—Buenos días señor Malek— dijo Graham a su amo, temblando, mirando la expresión curiosa de él.
—Buenos días Graham, ¿que se le ofrece?—respondió Rami Malek, sentado en su escritorio mirando fijamente a su segundo sirviente más viejo; poniendo en primer lugar a Paul Prenter, su mayordomo y figura paterna, que se encontraba a un lado de él.
—Me estaba preguntando...humildemente, si usted puede ofrecerle a mi hija un trabajo aquí. La casa en donde trabajaba anteriormente quebró y ella se quedó sin empleo. Quizá en su infinita misericordia, pordria otorgarle ser su sirvienta— las manos le sudaban.
Había practicado esa petición más de diez veces. Al ser un sirviente la confianza era poca. Convencer a su amo de traer una nueva sirvienta a la mansión sería una gran batalla, aunque se tratase de su hija.
Había trabajado en esa mansión por más de quince años. Sirvió al padre de su amo fielmente, incluso estuvo a sus ordenes hasta sus últimos días de vida. El joven quedó huerfano a sus cortos trece años, al su padre morir de viruela. Por lo que Graham siempre se portó protector con él, pero no al grado de Paul, quien se empeñó firmemente a cuidar de Rami, como lo haría su difunto amo.
—¿Que edad tiene ella?— preguntó Rami.
—Acaba de cumplir los 24, mi señor— respondió el sirviente.
—¿Es buena trabajando?
—Oh, claro que si, tiene mucha experiencia.
A él no se le hacían falta mucamas, era la mansión más lujosa de Londres. Incluso los sirvientes gozaban de un buen salario. Rami era un hombre educado, caballeroso, humilde y razonable.
A pesar de esas virtudes había una que le faltaba, controlar su corazón.
La llamada desesperante de Graham que trataba de disimular, realmente había penetrado en Rami, ¿como se lo hiba a negar?, además había demostrado ser un poco digno de confianza, y era solo una muchacha de 24 años, ¿que problema daría?
Rami miró bondadosamente a Graham y dijo
-Traela, que las mucamas le den un uniforme.
-¡Se lo agradezco mucho mi señor! le aseguro que será la mucama más eficiente que ha tenido, le doy mi palabra. Ahora, si me permite, me retiro, amenos que necesite algo.
-No necesito nada Graham, puedes retirarte.
Luego de una reverenda Graham salió con una sonrisa pintada en la cara. Rami comenzó a escribir unas cartas a sus socios cercanos.
Se sintió bien consigo mismo.
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¡Hola que tal! bueno bueno, aquí está el primer capitulo, no sé cuantos serán pero espero que todos sean de su agrado.
Espero que les guste. Por favor, no olvides enviarme tus opiniones, me servirían un montón.
Gracias por llegar hasta aquí. Gracias por acompañarme en esto.
Hasta aquí me comunico con ustedes, ¡espera la próxima actualización!
Bye 🐬
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Bajo la luz de la luna // Lucy Boynton and Rami Malek
RomanceLondres 1897. La luna ya reclamó su lugar en el cielo lleno de luminosas estrellas, los invitados de aquella fiesta conversaban entre ellos, usualmente dirijiendole la palabra a él, pero Rami solo pensaba en una cosa, Lucy. Quería salir de allí, o...