【ᴅᴇᴄᴇᴘᴛɪᴏɴ ᴄᴀsᴛʟᴇ】 {ᴛᴋ}

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—¿Se escaparía conmigo, señor Jeon?

Estaban en la cama del mayor, acostados con sus cuerpos pegados y mirandose mientras que Taehyung acariciaba todo el cuerpo de Jungkook. Los ojitos del azabache brillaron por la pregunta y mordió su labio.

—Si tuviera la oportunidad lo haría... Pero ¿Que sería de mi? No tengo trabajo y seguro nadie me aceptará por ser un invalido sin marido

—Y si tuviera la oportunidad de escapar conmigo ¿Lo haría?

Jungkook tocó con su dedo la nariz del mayor, sonrió y asintió con la cabeza. Prefrería mil veces estar con Taehyung que con el monstruo de su marido. Besó sus labios dulcemente y pasó sus brazos por al rededor de su cuerpo.

—Oh señor Kim, no puedo describir esto. Se que está mal engañar a mi marido de esta forma pero creo que es peor ser tan sumiso y obediente a su lado. Y por el otro lado me encanta su compañía y todo lo que hace por mi.

El mayor sonrió, besó la frente de Jungkook y acarició su mejilla. Los dos se miraron fijamente disfrutando del poco tiempo que les quedaba... Haneul volvería pronto.

—Hoy mi madre y mi tía me visitaron—empezó a decir el menor y suspiró—Quieren que tenga un hijo con Haneul y me dieron clases para hacerlo

—¿Y usted que respondió?

—Les dije que no estoy listo, pero siguieron insistiendome y dándome consejos... Incómodos consejos

Taehyung sonrió, acariciando el cabello del menor y besando su frente varias veces hasta llegar a sus labios

—¿Que incómodos consejos?

—Ya sabes... Para hacer eso... Posiciones y cosas raras

El mayor rió, el azabache frunció el ceño abultando sus labios y sonrojandose—No se ría, si usted hubiera estado ahí entendería lo incómodo que fue eso. No se por que a la gente le importa tanto ese tema... Ni que fuera para tanto

Jungkook observó a Tae riendo otra vez y le dio un pequeño golpe en el pecho comenzando a reír con el. Finalmente se miraron a los ojos y el mayor le robó un beso.

—Eres tan tierno

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Y así pasaban los meses, todas las noches que Haneul se negaba ante su esposo, Taehyung estaba junto a el. No tenían otra cosa mas en mente que ellos, el mayordomo solo se dedicaba a mirar a lo lejos a su cuñado todos los días y besarlo por las noches.

Haneul no entendía por que su esposo  que solía ser tan serio y callado, ahora amanecía con una sonrisa y parecía mas feliz. Cada vez que consultaba con sus sirvientes, ellos solo se encogían de hombros y seguían con lo suyo.

Toda la servidumbre también se preguntaba que le pasaba a Kook, ese gran cambio inesperado que sorprendió a todos. Y es que ellos se daban cuenta que el menor sufría los maltratos de su esposo, siempre hacían lo posible para querer hablarle y decirle que escape de ese castillo y viva su vida. Pero temían caer en la traición y condena de Haneul.

Fue esa noche, donde Rosé los descubrió. Iba a limpiar el galpón del jardín en medio de la noche, tenía mucha energía y no quería dormir.

Solo fue un segundo de silencio, en el que de detuvo y escuchó esos gemidos y suplicas del azabache. Cuando echó un ojo solo vio una sabana y dos cuerpos buscando el placer del otro. Rosé dejó caer el trapo al suelo, abrió la boca y miró a un costado encontrandose con Jisoo