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Mientras tanto Lucy Boynton esperaba en la cocina de la mansión, donde todas las mucamas iban de un lado a otro llevando grandes y pesadas ollas llenas de comida, donde los cuchillos golpeaban las tablas de cortar, y el olor a especias, pollo y carne que inundaban el lugar.

Lucy había escuchado miles de maravillas acerca del señor Rami Malek, algunas sonaban realmente fantásticas; como la vez que viajó hasta América en busca de islas sin conquistar. Según de lo que escuchó de las mucamas de la casa en la que anteriormente trabajaba, él tuvo la oportunidad de bailar con la mismísima reina Victoria. 

Sin duda, una maravilla.

-Hola -dijo una de las cocineras que estaba picando cebollas a un lado de ella- Tu debes ser la hija de Graham Boynton, ¿no es así?

-Soy Lucy-  dijo con una mirada ceremoniosa.

-Es un placer conocerte, mi nombre es Emma. Debes estar tranquila, el amo sabe que no vendría mal un poco de personal más... Y bueno, dime, ¿en que casa trabajabas?

-En la casa de los Oswald, lamentablemente, quebró y bueno... he estado buscando trabajo en otras casas pero no ha sido posible, asi que, esta es mi última oportunidad.

-Nuestro amo no es como cualquier otro, él es amable y bondadoso, yo sé que te aceptará.

Entonces Graham entró a la cocina.

-Lucy -dijo acercandosele.

-Padre, cuenteme, que ha dicho el señor Malek.

-Aceptó, dijo que puedes quedarte -respondió Graham sonriendo.

Lucy sonrio aliviada y se abrazaron padre e hija.

No había sentido ese alivio hace un par de semanas.

Habían despedido a todo el personal cuando el señor Oswald perdió los contratos que había forjado desde hace tiempo. Lucy trabajó en esa casa prácticamente toda su vida, ahí consiguió una familia, ese era su hogar. Pero ahora estaba a la deriva.

Fue un gran alivio encontrar un trabajo donde también estuviese alguien a quien conocía y amaba, su padre.

-¿Lo ves? Te lo dije, quizá el amo es la persona más amable que haya pisado la tierra- dijo Emma mientras seguía cortando los vegetales.

-Emma, Lucy necesita uniforme, ¿puede darle uno por favor?

-Claro- Emma dejó el cuchillo a un lado y limpió sus manos- Sígueme Lucy.

Emma la llevó hasta el cuarto donde descansaban las mucamas, abrió la gaveta y saco de ahí el uniforme.

-Toma- dijo entregandoselo, y después, abrio otra gaveta que se encontraba en la parte superior, de donde sacó un mandil- y toma. Aquí podrás cambiarte, luego iremos donde el señor Prenter para que te asigne tu cama y tus labores.

-¿Quien es el señor Prenter?

-Es el mayordomo del joven Malek, es muy estricto y serio, al principio te asustará un poco, pero bueno... te acostumbrarás a él, descuida.

-De acuerdo- y sonrió.

-Te esperaré afuera- dijo Emma y salió.

Se puso el vestido y el mandíl, se parecía a su uniforme anterior.

Lucy esperaba que todo fuese bien en esta casa, las ganancias de su nuevo amo eran mucho más mayores que las de su anterior, era la casa más grande a la que había servido, estaba nerviosa. Pero estaba segura que daría su mejor ezfuerzo para servir bien en esta mansión.

🕰

Hola hola, ¿que tal?

Quería escribir esto en el anterior capítulo, pero me olvide :c, asi que aquí está: Para la historia me inspiré en Lady Taylor, es un fic muy genial que me dio una grande inspiración, y creo ue era necesario ponerlo aquí.

¿Que te pareció este cap? Sin duda a mi me gustó el resultado, ¿a ti?

Gracias por leerme 💖

Me despido, ¡bye! 🐬






Bajo la luz de la luna // Lucy Boynton and Rami MalekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora