Capítulo 8

116 11 53
                                    

Pensamiento de Jung Min:

Jun puso distancia entre nosotros, y eso me tenía inquieto, ya me había acostumbrado a dormir en la misma cama con Jun y nuestro hijo, y aquel pelirrojo, que se había ganado mi cariño, era un bebe bien adorable.

Me boto a la cama con desespero y agarrando mi cabello entre mis manos, no podía aguantar más su distanciamiento, cuando ya me acostumbre y cumplido mis ansias de sentir su piel con mi piel.

No podía seguir así con Jun.

— Appa— me habla mi hijo, mientras come su cereal— yo que tu— ahí va su tono de voz de niño grande— le diría a omma la verdad que ocultas— me recomienda.

Y yo quedo con la boca abierta, ¿cómo es que un niño de escasos tres años, sabia sobre un problema adulto?

— ¿De qué verdad, hablas Yesung? — le pregunto con una sonrisa, para ocultar la verdad.

— Appa— me habla dejando de comer su cereal— no soy tan niño, me entero de algunas cosas de "adultos"— recalca la palabra adulto.

— Mi hijo es inteligente— hablo despeinándolo, aquella caballera negra que heredo de su omma.

— ¡Appa!! — reclama Yesung— no me cambies de tema — me hace un pucherito.

Mostrándome que aún era un niño Aunque Jun a pesar de ser todo un adulto y dr, aún se le salía hacer esos sus tiernos pucheritos.

Pero aquella mirada profunda, lo heredo de mí, pero el color de sus iris eran de Jun, un color oscuro, que combinaba con su mirada profunda.

Estoy seguro que Yesung tendrá a varias jovencitas y jovencitos detrás de él, como yo. Pero espero que escoja a un buen doncel o doncella para formar una familia, como yo escogí a Jun.

— Tienes razón Yesung— le respondo con una sonrisa tierna— le hablare a tu omma sobre el secreto—. Lo prometo, pero ¿cómo es que sabes del secreto?— le pregunto.

Veo como se encoge de hombros, como si fuera algo común aquello.

— Omma, piensa que sus murmuros no son escuchados— me avisa, retomando a comer su cereal.

— ¿A qué te refieres Yesung?— le pregunto con curiosidad.

— Es que omma cada noche protesta entre murmuros lo mismo— habla Yesung mirando arriba, en pose pensativo— cuando se cambia la ropa a piyama y cuando se hecha a la cama— me dice y sonrió.

Jun no había cambiado aquella actitud.

Siempre protestaba al cambiarse de ropa y antes de dormir, lo que le molestaba, pero lo que piensa Jun, es que... nunca lo murmura realmente, sino que lo habla fuerte y se entiende muy bien aquello que protestaba y lo molestaba. Al menos aquella actitud me salvaba de estar varios días con el enojo de Jun hacia mi persona cuando cometía algún error, cuando aún estábamos casados.

— ¿Omma siempre fue así? — me pregunta mi hijo, colocando la última cucharada de cereal en su boca.

— Siempre— le respondo con una sonrisa y Yesung también sonríe.

Al poco rato escuchamos un llanto y es Yesung quien se adelanta.

El día de hoy Kiki no podía venir por su trabajo, así que yo quede a cargo de los dos niños.

— Yo quiero cargarlo— me pide Yesung, cuando arrullo a Wookie.

— Está bien — le digo, mientras pongo a Wook en los brazos pequeños de Yesung, pero controlando que no se le caiga Wook.

Venganza o Familia [MinJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora