Alas en Libertad (EN PAUSA)

IX

- Me gusta que hagas eso- Mencionó acurrucada en mi pecho.

- ¿El que?- Pregunté.

- Que me acaricies así la espalda... Es delicioso- Contestó.

Tenía los ojos cerrados disfrutando de como pasaba la punta de mis dedos por toda su espalda. Era demasiado suave su piel, el solo pasará mi mano por su cremosa piel me daba un cosquilleo por el brazo.

- ¿Quieres que te acaricié hasta que duermas?- Pregunté.

Pero no obtuve respuesta ya había caído rendida.

Fin del recuerdo

- Bien cadetes, hoy pondremos aprueba el físico así que asignaremos un compañero para combatir, hoy estaremos con ustedes- Aviso Erwin en señal de nosotros dos.

Desvié la mirada de ese par de tórtolos con molestía, no sé porque, hay estaba de nuevo ese sentimiento de celos.

- Mikasa con Annie, Marco con Jean, Historia con Armin, Connie con Sasha, Bertolt con Reiner, Ymir con Eren, Ashley con Baner- Se giro hacia nosotros tres- Levi con Katrina y yo iré con Aru- Dijo por último Erwin.

Katrina

- No te vayas a sobre pasar- Murmuró Aru en mi oído.

Se me salió una sonrisa burlona mientras nos levantamos de suelo para ir con nuestras respectivas parejas.

Me puse enfrente de Levi, se puso en posición mientras yo.... Yo me quedé parada, observando al rededor, todos estaban más centrados en nosotros que en su entrenamiento. Para ser sincera no quería hacer esto, mire a Aru y ha Erwin, me asintieron con la cabeza respiré hondo, de verdad no quería.

- Quieres poner atención mocosa- Reclamó Levi.

- No quiero hacerlo...- Mencioné mi inconformidad.

- ¿Acaso tienes miedo?- Pregunto malhumorado.

- Si tuviera miedo no tendría porque estar aquí- Contesté.

- Y no seguirás estando sino haces este entrenamiento- Reclamó.

Lo mire algo confundida, ¿Me estaba amenazando?.

- Erwin asegura que eres buena, o compruebo eso yo mismo o te largas- Contestó cruzado de brazos.

Tragué hondo, mire a Erwin. Me asintió con la cabeza, no había de otra.

- Lo haré pero con una condición- Pedí.

- ¿Cuál?- Pregunto.

- Espacio, si quiere que pelee con usted tiene que haber más espacio y no estar rodeado con otros cadetes a menos de un metro- Exigí, realmente me gustaba la idea de tener espacio para pelear a gusto, obviamente esto no era nada a lo que estoy acostumbrada pero tampoco es que vaya hacer la gran cosa.

- Ya oyeron cadetes abran espació- Ordenó sentando a todos en el piso lejos de nosotros.

Suspiré, quité la chaqueta de la legión para dársela ha Aru. Me incliné hacía el en lo que me arremangaba las mangas de la camisa.

- No te vayas a sobre pasar- Murmuró.

- Crees que soy estúpida, claro que no lo haré, antes se muere si hago algo de verdad- Contesté de la misma forma.

- ¿Cómo lo harás?- Pregunto.

- Me las intentaré arreglar, dame suerte- Pedí, lo que realmente quería era poder controlarme, suplicaba no hacerle daño.

Ya lista me puse enfrente de Levi, sentía que me temblaban las manos, y no solo las manos sinó todo el cuerpo, estaba muy nerviosa. Ya había pasado un tiempo desde la última vez que le calle la boca a Levi.

- Intenta no matarlo mi vida- Sonó una sarcástica voz detrás de mí.

Giré aterrorizada por saber de quién era esa voz, sentí una patada en la espalda que me hizo desplomar me en el suelo. Todos se burlaron por como me había partido el trasero Levi, pero yo seguía atónita jure que era esa maldita rata.

- No estás capacitada para estar aquí- Camino hacía mi cruzado de brazos.

Me levanté, no se ni siquiera porque quise aparentar que podía tirarle un golpe en la cara, sin duda fingir no es lo mío. Tiro una patada a mi estómago, regresando me al piso.

- Ya me harté, hagamos esto bien- Dije levantando me del suelo.

Sacudí mi ropa de la tierra, el intento tirarme un golpe directo a la cara, pero rápido lo bloqueé con mi ante brazo.

Retiro su brazo alejándose un poco de mi. Me enderece, yo no quería hacer esto pero si con esto puedo estar dentro de la legión no dudaré en hacerlo.

- Quiere que hagamos las cosas bien, hagámos las bien- Alcé la voz.

No cambio esa expresión que lo caracteriza, se puso en en guardia. Yo simplemente me quedé parada observando, analizando cada parte de el. La magia ni de broma estaba permitido en este combate, la fuerza sobrehumana menos.
Y para un "simple mortal" le iba a doler tan pero tan feo la paliza que estaba por darle. Rompió el hielo intentando tirar un golpe en el lateral de mi cara, pero lo bloqueé, en su lugar yo tiré uno directo en su estómago, sabía que le había dolido pero no perdió la postura. Se alejó unos cuantos pasos pero no iba a dejarlo escapar tan fácil, intenté derribarlo tirando una patada desde abajo para que perdiera el equilibrio pero se falle, y tiro un puñetazo a mi cara que por poco casi le da sino hubiera sido porque yo tiré uno directo a su mentón. Me levanté y de un brinco mis piernas abrazaban su vuelo con fuerza, con mi cuerpo en el aire estaba expuesta va cualquier golpe pero como lo pensé el intento quitar mis piernas de su cuello, con algo de fuerza hice que diéramos día vueltas para colocar una mano en el suelo y dejarlo caer bruscamente contra el piso. Intento levantarse pero al quedar marcado mi pie en su casa de la parada que le solté no pudo levantarse.

- Ya termino ya terminó- Me abrazo por detrás Aru, intentando relajarme.

Sabía que me había alterado lo suficientemente como para empezar a perder el control y utilizar mi verdadera fuerza.
Intenté respirar profundo, pero estaba tan agitada que sentía que los ojos se me cerraban como si todo se quisiera volver negro y quisiera descansar un rato.

- Vamos mujer no es hora para que te desmayes- Intentaba despertarme.

Yo también intentaba ayudar para no caer, pero simplemente no podía. No aguanté y perdí, mis oídos se volvieron sordos, mi vista se oscureció, mi olfato desapareció y mi cuerpo se apagó. Cómo si la mecha de una vela hubiera sido apagada.