Ganando tú amor. (One Piece. Corazón y tú)

Capítulo 15: Un caballero.

(T/n) pasó una semana en el hospital, siempre acompañada de su familia y Rocinante, pese a eso ella estaba desanimada y muy triste.

-Debe tener ayuda psicológica…- dijo con tristeza el padre de la joven.

-¿Usted cree?- dijo con preocupación Rocinante.

-Si… este tipo de casos son difíciles, más en ella que es joven…- declaró. -Aunque Doctorine dice que no tendrá secuelas por el aborto, pero no sólo debe ser tratada físicamente…- concluyó.

Rocinante fue a la habitación de (t/n), ella estaba sentada en la cama, sin tocar su comida, él se acerco.

-(t/n), debes comer algo…- la tomó de la mano.

-No tengo mucha hambre…- susurro, y Rocinante noto como ella tenía una de sus manos en el vientre. -Ella era tan activa…- comentó. -Tu Mamá me estaba ayudando a buscar un nombre…- conforme hablaba las lagrimas bajaban. -Ya teníamos su cuna… peluches…- sollozo.

-(t/n)… no pienses en eso, ahora tienes que ponerte bien, comer, obedecer indicaciones, cuidarte para que te recuperes…- dijo tomando la delicada mano entre las suyas.

-Sólo quiero morir…- él la abrazo, ella correspondió rompiendo a llorar.

-No digas eso…- declaró con tristeza. -Debes ser fuerte, por ti…- comento el mayor, ella negaba.

-Mi bebé…- susurró.

-(t/n)…- dijo con tristeza.

Mientras tanto Doflamingo empacaba algunas cosas, se iría a otro lado, temía que Law cumpliera su palabra y lo denunciara a la Marina, sus padres no estaban en casa y sabia que su hermano estaba con (t/n), por un momento recordó como ella cayó de las escaleras, es cierto que no quería que naciera el bebé, pero tampoco quería lastimarla así.

Salió de su habitación rumbo a la cocina, pero cruzo a la habitación del bebé, estaba situada entre la suya y la de su hermano, la curiosidad lo venció y entro a verlo, estaba pintado de blanco, una cuna, un mueble con ropa, así como un baúl.

-Patético…- susurro con enojo, de la cuna tomo un pequeño conejo, que guardo en la bolsa de su saco.

En el hospital, Rocinante había logrado convencer a (t/n) de comer, ella lo hacia desanimada, él no sabia que decir.

-Roci…- ella se detuvo por un momento, él la miro, ella parecía pensativa.

-¿Qué pasa?- cuestionó intrigado.

-Lo he pensado… y quiero que seas libre…- él se sorprendió.

-¿A qué te refieres?- ella tomo su mano.

-No es necesario que te quedes a mi lado… agradezco tu noble gesto, pero no te voy a detener, tu compromiso termino…- declaro, iba a soltarlo, pero él la tomo de la mano, apretando con suavidad.

-Te equivocas…- dijo, ella abrió los ojos con mucha sorpresa. -No pienso abandonarte, no si estas sufriendo…- sentencio.

-Pero… Roci…- él negó.

-(t/n)… yo te amo…- declaró. -Por eso me niego a dejarte… ahora con mayor razón quiero estar a tu lado, cuidarte y pensar en un futuro a tu lado, quiero hacerte feliz, es verdad que no será fácil a mi también me duele el que nuestra hija no haya nacido, te lo dije, pero te lo volveré a repetir, ese pequeño ser era mi hija, nuestra hija y me duele no poder hacer algo para que dejes de sufrir ahora…- confesó con mirada afligida. -No me apartes…- suplicó, ella se sonrojó por la confesión.

-Roci…- él sin pensarlo acercó sus labios a los de la joven, dándole un suave beso, la joven correspondió, separándose casi de inmediato.

-Déjame estar a tu lado…- suplicó.

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-¿Cómo que se fue?- ya en la noche Rocinante cenaba con sus padres, cuando le dieron la noticia.

-Si, cuando regresamos ya no estaba… se fue otra vez y sin despedirse…- comentó con tristeza su madre.

-Tendra sus razones, esperemos que esta vez sea más consiente y nos hable…- animaba su esposo con una leve sonrisa, pero su hijo estaba intrigado, le daba la razón a Law, parecía que su hermano sólo regresaba para dañar a (t/n).

-Y… ¿cómo esta (t/n)-chan?- cuestionó su madre.

-Sigue triste, hoy la convencí de ver a un psicólogo, así podrá recuperarse de haber perdido a nuestra hija…- comentó.

-¿Y qué pasara con ustedes?- preguntó su padre.

-Es cierto que nos casamos por su embarazo, pero yo la amo… estaré a su lado, ahora más que nunca ella me necesita…- declaró.

-Sin duda es noble de tu parte hijo…- felicito su madre. -Sabes que cuentas con nuestro apoyo…- declaró con una gentil sonrisa.

-Gracias, eso lo sé bien…- dijo con una sonrisa amplia.

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-Me alegra saber que aceptas la ayuda de la psicóloga…- en el hospital (t/n) estaba con su padre.

-Roci me convenció, me dijo que lo hiciera por mi bien…- comentó un tanto avergonzada.

-Sin duda es un buen muchacho…- se alegró. -¿Y qué pasara con su relación?- no pudo evitar pensar en eso.

-Quería dejar a Roci, ya que no tiene ninguna obligación de estar conmigo, pero él…- se sonrojó levemente. -Me dijo que no me dejaría sola, que me ayudara a sobrellevar esto…- explicó.

-Ya veo… eso es bueno, no me cabe la menor duda, te ama…- comentó con una alegre sonrisa.

-S… si…- confesó un tanto avergonzada, ahora sólo tenía que superar aquello, por suerte no estaba sola, su familia y Rocinante le ayudarían, lo único que deseaba era no volver a encontrarse con Doflamingo.

Cuando salió del hospital, se enteró que el hermano mayor de su pareja ya no estaba, eso sin duda era un alivio.

Y así pasaron 5 años…