Ojalá un sueño como fuiste tú, pudiese llegar a ser tan real como lo soy yo.
Ojalá una nada invadiera mi alma, para así poder expresar todo.
Ojalá tu cerebro funcionase al mismo compás que tú corazón.
Pero mis latidos se aceleran a cada paso mientras tú intentas acelerar el paso por miedo a quedarte sin latidos.
Ojalá haya un mañana en un mundo perfecto; al menos el día en que me sepas definir la perfección.
Ojalá…
Ojalá las respuestas no necesitasen preguntas. Ojalá la inteligencia fuese tan importante como el físico. Pero vivimos como completos hipócritas por el físico y dejamos que muera por completo nuestra inteligencia.
Envejecemos… pero ya no por edad, sino por época.
Nos quedamos atrás. Volvemos tiempos atrás; pero le sumamos más gilipollez.
¿Será el miedo el motivo?
No lo sé. No me importa. Pero no sé si no me importa porque no quiero o por la moda.
Supongo que vivir en un mundo supuestamente feliz sólo supone que supongamos que somos felices, aunque yo dudo que los humanos seamos nada.
Ojalá no hubiese odio. ¿Pero entonces cuál sería la definición de amor?
Ojalá no sintiéramos complejo, ¿pero entonces todo sería muy aburrido, no?
La diversión es más importante que la diversidad.
La crueldad es más fuerte que la democracia.
Alomejor no somos animales por naturaleza; alomejor la naturaleza nos hizo animales y nosotros nos convertimos en psicópatas por hipocresía.
Alomejor no necesitamos ser felices para vivir, sino que necesitamos vivir para llegar a ser felices. Pero hay una diferencia entre vivir y que te manejen como a una marioneta: las cuerdas.
La única cuerda que deberíamos necesitar los humanos, es la que nos permite ser personas.
F.R.F.R.
