Ganando tú amor. (One Piece. Corazón y tú)

Capítulo 16: Caminos paralelos.

(T/n) acababa de cumplir 23 años, estudiaba Pedagogía, vivía aun con Rocinante, quien era un Marine con el rango de Capitán, ambos eran una pareja feliz, ahora preparaban todo para mudarse, irían a la ciudad de Dressrosa, ya que la joven había obtenido una beca en la Universidad de aquella ciudad, mientras su esposo había sido cambiado a la base de la Marina.

-Me alegra que te hayan dado la beca…- Law estaba con ella, quien seguía viviendo en la residencia Donquixote.

-Yo también, así podre ir con Roci…- dijo con una gran sonrisa, Law se alegraba por ella, al parecer había  encontrado el amor y superado a Doflamingo.

-Pero ten cuidado, Dressrosa es una ciudad un tanto peligrosa…- sin duda estaba preocupado por lo que pasaría en una ciudad tan lejana.

-Si, Roci me ha dicho lo mismo… no te preocupes, siempre les hablare…- aseguro sin borrar su sonrisa.

-Eso espero…- dijo un poco aliviado.

Durante esos 5 años (t/n) había tenido apoyo psicológico, la terapia no sólo le había ayudado a superar el haber perdido a su bebé, sino a superar la relación toxica que había experimentado con Doflamingo, de igual manera todo ese tiempo Rocinante se había ganado el amor de la joven.

Unos días después, la pareja llegaba a su nuevo hogar, un modesto pero amplio departamento situado en las residencias de clase media, tenia una buena ubicación pues quedaba cerca tanto de la Universidad como del trabajo de Rocinante.

-Al fin estamos aquí…- dijo la joven colocando un par de maletas medianas en el suelo, su pareja entraba detrás de ella con un par de cajas que también dejo en el suelo, en el lugar ya estaban unos cuantos muebles.

-Si… aquí comenzaremos una nueva vida…- aseguró con una amplia sonrisa.

Comenzaron a desempacar, Rocinante disimulaba bien lo preocupado que se encontraba, pues en realidad no deseaba que (t/n) lo acompañara, la ciudad era un tanto peligrosa, pero eso no era todo, él sabia la verdad sobre su hermano y precisamente buscaba capturar y derrocar a Jocker.

Su idea era ir sólo, pero (t/n) se las arregló para conseguir una beca que la llevara a Dressrosa y así no separarse de su esposo.

-(t/n)… por favor, ten cuidado…- dijo preocupado, ella dejo lo que estaba haciendo, acercándose a él.

-Estaré bien, no quiero ser una carga para ti… y si quise venir es porque eres mi esposo, así como tú estuviste para mi cuando más lo necesitaba, yo estaré a tu lado…- aquellas palabras sonrojaron a Rocinante, más aun cuando ella lo beso suavemente en los labios. -Te amo…- susurró al separase.

-Te amo…- contesto con una cálida sonrisa.

Rocinante se sentía afortunado de haber ganado el corazón de la joven, no fue sencillo, hubo ocasiones en las que ella quería alejarlo, pero nunca se rindió.

Flash Back…

Hace 5 años, la joven asistía a terapias, había decidido regresar a su casa, donde su padre y Law la cuidaban, Rocinante solía visitarla, cierta tarde.

-Debemos alejarnos…- susurró ella, quien estaba en cama.

-¿Por qué?- cuestionó incrédulo.

-¡No es correcto que estemos juntos… que me tengas lastima!- declaró llorando.

-¡¡Eso no es verdad…- se acercó a ella, tomándola de las manos. -(t/n) yo te amo!!- exclamó sorprendiendo a la joven.

-¿Qué?- cuestionó atónita.

-Siempre me has gustado…- la miraba fijamente. -Pero fui un cobarde que nunca te lo pude confesar…- conforme hablaba, se escuchaba un nudo en su garganta. -Tal vez de haberlo hecho no habrías sufrido todo esto…- no pudo evitar derramar lagrimas. -Por mi cobardía…- la joven también lloraba, sin creer en un principio aquella confesión.

Fin del flash back.

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A lo largo de 5 años había cumplido todas sus metas, con el sobrenombre de Jocker, lo tenía todo, dinero, mujeres, era respetado y temido, el bajo mundo le pertenecía, en su grupo criminal hay hombres y mujeres leales a él, la ciudad de Dressrosa era suya.

Esa noche celebraban otro golpe, del cual habían sacado un buen botín.

-Todo ha salido bien…- carcajeo Trebol.

-Esos idiotas de la Marina no saben cómo atraparme, a este paso podre extenderme a otras ciudades…- dijo con una amplia y macabra sonrisa. -Lo que paso hace 5 años, fue un tropiezo, pero ahora ya nada puede detenerme…- brindo con sus subordinados.

-Esos de la Marina no tienen idea de cómo los evadimos…- carcajeo Diamante.

-¿Qué es lo siguiente que haremos?- cuestionó otro de los ejecutivos, de voz soprano, algo  que contrastaba terriblemente con su cuerpo, Pica era su nombre.

-Antes de entrar a la próxima ciudad, debo visitar a un viejo amigo que reside ahí… tal vez pueda entrar a Arabasta sin usar la fuerza…- nada borraba aquella sonrisa.

Doflamingo vivía tal y como deseaba, olvidando a su familia, ignorando parcialmente qué era de ellos.