- Ahhh- Exclamé adolorido.
- Vaya creí que sería más difícil- Exclamó ella con sarcasmo, la mire desde el suelo estaba parado al lado de mí.
- No sabía que las mocosas tenían tanta fuerza- Dije burlón.
- Ya vez que si- Contestó, nos miramos- ven vamos a la enfermería, te ayudo- Soltó para levantarme.
Fin del recuerdo
Estaba extendido en el suelo, realmente varios cadetes quisieron ayudarme a levantarme pero no quise. Quería quedarme donde estaba, a mis oídos llegó el comentario de que la mocosa se había desmayado.
Todavía que me golpeaba se desmayaba, termine por decirle a los cadetes que me dejaran aquí tirado. En parte porque no quería su ayuda y otra porque quería ver el cielo, el atardecer nos había dejado convirtiéndose en un profundo anochecer.
Ya varías estrellas estaban apareciendo, no podía negar que se veía muy bonito, me gustaba está tranquilidad aunque me doliera el cuerpo.Katrina
Me sentía tranquila, de algún modo había llegado algún lugar que desconocía, todo estaba oscuro y el piso era agua cristalina que emanaba una luz blanca; al menos eso me confortable y no me hacía sentir tan perdida.
Me quise hacer a la idea de que era mi conciencia donde me encontraba, por más que intentaba inquietarme no lo lograba.- ¿Ya estás mejor?- Se escuchó una voz.
El sólo saber de quién era hacía que me estremeciera, giré hacía donde había escuchado la voz.
- ¿Tu crees que esta bien vagar como si nada en los límites del cielo, completamente sola? Se te pudo aparecer un demonio, ¿Y que hacías? Aún no tienes la fuerza para enfrentarte a uno de ellos- Reclamaba.
Era una mujer de un tamaño impresionantemente grande, literalmente las murallas se quedaban cortas a su lado, al menos.. Si rebasaba los quinientos metros, su cabello castaño llegaba hasta la mitad de su pecho, era ondulado. Su cara.. No podía verse, era ocultada por una resplandeciente luz que apenas si dejaba ver esos labios ligeramente rojizos.
Llevaba un vestido blanco, era demasiado largó que hasta se arrastraba un poco más haya después de caer en sus pies, era lindo su vestido.Casi no se notaba, o más bien pasaba desapercibido por el vestido, esas grandes alas que tenía, en total eran ocho, algunas eran más pequeñas que otras; aquella mujer estaba sentada en una gran pero gran silla.
Por la forma en la que hablaba, parecía que estaba regañando ha alguien o algo, entonces mire. Era.. Una niña, una muy pequeña niña a comparación de la mujer, básicamente era una rata, una pulga, polvo más bien. Por su aspecto parecía una nena de unos cuatro o seis años, los más seguro es que su altura no alcanzaba ni un metro, la niña tenía su cabello corto, este era de color café oscuro pero era algo extraño que por todo el cabello tenía mechones blancos.
Llevaba un vestido blanco pero se veía más como azul, ella está cabizbaja, como un perrito.- A ti simplemente no se te puede dejar sola..- Comento la mujer con coraje, solo se escuchaba los leves lamentos de la niña mientras lloraba.
- A partir de ahora alguien cuidara de ti- En eso entro un angel al gran salón.
De pronto la escena que estaba presenciando se desvaneció, ¿Era un recuerdo?.
- ¿Puedes dejar de seguirme?- Gire a ver otra escena, era esa niña caminando con un muchacho.
- A ver señorita, no estoy aquí por gusto estoy para cuidarla- Reclamo el chico.
Se me formó una sonrisa, siempre tan testarudo.
- Ya lo se, por eso quiero que no me sigas, si se supone que me estás cuidando es más que obvio que va haber mementos en los que vas aparecer por eso.. Mamá me dio esto- Levantó la mano mostrando una campanita- cuando yo esté en problemas o cuando te necesité, un solo toqué y tendrás que venir, así que hasta que yo no la haga sonar no quiero que estés detrás de mí, adios- Dijo la niña para luego irse, el chico simplemente se quedó callado y con cara de "¿Perdona?".
Nuevamente se desvaneció la escena, no podía negar que se me quedó un enorme sonrisa en las mejillas, hacía mucho no recordaba estás cosas.
Otra escena apareció llamando mi atención. La niña iba saltando muy feliz en camino a una dirección un tanto confusa, todos la miraban para regresar a lo suyo, la nena pasaba por un campo de entrenamiento o eso parecía pues había demasiado sujetos alados peleando con espadas.
A lo que llamo la atención de muchos que entrenaban, y unos de esos era el sujetos que habían encargado que la cuidara.
- Haya va tu mocosa- Soltó alguien con quién estaba.
- Es solo una torpe niña mimada- Exclamó el con coraje.
- Si pero esa torpe, débil, llorona, pequeña, niña mimada te puede meter en problemas, ve detrás de ella nosotros te cubrimos- Soltó otro sujeto.
El chico miró con desagrado pero accedió, tenía un mal precensitimiento de lo que podría ocurrir.
Mientras tanto la niña se encontraba en un lugar completamente desconocido para muchos seres que habitaban hay, se encontraba en compañía de.. Una presencia algo.. Extraña, parecía una sombra negra, pero realmente era una manta negra que cubría ha alguien, el cual parecía ser un niño también.
Cualquiera pensaría que era un macabro demonio disfrazado para corromper a la niña, o que pensaba hacerle daño, y con esa idea el joven que la había seguido se lanzó sobre esa figura para ejecutarla.. O eso era lo planeado, sin embargo algo ocurrió que su espada fue detenida, el ver porque lo hacía temblar, ¿Era cierto lo que sus ojos apreciaban?.
La niña se había interpuesto entre los dos, sosteniendo entre sus dedos pulgar e indice la punta de aquella muy filo y poderosa magia.Cómo si intentará tomar los dedos, con un ligero movimiento, aquella arma especializada en la destrucción de seres malignos que hasta podría dañar a un ser celestial fue quebrada en pequeños trozos.
- Creo..- Giro ligeramente su cabeza hacía la izquierda- que no te quedó claro lo que te dije, ¿Verdad?- Dijo la niña para ahora sí mirarlo a la cara.
La escena se desvaneció, me quedé parada, esperando a que ocurriera algo más, hasta que tomaron mi mano.
- Es hora de que vuelvas..- Murmuró en mi oído.
- Vamos - Contesté feliz.
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Alas en Libertad (EN PAUSA)
FanfictionHace mucho tiempo... Se que cree que antes de la aparición de los titanes. Fuera del mundo de los humanos, existía una tierra considerada mágica la cual era adorada por los seres vivos que vivían por debajo de ellos. Este era el mundo celestial, un...