draco se habría burlado de esa elección y lo habría nombrado melodramático, pero este Draco… Draco el concubino, la criatura inhumana, no tenía nada que decir; aparentemente era un animal y los animales no hablaban.

Cuando fue abierto de piernas no protestó, no era su lugar. Pero se encogió interiormente ante los crudos comentarios acerca de su cuerpo y la dulce follada que sería, mientras observaba a su violador acercarse cada vez más a través de un velo de lágrimas

ConcubineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora