Narra Paula:
"Pau... Querés ser mi novia?"
Eso era lo único que pasaba por mi mente. Martina había armado todo esto para pedirme ser su novia. Wow. Imposible no enamorarme. No lo dude mucho, nada en realidad.
P: Siii obvio! -dije con lagrimas en mis ojos y la abracé. Seguido de eso nos besamos como nunca antes. Un beso lleno de amor. Cuando estaba empezando a aumentar la intensidad ella frenó dejándome un poco confundida, pero seguro había una razón.
M: Sos hermosa -beso
P: Vos más -ambas sonreímos
M: Pará, brindemos -ambas agarramos las copas en nuestras manos- Por nosotras
P: Por nosotras -Sonreímos y brindamos.
Después comimos el helado y nos tiramos en el sillón abrazadas. Hablamos de muchas cosas entre mimos y besos. Estábamos muy mimosas y empezamos a besarnos, de a poco fuimos aumentando el nivel del beso, pedí permiso con mi lengua la cual ella acepto y nuestras lenguas empezaron un juego de placer, de a poco sentí como ella se acomodaba sobre mi y no me molestaba en lo mas mínimo, baje mis manos hasta su vientre y las deje ahí acariciando cada centímetro de piel que estaba libre, sentí como dejaba de besarme para hacer un recorrido por mi mejilla hasta llegar al cuello y yo aproveche para meter mis manos por debajo de su remera. Al sentir sus besos húmedos en mi cuello, cosa que me hace perder, deje escapar un pequeño gemido y ella al instante frenó.
M: Perdón, me dejé llevar -dijo volviendo a mirarme
P: Eii, no frenes. Quiero hacerlo -digo tranquila entendiendo su postura y veo su sonrisa
M: Segura? -asiento y ella amplia su sonrisa- Bueno, pero acá no. Veni vamos a la cama -se levanta y me tiende la mano, amo que haga eso, andar de su mano sea el momento que sea, me encanta.
Llegamos a la pieza y ella me acorrala contra la pared agarrando mis labios otra vez, nos besamos y asi de a poco llegamos a la cama, al chocar con ella caemos quedando Marti sobre mi y nos reimos un poco entre besos. Yo aprovecho para decirle algo.
P: Mar... para. -ella frena y me mira expectante- Yo... nunca hice esto, no se como se hace pero quiero hacerlo con vos -termino por decir y veo su sonrisa
M: Vos tranquila... Sólo disfruta, no te obligues a nada y si no te gusta o hay algo mal me decis y paramos si? -me dice con una ternura increíble. Yo asiento y ella vuelve a su trabajo.
Martina ataca directamente mi cuello, deja besos húmedos y algunas mordidas, de a poco empieza a bajar sus manos acariciando cada parte de mi cuerpo y haciéndome rendir cada vez un poquito mas con cada toque, llega al borde de mi remera y siento como de a poco empieza a subirla. Al llegar al nivel de mi pecho nota que no tenia puesto corpiño y veo como su mirada se ilumina, ya me había visto antes pero esta vez yo estaba a merced de que haga lo que quiera, de igual forma sigue con su trabajo y me quita la remera. Una vez hecho esto vuelve a mi cuello y siento como hace un recorrido desde este hasta mis pechos. Se encarga de besarlos uno por uno y haciéndome volar en cada beso que deja en ellos. Siento una vez mas como se desplaza por mi cuerpo dejando besos húmedos por mi vientre hasta que siento que sus manos se posicionan en el cierre de la pollera que tengo puesta. La busco con la mirada y ella me estaba mirando, como pidiendo permiso. Ver ese acto de respeto me hizo amarla mas y sin dudas le di una sonrisa como respuesta afirmativa. Seguido a eso desprendió mi pollera y se deshizo de ella de inmediato pero antes de hacer algo mas la agarré e hice que vuelva a mi boca, mientras nos besábamos aproveche para yo quitarle su ropa, yo también quería verla. En pocos minutos estábamos en igualdad de condiciones y de a poco fui animándome a tocarla. Ella se sentó sobre mi, llevo una de mis manos a sus pechos y de apoco fui jugando con ellos y masajeandolos. Minutos después habíamos cambiado de roles y yo era quien jugaba con sus pechos y los disfrutaba como si se tratasen de una golosina. Estuvimos un ratito asi y después ella volvió a tomar el mando, bajo directamente hasta mis caderas y se deshizo de la bombacha que estaba completamente mojada. Veo como se acerca a mi intimidad y me decido a disfrutar, sabia lo que seguía pero no sabia que podía ser tan placentero. Siento como juega con su lengua y la atención que le da a mi clítoris y en ese mismo momento siento desmayarme de placer. Ella sigue disfrutando cada parte de mi intimidad y antes de que se lo pida siento como entra con dos dedos en mi. Repite esa acción cada vez mas rápido sin descuidar el clítoris y logra provocarme un orgasmo como nunca en mi vida. Llego al climax gritando su nombre y disfrutando cada movimiento que mi cuerpo provoca al liberar tanto placer. Ella se encarga de cada liquido que salió de mi, luego sube hasta mi cuello a dejarme un último beso y se acuesta al lado mio abrazándome. Permanecemos un rato así en silencio y cuando logro establecer mi respiración hablo.
P: Te amo -confieso
M: Yo también, muchísimo -dice y me da un pequeño beso
P: Seguro ya lo sabes pero sos buenísima en esto
M: Que bueno que pienses eso, porque voy a hacerte el amor toda la vida. Igual vos no te quedaste atrás -me dice y muero de vergüenza
P: Ay no, eso no fue nada comparado con vos
M: Bueno pero es tiempo también. Tranquila que ya vas a poder practicar -me guiña el ojo y yo la beso- Bueno.. Dormimos? O... segundo round?
P: Noo! Dormimos, me dejaste de cama
M: Jajajaj bueno dale, vení
P: No, hoy te abrazo yo. Vení -le digo y ella se acuesta sobre mi pecho.
Y nos dormimos asi, entre mimos después de habernos amado y expresado todo el amor que nos teníamos. Por mi parte dormí como un angelito. Enamorada, feliz y complacida. Definitivamente esta chica no hace nada mal, hasta en la cama es buena. Al fin la vida me estaba dando una buena. Haber conocido a Martina es de lo mejor que me paso en este tiempo y no pienso dejarla escapar nunca.

ESTÁS LEYENDO
Causalidad
De TodoMartina Rivero, DJ y dueña del Espacio Rivero. Seductora nata, donde entra es el centro de atención. No cree en el amor, y mantiene relaciones abiertas con hombres y mujeres. Paula Kaplan, Comunity Manager, su vida cambia cuando es estafada y como d...