【ᴅᴇᴄᴇᴘᴛɪᴏɴ ᴄᴀsᴛʟᴇ】 {ᴛᴋ}

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La noche había caído muy rápido, Jungkook estaba sentado en la cama de su habitación en la oscuridad, mirando el suelo intentando no recordar lo que sucedió en la mañana, encerrado en ese lugar queriendo no pensar y undirse en un sueño eterno donde no tenga que soportar todo lo que le pasaba.

Sabía que Haneul ordenó tenerlo encerrado hasta que el vuelva, pero levantó la cabeza sorprendido al escuchar el sonido de unas llaves en la cerradura.

Miró hacia atrás, era Taehyung que entraba a la habitación con total normalidad y una sonrisa

—¿Q-que hace aquí? Mi esposo p-prohibió abrir la habitación

—¿Y usted cree que lo iba a dejar aquí solo?—el mayor se acercó al azabache, se sentó a su lado y entrelazó sus manos para luego besar su frente con suavidad—Lamento haberme tardado, estaba trabajando en algo

Jungkook bajó la cabeza, sintió las manos del castaño en sus mejillas y como lo envolvía en sus brazos lentamente.

—No es justo lo que su esposo le hizo, lo sé, ni si quiera merece llamarse esposo—susurró en su oído y acarició su espalda—No tiene nada de malo que le guste su jardín

—P-pero yo sabía que a Haneul no le gustaba—contestó el menor tartamudeando y abrazó mas fuerte a Taehyung—No debí hacerlo

—¿Que importa si a Haneul le gusta o no? Debe respetarlo

Los dos se miraron, Jungkook secó una lágrima y mordió su labio

—Pero no se preocupe, señor Jeon. He llamado a unos amigos para que me ayude con algo, sígame

Taehyung se levantó de la cama tomando de la mano a Jungkook y lo guió fuera de la habitación. El menor no estaba seguro, pero solo le quedaba confiar en Tae y seguirlo.

Pasaban por los pasillos vacíos, tomados de la mano y Taehyung cada vez mas ansioso de que Jungkook vea lo que había echo especialmente para el.

—¡Espere! —dijo Taehyung y detuvo el camino observando el rostro curioso del menor—Cierre sus ojos

Jungkook asintió y cerró sus ojos quedándose quieto en el lugar. Taehyung aprovechó y se quedó mirando con una sonrisa la tierna imagen del menor y lo tomó suavemente de los hombros para guiarme hasta el jardín.

Cuando llegaron, Taehyung se aseguró de que nadie los esté viendo y abrazó por detrás al castaño para luego acercarse a su oído

—Abra lo ojos, precioso

El menor mordió su labio al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo con ese susurro y abrió sus ojos lentamente.

Su jardín estaba arreglado, todo lo que Haneul había destruido volvió a la normalidad. Había pequeñas plantas nuevas que pronto crecerían y el desastre ya no se notaba.
Puso su mano en su boca y se acercó un poco mas al jardín.

—Tardarán en crecer—comentó Taehyung—La señorita Rosé me ayudó a elegirlas

Jungkook se dio la vuelta quedando frente a frente con el castaño, mordió su labio con una sonrisa y lo abrazó fuertemente, apoyando su cabeza en su hombro.

Taehyung correspondió el abrazo y acarició el cabello del menor. Pegó sus frentes y sintió una gran felicidad al ver a su amado sonriendole

—G-gracias Taehyung

—No me agradezca—respondió y tomó de la mano al azabache—¿Quiere seguir viéndolas? 

El menor asintió y comenzaron a caminar por el jardín, pensaba que todo continuaba siendo un desastre en aquel lugar pero era todo lo contrario.Jamás se imaginó que su callado mayordomo iba a ir salvarlo de ese vacío en su alma, que iba a ser la persona quien le de todo su amor.

Se detuvieron en medio del camino, los dos se miraron y otra vez una sonrisa apareció en el rostro de Jungkook. Y lo primero que se le vino a la cabeza fue besar a Tae.

Apegó su cuerpo contra el del contrario y pasó sus manos por su cuello para luego besarlo. Cosa que a Tae le sorprendió ya que siempre fue el quien tomó la iniciativa. Lo tomó de la cintura y cerró sus ojos para corresponder el beso y acariciar a su menor.

Taehyung se separó y llevó sus labios al cuello del menor para susurrarle

—No lo dejaré solo nunca ¿Sabe? Si usted se va yo me voy a donde sea para protegerlo

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Jungkook amaneció con una sonrisa, la noche anterior había sido magnifica y aun sentía los susurros de Taehyung en sus oídos, generando una sensación de alivio.Escuchó claramente desde de su habitación como Haneul llegaba al castillo y comenzaba a regañar a todo el mundo para tener todo en su lugar.

Tae había dejado la puerta con llave cuando se despidieron, para que Haneul no sospeche nada.

Escuchó el ruido de las llaves en la cerradura y se sentó en la cama sabiendo que era su esposo el que estaba abriendo ya que solo el podía. Giró un poco la cabeza, Haneul estaba entrando a la habitación de brazos cruzados. 

—Espero que ya hayas aprendido la lección —dijo el mayor y al ver que Jungkook asentía, acarició su cabeza—Entiende cariño que quiero lo mejor para ti ¿Eh? No quiero que te vuelvas un mugroso

¿Que le quedaba por hacer a Jungkook en ese momento? Solo asentir a todo lo que su marido decía antes de que lo castigue de otra forma.

Como sucedió la ultima vez.

—Rosé dijo que el almuerzo estará listo en unos minutos, quiero que estés presentable, la familia Park vino de visita

Haneul se retiró de la habitación, Jungkook suspiró y se levantó de la cama para prepararse. De nuevo tendría que estar soportando a otra familia engreída que venía a presumir sus lujos.Cuando ya estabas listo, bajó las escaleras y encontró a la familia ajena sentada en el comedor charlando con su esposo.

La familia estaba compuesta por la pareja de casados Park, una mujer elegante y de cabello gris junto a un hombre muy alto que le faltaban los dientes.Luego su hijo precioso, famoso entre todos los ricos, el mas deseado de toda la clase alta, Park Jimin.

Cabello rubio, ojos claros, piel blanca y con modales. Estudió en las escuelas mas caras y sabía hablar 6 idiomas.Obviamente la familia Jeon quiso comprometer a su hijo con Park Jimin,  pero los Park decían que buscaban algo mejor para su primogénito.Jimin era bellísimo, todos daban su vida para poder comprometerse con tal chico pero no lo lograban por su exigencia familiar.

Y personal.

Jungkook saludó con una sonrisa y una reverencia para sentarse en la mesa.

—Es un gusto conocerlo, señor Jeon—saludó la señora Park—Su hogar es muy bello

—Gracias, el gusto es mío

Transcurrió en puro aburrimiento para Jungkook. Hablaban de chismes de otras familias, planes de matrimonios y apuestas con dinero. Pero cuando a lo lejos veía a Taehyung pasar y mirarlo, olvidaba todo

Absolutamente todo.