彡Capitulo 3彡

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¿Otra vez esta sensación? ¿Otro maldito sueño? Solo espero no haberme quedado dormido en clase esta vez.

Parece que ahora estoy en una pequeña casita de campo, algo antigua. Tiene mucho polvo, y el suelo es de madera vieja. Es algo inestable, da la sensación de que se romperá en cualquier momento.

Con cuidado, me dirigí hacia la ventana. Efectivamente, como en el sueño anterior, habían dos soles.

¿Que rayos significaba todo esto?

A diferencia del sueño anterior, tenia algo mas de libertad  de movimiento. Pero, pese a ser un sueño, no pasaba nada. El lugar olía a humedad y el polvo me molestaba en la punta de la nariz, pero no quería moverme. Sabia que iba a ocurrir algo, como en el otro sueño. Algo que definitivamente significaría algo importante. ¿Pero, el qué?

En el sueño anterior ni siquiera pudo escuchar la voz de la persona que tenia enfrente, por no decir que apenas podía verle.

Las agujas del reloj era el único sonido en aquél lugar, pero parecían ir bastante mas rápido que lo normal.

15:30h.

Cada vez, las agujas se movían más y más rápido, y el cielo empezaba a oscurecer ya. Apenas unos segundos después, ya señalaban las 19h.

¿Acaso tenia que esperar? ¿Pero, a qué hora?

22h.

Escuché unas voces mas allá de la desgastada puerta de madera. Y podía distinguir perfectamente una de ellas. Era la mía.

Miré el reloj de nuevo, 23:30h, pero estaba parado. ¿Ya llego la hora?

No, no se detuvo, solo va muy lento.

Reuní un poco de valor y me levante, caminando sigilosamente hacia la puerta. La abrí, y sí, allí estaba yo, no había ninguna duda.

Pero, era algunos años menor, quizá tendría 8 o 9 años.

No estaba solo, había un niño más. Pero, de nuevo, no podía verle. Es el mismo que el sueño anterior, seguro.

Mi otro yo se calló de golpe, substituyendo su risa por una sonrisa tímida. El cuerpo le, ¿me? Temblaba mucho, y la cara se le tiñó de un rojo intenso.

— E-Esto... — Dijo un nombre, pero la voz se le distorsionó, y no pude escucharlo.— Quisiera...— ¡Estaba temblando mucho! ¿Así de vergonzoso era de pequeño? El otro ser se giró, abrazándolo. Eso calmo notoriamente al mini yo.

Puso sus manos en sus bolsillos y sacó dos medallones. Ambos iguales, en una cara habían las iniciales "T" y "K" y en la otra "M" y "T".

¿M y T? ¿Esas son las iniciales de esa persona?

Unas campanadas anunciaron las 24h, y de repente, la casa se empezó a quemar.

La imagen se derretía, pero podía escuchar gritos. Míos.

El suelo debajo de mi, de nuevo, se rompió.

Desperté de un salto, hiperventilando.  Gracias a dios, estoy en mi habitación.

3 am del 12 de septiembre.

¿12 de septiembre? Ayer fue 12, hoy es 13. Supongo que lo tendré mal configurado.

A un lado del reloj, vi una nota. Debe ser de mi hermano.

<<Un minuto para el milagro>>

No, esa no es la letra de Yuuichi. Cuando desperté del sueño en clase, también apareció el medallón de la nada. Esta claro que esta relacionado. ¿Pero, que rayos me quieren decir con eso?

3:03 am, han pasado 3 minutos. Miré a mi alrededor, pero nada ha cambiado.   ¿Me están tomando el pelo?

Aún qué me costó, logré dormir las tres horas que me quedaban antes de que sonara la alarma.

Desperté, he hice la rutina de siempre, altamente atento por si ocurría algo extraño. Algo tenía que ocurrir. ¿O me estoy volviendo completamente loco? También es una opción.

Al salir de la ducha, vi a un lado el feísimo uniforme de mi nueva escuela. Suspire, odio la idea de llevar la misma ropa que lleva todo el mundo, pero ya mi primer dia me quedé dormido, no puedo permitirme más broncas.

Abrí con cuidado de no hacer ruido la puerta de la habitación de mi hermano, para despedirme antes de irme. Sin embargo, como ayer, estaba profundamente dormido, con rastro de haber llorado durante la noche.

Conociéndole, llora por la noche para que yo no lo vea llorar. Hablaré seriamente con él al regresar.

Minutos después, llegue a la escuela, y como ayer, cuando yo llegué, ya todo el mundo estaba sentado. Dios mio, que puntuales son aquí.

El profesor era el mismo que ayer, ¿Siempre vamos a tener el mismo? Que rollo.

—Ah, ¿Tu eres el nuevo, verdad? Preséntate delante de toda la clase, sin miedo, anda. — ¿Como que me presente? ¡Si me presenté ayer!

Vi en la pizarra la fecha anotada en ella. 12 de septiembre. No puede ser. ¡Ayer fue 12! ¿Acaso todo el día de ayer, también fue un sueño?

Mientras tanto, en otro lugar no muy lejano

— Esta comenzando... ¿Seguro que estarás bien?— Un chico peliverde con profundos ojos del mismo color, yacía en una de las ramas de un gran y fuerte árbol, sentado. Miraba con tristeza a la otra persona, un chico castaño de ojos azules, que miraba el suelo apretando los puños, mordiéndose el labio inferior.

— Estaré bien, te lo prometo. — Le sonrió a su amigo, para intentar tranquilizarlo. —He de irme ya, si no me dejaran fuera.— dijo, y de un salto de bajo del árbol, dirigiéndose al gran edificio.

Cuando el castaño se alejo lo suficiente, el ojiverde suspiró con pesadez.

—Esa fue la sonrisa más triste que vi en mi vida, Tenma.

Miró con asco la fecha que marcaba su reloj de alta tecnología.

12 de septiembre.

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