La noche de chicas apenas comenzaba, Kara había puesto algo de música en espera de sus acompañantes.
Alex y Kelly habían sido las primeras en llegar con una orden extra de potstickers para Kara. Casi media hora después, Nia había aparecido en la puerta, disculpándose por la tardanza, en sus manos se balanceaban tres cajas de pizza.
— Siento la tardanza...
— Descuida, Nia — Kara sonrió tomando las pizzas y dejándolas en la barra de la cocina, su amiga se relajó al instante —. Lo importante es que estás aquí.
— Gracias, Kara.
Un ligero bip sonó en la habitación. Kara tomó su móvil y desbloqueó la pantalla. Un mensaje nuevo había llegado. Seguido de otro más.
— Lena llegará tarde — dijo a sus amigas. Alex y Kelly tenían una botella de cerveza en las manos, Nia bebía solo agua —. Quiere que comencemos sin ella.
— Dile que traiga más vino — susurró Alex, para que solo Kara pudiera escucharle. Su hermana asintió.
Llevaron la comida y algunos platos a la estancia. Y comenzaron a charlar. La mente de Kara no se encontraba del todo presente. El último mensaje que había enviado aun no tenía respuesta. Poco a poco, la plática fue dejando de existir a sus oídos. Lo único que le importaba en esos momentos era saber el paradero de Lena.
Más de media hora había pasado y aun no obtenía respuesta.
— ¡Kara! — escuchó la voz de Alex, seguido de un ligero movimiento en su hombro izquierdo.
— Lo siento, Alex. ¿Qué decías?
— Tu teléfono está sonando.
— Oh... gracias.
Kara miró la pantalla. Solo había una palabra: Lena.
No queriendo interrumpir la conversación con la llamada, se disculpó con las chicas y caminó hacia la cocina. Apenas el móvil sonó de nuevo, Kara atendió. Un grito recorrió su columna al instante, paralizándola a mitad del camino. Se giró para mirar a su hermana. Su pecho comenzó a subir y bajar nuevamente, cuando otro grito más pudo escucharse.
Alex asintió.
— Necesito que todas las unidades se dirijan a L-corp. Lena está en peligro — dijo, presionando el comunicador en su oído.
— Kara — la voz de Nia parecía distante —. Kara, escucha, tenemos que...
Pero ya era demasiado tarde. En el tiempo que el móvil tardó en tocar el suelo, Kara había desaparecido por uno de los ventanales. No importándole que Kelly fuera de las pocas personas cercanas a ella que no sabían su doble identidad.
— No ahora — dijo Alex tomando el celular de Kara y sintiendo la mirada que Kelly le estaba dando —. Lo siento.
Tan pronto como terminó la frase, Nia ya tenía puesto su traje y ambas salieron por la puerta. Kelly aun estaba procesando el hecho de que dos de sus amigas más cercanas fuesen parte de los superhéroes que protegían la ciudad.
— Yo... esperaré aquí — dijo a la nada.
...
Kara había volado imposiblemente rápido para llegar a L-corp. Cuando llegó, Lena no se encontraba ahí. Buscó por todo el edificio con su visión de Rayos X. No estaba en ningún nivel superior o inferior y claramente no estaba en su oficina. Incluso había bajado al laboratorio -no tan secreto- debajo de las instalaciones, ya que las paredes recubiertas con plomo imposibilitaban su visión. Sin embargo, no encontró a Lena ahí.