Libertad bajo palabra

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Libertad bajo palabra

Dicen que el lugar en el que vivimos vale la pena, sin embargo, llevo 15 años en este “mundo” y no he visto nada más que injusticias, malos tratos, discriminaciones, desigualdades…
Podría decir que todos somos iguales, pero basándome en mi punto de vista creo que el que no es imbécil, quiere serlo; y el que no quiere serlo, dicen que lo es.
¿Tan mal lo hicieron nuestros antepasados, que ahora nos creemos que unos supuestos dioses nos obligan a poner bombas, robar objetos materiales, esclavizar a pobres, matar a animales y violar a niños ?
Dicen también que no debemos fiarnos de la gente de la calle, que “podría ser peligrosa”. Qué ironía que nos quedemos con ese “podría ser” mientras en otras familias hay personas que sí son peligrosas, que sí maltratan a los de su misma sangre, que no piensan en el aprecio ni en ser racionales, que prefieren desahogarse sexualmente con su pariente sin su consentimiento, a tener en cuenta que hacer cosas de ese tipo les creará una secuela en su mente para el resto de su vida.
Dicen que la vida hay que vivirla, pero desde mi punto de vista, yo no creo que a lo que hacemos en este mundo se le pueda llamar “vivir”. No creo siquiera que podamos decir que existimos, porque la mayoría ni siquiera pensamos.
Tampoco sé a estas alturas de la existencia humana si vivimos para creer o necesitamos creer para saber que estamos vivos.
Y no sé los demás, pero yo quiero haber vivido y haber muerto sabiendo que habré existido.
Los humanos no sabemos valorar lo que tenemos hasta que no estamos a punto de perderlo. Por eso queremos ir a Marte, porque en el fondo ya tenemos claro que un día, si no somos nosotros, serán nuestros descendientes los que sufrirán el “efecto bumerán” que nosotros empezamos.
Dicen que no hay niebla que pueda nublarnos, que siempre habrá algo por lo que luchar, pero ¿que hipócrita suena viniendo de los que nos estamos cargando el planeta, no?
A lo mejor habrá un Dios que nos esté esperando cuando dejemos que nuestros pulmones dejen de funcionar, a lo mejor habrá un Más allá, ¿pero estáis seguros de que llegaremos a ese lugar? ¿Estáis seguros de que nos lo merecemos?
Tal vez va siendo hora de que abramos los ojos, de cambiar al menos lo que está en nuestras manos. Pero no lo hacemos, ya sea por miedo, por pereza, por egoísmo…
Pero qué más dará… Al final solo nacemos para acabar muriendo y no pensamos siquiera en dejar constancia en el planeta. Aunque ya lo hacemos, ya demostramos nuestra existencia, jodiendo la de los demás seres.

El primer ser, que tuvo la poca desgracia de llamarse humano, ya era hipócrita; y el último “humano”, que haya permanecido sobre la tierra, también lo habrá sido.

F.R.F.R.

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