Capitulo VIII "Bar"

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"Chicos, pongan la mesa que ya está la comida" gritó Louis desde la cocina.

Cada niño estaban concentrados en sus actividades e hicieron oídos sordos al llamado de su padre.

Harry dejó de lado twitter y se dirigió a ayudar al castaño. Había sido un día muy tranquilo. Habían pasado semanas estando en esa gran casa y se estaba acostumbrando a la familiaridad del hogar. El rizado paró en seco al estar fuera de la cocina, escuchando a Louis hablar por teléfono. No quería interrumpirlo así que decidió irse de nuevo por donde volvió pero al escuchar las palabras del castaño, la curiosidad lo invadió.

"Si amor, los niños andan bien." Harry inmediatamente supo con quien hablaba el ojiazul. "Tu hermano es un buen niñero." el rizado rodó sus ojos al escuchar como se refería a él.

"Te extraño mucho más, deseo que estes aquí conmigo. Me siento solo con tu ausencia." habló Louis sin darse cuenta del dolor que le podía generar a la persona que estaba escuchando tras la puerta.

Harry abrió la puerta principal dispuesto a marcharse de ahí.

(...)

"Otra ronda más de ron." pidió Harry sentado en una de las butacas de la barra.

Al escuchar las palabras de Louis hablando con su hermano, algo en el rizado se rompió. A veces olvidaba lo mucho que quería a Louis y el recuerdo de lo que le hizo llegó nuevamente a la mente de Harry.

El barman le entregó la bebida al ojiverde negando con la cabeza al ver el estado que se encontraba su cliente.

"Oiga, Oiga." llamó Harry al barman "Usted." lo señaló.

"Usted ni nadie de aquí." siguió hablando y empezó a señalar a todos los del bar. "No me pueden juzgar a mi."

"Disculpe pero creo que ya a tomado lo suficiente por esta noche señor." habló el barman.

"No, no, no." Harry negaba repetidamente con la cabeza, haciendo que sus rulos se muevan divertidamente. "Nunca es demasiado."

"Yo creo que si, pero no es mi asunto." el barman dijo mientras limpiaba la mesa con un trapo ya desgastado.

"¿Sabe quien soy yo? Oh no, eso no importa ahora. ¿Sabe por qué?" Harry le preguntó al señor pero este no contesto. "Porque ahora lo único que soy es un pobre hombre tomando este asqueroso licor para olvidarme de una persona la cual amaba o ¿amo? el cual está felizmente casado y con bellos hijos."

"Suele pasar." dijo el barman mirándolo a el rizado.

"Y lo peor no es eso, lo peor es que es el esposo de mi hermano." río fuertemente el rizado. "¿Usted se imagina eso? Pareciera salido de una novela.

"Que pena hombre." contestó el señor. "Será mejor olvidarlo."

"Si, si eso creo." Harry se bajó de la butaca y casi cae al hacerlo. "¿A donde se encuentra el baño?"

"Al fondo y a la izquierda."

Harry camino como podía hasta el baño, agarrandose de las paredes para no caerse. Al entrar chocó con una persona y un poco de bebida cayó sobre él.

"Oh, como lo siento." dijo un joven rubio de pelo rizado con un acento extraño. "Perdóneme."

"No, no importa." Harry negó desconcertado. "Me siento un poco mal." el rizado llevó una mano a su cabeza.

"¿E-en serio?" preguntó el otro joven. "Ven, te ayudo a sentarte."

Harry con la ayuda del rubio se dirigieron a una mesa alejada de la barra. El joven hizo que el rizado se sentara en una de las silla mientras que él se sentó enfrente de Harry.

"Se ve que ha tomado mucho."

Harry lo miró al joven y noto lo lindo que era. Ojos color miel, mejillas levemente sonrojadas y una mandíbula bien marcada. Con unos rizos color oro.

"No, solo unas pocas copas." respondió Harry haciendo reír al otro muchacho.

"Eso si que no te lo creo." sonrío el rubio.

"Tienes un acento cuando hablas." dijo Harry. "¿Eres de otra parte?"

"Sisi, vengo de Italia." el rizado asintió al escucharlo. "Me mudé hace un mes aquí."

"Ya veo..." Harry dijo. "¿Y qué haces en este bar?"

"Vine con unos amigos pero ellos están muy borrachos divirtiéndose." comentó el rubio mirando la mesa donde estaban sus amigos riendo a carcajadas de como uno de ellos tomaba alcohol por la nariz. "No soy fan del alcohol, así que me siento un poco excluido cuando vengo a bares."

"Oh, yo hace un tiempo que no tomo. Ahora estoy cuidando de mis sobrinos y no aguantaría cuidarlos con resaca. Son muy ruidosos." dijo Harry y otra pequeña risa salió del rubio.

"Así que eres niñero... Oh, me llamo Mateo ¿y tu eres..?

"Harry." respondió con una sonrisa el rizado. "Disculpa pero en serio me siento muy mal en este momento y no quiero hacer el ridiculo frente a ti, así que creo que pediré un taxi."

"O te puedo llevar yo hasta tu casa." sugirió Mateo.

"No te podría pedir eso." respondió Harry.

"'No importa, me gusta manejar de noche por la ciudad."

"¿O acaso me quieres secuestrar?" respondió con gracia el rizado.

"Eso también." los dos rieron. "Vamos, la resaca de mañana te espera."

Los dos fueron hacia el auto del rubio, y el rizado le dio las indicaciones para llegar a la casa. Compartiendo una llevadera conversación random.

"Wow, que gran casa." dijo Mateo mirando con admiración.

"Si, aunque no es mi casa. Es la de mi hermano." dijo Harry rascando su cuello. "Es una historia larga de explicar."

"Entonces me la puedes explicar otro día." ofreció el rubio. "Claro si es lo que tú quieres..."

"Me encantaría Mateo." respondió el rizado haciendo sonrojar al rubio.

Ambos intercambiaron números y se despidieron con amabilidad.

"Maldito dolor de cabeza." gimió el rizado mientras abría la puerta de la casa.

Lo primero que encontró fue a un Louis muy preocupado en la sala de estar y con un ceño levemente fruncido, hasta que conectaron miradas y el castaño dio un gran suspiro.

"¡Harry! ¿Donde estabas?" preguntó Louis con preocupación. "Me tenias preocupado, no me dijiste que saldrías."

"Louis son las 3 am ve dormir, es tarde." dijo el rizado dejando su campera en el perchero de la pared.

Louis se sentía ofendido. Había estado despierto por la culpa de él o porque el saber que Harry no estaba allí en su casa lo ponía muy nervioso y sin poder dormir.

"Pero es que de repente no estabas en casa y yo-." Louis paró de hablar y se acercó hacia el rizado. "Hu-hueles a alcohol."

"Si, fui a un bar." contestó de mala manera Harry, le seguía doliendo mucho la cabeza. "Será mejor que ambos vayamos a dormir."

"¿Pasó algo Harry?" preguntó preocupado el más bajo. "Si te sucede algo no dudes en decírmelo."

"Esta bien." Harry respondió y le dio una pequeña sonrisa a Louis. "Estoy muy cansado, lo siento por hacer que te preocupes. La próxima te avisaré."

Louis lo miró desconcertado, sabiendo que algo le pasaba al más alto. Pero sin embargo asintió y en silencio los dos fueron a sus respectivos cuartos a conciliar el sueño. Siendo un fracaso para ambos.

El primer amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora