A Kilómetros [KaiSoo] ✓

Cap. 3: ¿La última noche?

Cap. 3: ¿La última noche?

KyungSoo miraba a JongIn quien seguía manteniendo una sonrisa enorme. Al parecer se había olvidado lo que pasó hasta hace unas semanas.

Y ahí estaba; nuevamente frente a JongIn. Le dolía ese sentimiento de opresión en su pecho, querer abrazarlo, besarlo, y… muchas cosas más, pero no puede, maldición que no debe.

—¿Sabes cuántas oportunidades tuve para ir?  No quise porque pensé que no era mi lugar. — El moreno tomó al pequeño por los hombros y lo zarandeó con delicadeza —Pero ahora me doy cuenta que es el lugar de los dos. — Decía ilusionado, se veía en esos ojos cafés hermosos. —Vamos KyungSoo; yo bailaré para ti y tu cantarás para mí. — Casi ruega.

El evento ya había finalizado. Baekhyun seguía hablando con el señor aquel que le entregó la beca a KyungSoo. Y JongIn también se había ganado una.

La blancura del alrededor le ponía a KyungSoo la piel aún más hermosa. El invierno aún seguía siendo cruel. La luna se hacía presente y mostraba su hermosa luz, más de una persona se podía quedar viendo aquella hermosa obra de arte, del cual, hacía ahí hace mucho tiempo.

Ambos chicos estaban bien abrigados, pero las mejillas eran acariciadas con la penetrante brisa del invierno; enrojeciendo a más de medio teatro.

KyungSoo suspira dejando salir un prominente vaho de su cavidad. Entorna los labios para articular respuesta y…

—Es hora de despedirnos, JongIn— Dice mientras trata de calmar sus ganas de lanzarse a los brazos del morocho. Y llorar, llorar ahí junto a él todo lo que queda de la noche. Que sepa que no quiere dejarlo, que lo quiere junto a él.

Pero no puede. Por un demonio, que no puede.

—Debes estar bromeando, KyungSoo— Frunce el ceño, toma a KyungSoo de la cintura y lo apega a su cuerpo. Prominente virilidad el cuerpo del moreno.

El contrario solo se deja hacer mientras mira a su derecha para evitar el contacto visual. No quiere caer, no quiere. Pero ¡Dios! Los brazos cálidos del morocho lo están volviendo loco.

—Te recuerdo que ya no somos amigos. Pero eso no quiere decir que no sea una persona educada. Así que vine también para despedirme— El morocho toma el mentón y con un poco de fuerza (ya que KyungSoo se ponía de terco) hace que lo mire aun tomándolo de la cintura.

Los labios de KyungSoo están más rojos de lo usual, por la frialdad del ambiente, y esto hace que JongIn se relama los labios, anhela, quiere devorarse a KyungSoo ahí mismo. Chupar los esponjados labios del pequeño y envolverlo con su cuerpo, tocarlo, acariciarlo, besarlo hasta explorar cada rincón de su blanquecino cuerpo.

—Mírame, y dime que no sientes nada por mí. — El morocho dice indudable.

Y es obvio el porqué de su seguridad. Ha mentalizado el cómo preguntarle a su pequeño escurridizo chico, aquél sentimiento; y lo fundamentaba con aquel mensaje de Baekhyun.

Número desconocido: