Que lo disfruten...
"La oscuridad en ti"
En el interior del continente shinobi, concretamente en el frío y duro país del hierro, la nieve caía con parsimonia sobre su escarpado paisaje montañoso, adornando los bellos edificios de corte tradicional japonés que pueblan la orgullosa nación de tradición samurai. Y, cerca de uno de sus caminos de la región oriental del país, lindando con el país de las sombras, una apartada y solitaria posada de madera tratada acogía a un grupo de ilustres invitados. Por un lado, el capitán anbu Tenzo, alias Yamato, el único usuario del planeta del elemento mokuton (madera), y capaz de doblegar a un jinchuriki con su poder; y a su lado el célebre hijo del colmillo blanco, el ninja copia Kakashi no sharingan (Kakashi del sharingan), candidato incluso a ocupar temporalmente el puesto de hokage de la nación del fuego ante el coma sufrido recientemente por la godaime hokage, aunque finalmente se le otorgase ese honor a Danzo, el anciano tuerto denominado "Shinobi en las sombras". Pero, junto a ellos, se podía ver una nueva estrella, una que con solo diecisiete años estaba ya opacando a sus dos compañeros sin problemas: Naruto uzumaki. El niño zorro. El jinchuriki del temido kiuby, el demonio de las nueve colas y encarnación del odio. El destructor de pain. El salvador de konoha. Y, aunque nadie más lo supiese, el hijo del relámpago amarillo, Minato namikaze, yondaime hokage de konoha. Su importancia era tal que los otros dos shinobi estaban asignados como su escolta, aunque en ese momento otras cuatro figuras y un can se hubiesen mezclado con su comitiva.
-Qu... ¿Qué, Sakura chan?- preguntó un totalmente impactado Naruto, con una expresión de total confusión, no muy diferente de la de kiba inuzuka, rock lee o Yamato. Sólo Sai, que había hablado antes con la fémina, y Kakashi, que tenía un gran olfato para estas situaciones heredado curiosamente de sus lecturas nada recomendables, mantenían un mutismo y gesto serio, sabiendo leer entre líneas.- Po... ¿Podrías repetírmelo?
-Naruto...- contestó la kunoichi con un fino sonrojo, apartando un segundo su mirada del rubio para luego continuar.- He dicho... he dicho que te amo. Que Sasuke kun ya no significa nada para mí, que debo de estar loca por haberme preocupado por él todo este tiempo. Deberías de estar más atento cuando una mujer te confiesa sus sentimientos.- le regañó Sakura, aumentando aún más la confusión de Naruto. Pero algo en la mente del rubio le hizo tornar esa expresión de confusión en una más seria. Naruto era calificado a menudo como un estúpido, pero el uzumaki era de todo menos eso. Cierto era que pecaba a menudo de ingenuidad, pero no era estúpido. Y tenía además una extraordinaria habilidad para detectar segundas intenciones en la gente, desarrollada para sobrevivir sus años de niñez, cuando era perseguido a menudo por aldeanos sedientos de venganza contra el kiuby y el peligro acechaba en cada amable invitación a ir a lugares apartados. Ese instinto le había salvado la vida mil veces, y ahora había saltado con fuerza en cuanto Sakura haruno, el amor eterno de su vida, le había confesado su amor.
-Pero... ¿Por qué? ¿Para qué? Este no es momento para bromear, Sakura chan...- repuso Naruto, intentando averiguar qué tramaba de verdad la ojijade. Conocía esos ojos como si fuesen suyos, siempre tenían un brillo único, pero esta vez era distinto... era... forzado. Las técnicas de seducción kunoichi incluían esas argucias, como les había explicado en su época de equipo gennin Kakashi. Era como ver una imitación imperfecta de algo único y perfecto, simplemente no engañaba a nadie. Fuese cual fuese el motivo de la haruno, Naruto iba a averiguarlo, así que decidió ser directo.- ¿Qué ocurre?
-nos ha calado Sakura...- advirtió inner Sakura desde la mente de Sakura, obligándola a redoblar sus esfuerzos. Sakura no sólo luchaba contra las dudas del rubio, también contra las suyas, una amalgama de sentimientos que la tenía confusa, incapaz de saber qué sentía, qué quería. Un sentimiento que se había instalado en su pecho desde hace mucho, pero que se fortaleció cuando gritó el nombre de Naruto en lugar del de Sasuke cuando se vio en peligro. Si su amor por Sasuke era tan fuerte... ¿Por qué pensó en el rubio en lugar de en él cuando necesitó un salvador?
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Naruto: La oscuridad en ti
RomanceNaruto obtiene esa declaración de amor con la que que solo soñaba de niño, pero todavía tiene una promesa que cumplir, una promesa que reclama todo de el y lo sumergirá en un camino oscuro. Y en ese descenso al infierno encontrará la ayuda mas inesp...