Alas en Libertad (EN PAUSA)

VIII

Estaba que me hervía la sangré del maldito coraje.

- Eres muy amable, de verdad gracias- Decía ella, hablándole tan dulcemente.

No entiendo que le ve a ese imbécil, tengo que admitir que tiene cara, pero tal vez no le dure si sigue así con ella.

- Me alegro el poder verte...- Plantó un beso en su frente.

Ahhhhhh un intento más de seducirla y aquí mismo lo masacró.

- Ya deberías cortarte el cabello- Dijo pasando sus dedos por el mencionado.

Ya hasta aquí mi cordura llegaba, caminé hasta ellos, pasando un brazo por el hombro de ella, besándola de forma apasionada como si estuviera marcando territorio.

Fin del recuerdo

Al acabar de asearme y de cambiarme con el uniforme de la legión. Salí de mi habitación en camino al campo de entrenamiento, pero entonces fue cuando mis ojos se encontraron con... La hermana de Eren tomada de la mano con ese pedazo de imbécil de anoche. Un ataqué de irá me estaba invadiendo y estaba que lo dejaba sin cara de solo era esto.... Pero había algo que me llamaba la atención ¿Ka-Katerin? Cómo sea, estaba que emanaba fuego, como que estaba de malhumor.

- Deberías de atarlo de otra forma, te va a estorbar si te lo dejas así- Hizo el comentario aquel chico.

Al parecer se refería al cabello de ella, y en parte tenía razón. Su cabello era tan jodidamente largo que le estorbaría dejarlo con ese peinado. No es que no se viera bonita... Pero lo que quiero decir es... Ahhhh se ve bien así, el punto es, puede pasar un accidente si lo deja así, aparté parecía que ni lo había secado o cepillado.

- Luego lo ataré de otra forma, ¿Contentó?¿Ya te vas a callar?- Al parecer no le callo bien el comentario que le hizo.

El aire ente ellos parecía tensa, parecía como si hubieran discutido. Realmente estoy empezando a plantearme la duda si estos dos no son pareja.

- Deberías de cortarlo- Mencionó el chico con algo de malicia en si voz.

El escuchar ese tono hacía que me dieran más ganas de molerlo a golpes, no me gustaba como estaba siendo con ella. Cómo si ese comentario hubiera presionado un botón rojo, ella lo miro de una manera casi asesina, que en ningún momento me di cuenta cuando levantó el puño, pues ya lo te iba puesto sobre la cara del chico... Tenía que admitirlo hasta mi me dolió el como se escuchó cuando se plantó en su cara, pero eso hizo que una satisfacción me inundará el cuerpo hasta el punto de querer sonreír pero me lo guardé.

- Cierra la boca antes de que me ponga más de malas- Se escuchó ella muy enojada mientras lo jalaba para seguir el paso.

- Como ordené mi leona- Contesto el chico.

Realmente daba risa el chico, cualquiera diría que es masoquista por tanto que molesta a la chica, y por lo visto la mocosa no es de un temperamento con el que se puede jugar.

Al llegar al campo, me quedé algo confundido al ver qué ella se unió a la formación del entrenamiento, muchos la veían de arriba abajo murmurando cosas.

- ¡Cadetes, como ya se habrán dado cuenta, hay una nueva recluta entre nosotros!¡Pasé al frente!- Grito Erwin.

La chica paso, y se puso en posición de saludó. Para ser más pequeña que su hermano daba más miedo que el, Eren es alguien más cálido ella se le nota una expresión como... ¿Sería? No lo sé.

- Ella es Katrina Jaeger, y desde ahora estará con nosotros en la legión- Mencionó Erwin.

Lo mire, ¿Por qué diablos no estaba informado de esto? Apenas la encontramos ayer y ya está en la legión, ¿Que sigue?¿Que se vuelva comandante de escuadrón?.

- Daremos inició al entrenamiento, quiero que le den siete vueltas al campo- Ordené elevando la voz.

Ellos en seguida dijeron si señor para acomodarse con sus grupos y empezar a hacer las vueltas, me sorprendió que Kat.. Katherina de fuera solo con ese chico con el que estaba peleando en la mañana hasta enfrente de todos. Era como si estuvieran compitiendo, sorprendentemente iba ganando ella.

Me reuní con Erwin quien se había sentado observando a los cadetes entrenando.

- ¿No te pudiste tomar la molestía de decirme antes?- Pregunté enojado cruzando me de brazos.

- No había tiempo, Eren la convenció en el momento e hicimos el trámite de los papeles en menos de cinco horas- Contestó.

- ¿Cómo sabes si está capacitada? Ella ayer llegó herida a la instalaciones, y no curso los malditos siete años que cualquier soldado debe pasar- Reclamé.

- No los necesita, la conozco de hace años y se de lo que es capaz, tiene habilidades muy específicas- Contestó sin siquiera mirarme.

Mire el campo, seguían dando las vueltas que les había pedido, y ya varios habían acabado, entre ellos. La chica y el chico fueron los primeros, no me sorprende.

Katrina

- ¿Ya te cansaste?- Pregunto agitado.

- Tengo muchos años que no calentaba así- Contesté con una medía sonrisa.

- Ya estás vieja- Soltó bromeando.

Solamente me lancé hacía el tirándolo al suelo.

- No soy tú- Me levanté ayudándolo a levantar.

- Ya quisieras serlo- Reclamó.

- ¿Ser un estúpido, insensible, que le tiene miedo a una chica de la estatura de una hormiga? No gracias así estoy bien- Contesté desceibiendo lo un poco.

- Oh vamos, ya te dije que no te tengo miedo, esa ocasión... Fue especial ¿Ok?- Reclamó un poco nervioso.

- ¿Por qué?¿Por qué estaba que me llevaba el jodido demonio?- Pregunté.

- Tienes que admitir que hasta el diablo te hace los mandados cuando te pones así- Contestó con temor.

Nos sentamos en el suelo, no me había dado cuenta de que el capitán Levi y el comandante Erwin estaban casi al lado de nosotros, pero seguíamos hablando normal.

- Que dramático eres- Contesté.

- Ja si dramático, como tú no eres al que agarran como saco de boxeo para calmar el estrés- Contesto con algo de terror en su voz.

Lo miré, el sabía que si lo habían hecho y como algo mucho peor que lo que yo hago con el.

- ¿Quieres que haga lo mismo contigo?- Contesté

- No prefiero quedarme como estoy- Dijo abrazándome por el cuello.

- No vuelvas a decir esa estupidez o me harás enojar de verdad- Exclamé algo seca.

Me acariciaba la espalda, se sentía rico que hiciera eso aunque también dada cosquillas, me daba nostalgia esto, me recordaba cuando me llevaba al valle de la rosa y mirábamos todo el valle hasta que me quedaba dormida.