Imposible odiarte

353 23 3
                                        

Narra Paula:

Me desperte temprano, incluso antes del despertador. Aproveche que Martina dormía para apagarlo y levantarme despacio, estaba durmiendo tan tranquila que no quería despertarla, hoy es su día franco y pienso dejar que se quede durmiendo. Aproveche para darme una ducha, desayunar algo e irme a la florería, no sin antes dejarle una nota en la mesita de luz:

"Martu, es tu día libre asi que preferí dejarte dormir, además... ¡estabas tan tierna! Cuando te despiertes te espero en el local para desayunar o almorzar. Te quiero! Pau"

Deje la nota y sali de casa. Como a las 10 aparece Martina con cara de dormida aún. Me acerqué a saludarla pero su ánimo no era el mejor. Así que solo me limité a preguntar como estaba.

P: Ey, te despertaste! Todo bien?

Martina se abalanzó sobre mi y me abrazó como una nena chiquita, escondiendo su rostro en mi cuello y llenandome de preguntas. Unos minutos después siento que me moja la remera con lágrimas y sin pensarlo me separo para mirarle la cara. Como lo sospeché, estaba llorando.

P: Ei gordi, que pasa? -Le seque algunas lágrimas y la volví a abrazar- Queres que vayamos a otro lado?

Ella solo me asintió y yo sin más la lleve abrazada a mi a casa. Ni bien llegamos le mandé un mensaje a Inés si me cubría en la florería y me dijo que si, así que podía quedarme tranquila ahí. Nos sentamos en la cama y ella rompió en llanto, yo solo me limité a hacerle mimos y abrazarla hasta que pudiera tranquilizarse, llorar hace bien cuando hay algo guardado. Después de un ratito fue dejando de llorar y estando más tranquilas me dispuse a hablar.

P: Queres que te haga un té y me contas? O podes tomar el té sin contarme también.. tómate tu tiempo -dije tranquila, quería hacerle saber que pase lo que pase iba a estar acá
M: Si, por favor -se limito a decir.

La ayude a recostarse en la cama, le di un beso en la frente y me fui a preparar el té. Cuando volví estaba abrazada a la almohada y con su mirada ausente. Me acerqué de a poco y dejé la taza en la mesita, me agaché y cuando fui a acariciar su carita me agarró la mano y le dio un beso. Se sentó y me invitó a sentarme con ella, sin dudas lo hice, se recostó sobre mi y de a poco empezó a hablar.

M: Te quiero contar -dijo despacio, le agarré la mano en señal de que la escuche y de que estaba aca- me desperte con el teléfono sonando, era un número que no conocía pero siempre atiendo por el laburo. Pero... no era del laburo -dijo suspirando, y sentí como se caían algunas lagrimas- cuando atendi era una mujer. No se como consiguió contacto conmigo pero dijo que era mi hermana. Que sabe que estuve buscando a mi mamá y me amenazó, me dijo que no me acerque nunca más a ellas. Que sabe donde vivo y todos mis horarios, que le tenía que tener miedo porque podía lastimar a las personas que más quiero -logró decir entre lagrimas- me da mucho miedo Pau, no se que hacer. La última vez que nos vimos Felipe me dijo que sabía quién era mi hermana, lo único que se me cruza es que el le dijo de mi. Pero porque?
P: Por resentido talvez -dije sin pensar- no, perdón, es que nunca me cayó.
M: Esta bien, yo también lo pensé.
P: Bueno no, pero no tenes que pensar en eso, no te va a pasar nada a vos -digo agarrandole la carita y secando sus lagrimas- ni a vos ni a nadie cerca tuyo. Esa tipa no es nadie para venir a amenazarte así, seguro le llenaron la cabeza con algo, porque con lo hermosa que sos en todos los sentidos no hay nadie que te pueda odiar. -logro que saque una sonrisa y volví a abrazarla.

Nos quedamos un ratito así, tomo el té y después de un ratito haciendole mimos logré que se duerma. La dejé que descanse, después de tanto llanto, estoy segura que necesitaba dormir así que la dejé descansar. Después de un ratito me levante a preparar algo para la merienda, cuando tenía todo listo y preparado en la mesa fui a la pieza a levantarla. Me acerqué, me senté en la cama y de a poco empeze a hacerle mimos en la espalda

P: Mar... bonita...
M: Mmmm... -se despereza- hola
P: Holaaa... dormiste bien?
M: Si, muy. Vos como estas?
P: Yo? Bien, con una merienda preparada que es... un sueño
M: Ah si? Para mi?
P: Toda para vos. Veni vamos -le estire la mano y la lleve a la cocina.

Nos sentamos a merendar y charlamos de cosas triviales hasta que llegó Roma y se unió a nosotras, hablaron unas cosas de Seba dejándome fuera de la conversación pero amo verlas juntas. Estuvimos un ratito más y entre las tres juntamos. Decidí preguntarle a Martina que quería hacer y entre las dos decidimos pasar un rato con las chicas así que las invitamos a la noche si les iba a contar o no pero al menos para que se despeje un rato. Organizamos todo en casa y nos fuimos a la casa de Martu, habíamos decidido que sea allá así no molestamos a Roma que tenía que estudiar y así de paso Martina podía estar más cómoda en su casa. Llegamos, pedimos la comida, hoy salía delivery sin dudas y esperamos a que lleguen las chicas.

CausalidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora