Capítulo 21: Amenaza.

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La joven fue llevada a la residencia Donquixote, una mansión de gran extensión y variados lujos, pero lejos de estar fascinada por aquello, (t/n) estaba aterrada, no sabía que pensaba hacerle Doflamingo, había mucha seguridad y estaba sola, si tardaba Rocinante se preocuparía.

Guiada por Diamante la dejaron en un estudio, donde una joven vestida de mucama, le servio una bebida refrescante, mientras Doflamingo llegaba.

-G... gracias...- agradeció a la joven, quien asintió y se levantó, saliendo de ahí, mientras Diamante se quedaba a vigilarla.

Era un incómodo silencio, eso aumentaba sus nervios, evitaba ver a su vigilante, sin embargo unos pasos se hicieron presentes, Doflamingo abría la puerta, con una seña ordenó a Diamante que de retirara, después él se sentó a un lado de la joven, ella se retiró un poco.

-¿Por qué tan fría... pensé que te alegaría verme?- comentó con una sonrisa arrogante, ella evitaba verlo.

-¡Doflamingo... no entiendo porqué haces esto, pero no es gracioso... yo quiero irme!- volteó a verlo de manera acusatoria, eso molesto al mayor, quien la tomó del mentón.

-¿Y antes? ¡Mentías para verme, hacía lo que fuera por estar conmigo!- reclamó, aquello molesto a la joven.

-¡S... si!- exclamó sorprendiendo al mayor. -Lo hacia... sabes ¿por qué?- él no contesto, ella apartó su mano de manera brusca. -¡Porque te amaba... yo te amaba... pero tú mismo destruiste mis sentimientos por ti!- reclamó.

-¡Olvidaba lo cursi que eras... eso es pasado!- exclamó.

-¡Exacto! ¡Es pasado!- ella se levantó. -Eres mi pasado, ahora soy feliz, amo a Roci...- explicó. -¡Ahora déjame ir!- exigió, aquello molesto más al mayor, quien se levantó de igual manera, tomando el brazo de la joven.

-No seas reconrosa... si sigues pensando en tu bebé, podemos hacer otro...- dijo de manera sugerente, al principio (t/n) se pasmó por aquellas palabras, pero después para su sorpresa, ella lo abofeteó con todas su fuerzas.

Doflamingo estaba atónito, soltando a la joven había girado el rostro por el impacto, (t/n) comenzó a llorar.

-¡Te prohibo que hables de mi hija!- exclamó. -No tienes derecho a mencionarla, para ti mi bebé es sólo un concepto, ya que nunca la sentiste, nunca la esperaste... pero para mi era una hermosa realidad, que lamentablemente no se pudo concretar...- Doflamingo sólo la miraba, estaba enojado y las venas en su frente lo hacían saber, pero ella de igual manera estaba enojada, pese al llanto.

-¡Vergo!- en unos momentos en el mencionado entraba, Doflamingo le dio la espalda a la joven, quien se puso nerviosa, no sabía que esperar, pero no se arrepentía. -Regrésala...- dijo con simpleza, ante la sorpresa de ambos.

-Como órdenes Doffy...- la tomó con cierta brusquedad de los hombros.

-Espera...- volteó levemente. -Que llegue bien...- dijo con cierta amenaza y su subordinado soltó a la muchacha.

-Si...- con una seña hizo que (t/n) lo siguiera, ella ya no dijo nada, ni siquiera regresó a mirar a Doflamingo, saliendo de aquella habitación.

Después de unos momentos, Doflamingo se acercó a su cava, tomando un vaso y sirviéndose coñac, bebiendo de golpe, al terminar arrojó el vaso hacia una de las paredes, rompiéndolo de manera estrepitosa.

-Nunca me había sentido tan humillado...- susurró, tocó su mejilla golpeada, seguía de color rojo e incluso se había hinchado un poco. -Tú ganas petetico hermano menor...- se acercó a su escritorio y tomó aquel peluche, pensó en quemarlo, pero negó después, lo conservaría como recuerdo.

Flash Back.

Hace 3 años, Doflamingo comenzaba a ganar prestigio y renombre en el bajo mundo, sin duda tenía mujeres y dinero por montón, pero algo no estaba bien, siempre sentía cierto vacío, una noche, decidió dar un vuelta por Dressrosa él sólo, podía cuidarse, lo único que pidió era que lo dejaran en el centro.

Comenzó a caminar en un parque, sentándose en una banca, comenzaba a arrepentirse de haber salido, suspirando con frustración, hasta que una leve carcajada femenina lo hizo voltear, había una pareja, al parecer eran estudiantes, quienes hablaban animados, ella tomaba el brazo de él.

Inevitablemente aquella chica le recordó a (t/n), una niña con ojos soñadores que siempre le sonreía y le hablaba de manera bondadosa.

En ese momento se dio cuenta de algo, nunca había olvidado a (t/n)...

Fin del flash back.

En realidad se había enamorado de aquella joven, pero su orgullo y ambición nunca lo dejaron reconocerlo, por eso era indiferente, por eso la obligó a entregarse a él, por esa razón cuando ella le confesó el embarazo una parte de él sintió miedo a perder todo lo que había soñado, por eso fue cruel cuando la dejó caer en las escaleras.

Nunca la recuperaría, nunca tendría una oportunidad para demostrarme el amor que él podía ofrecerle, pero estaba seguro de algo, su hermano menor la haría feliz.

(T/n) era subida a una camioneta, respiró aliviada, ahora que regresará a su hogar y viera a Rocinante, le contaría lo qué pasó, lo abrazaría y lo besaría, se sentía feliz de tenerlo en su vida y de haber superado a Doflamingo, se sentía libre.

La camioneta salió de la recidencia, seguida por un auto, adentro iba un chofer y una mujer de cabellos negros y ojos azules, hablando por un teléfono.

-No tardó ni media hora... debe ser ella...- comentó.

-"Bien... captúrala..."- dijo la voz del otro lado de la línea. –"Esa mujer debe ser el punto débil de Flamingo..."- describió mientras en su escritorio había fotos de Doflamingo y (t/n), de hace 5 años.

-Así será...- terminó la comunicación e indicó al chofer seguir el vehículo, llamando a más personal para la misión.

Ganando tú amor. (One Piece. Corazón y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora