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A pesar de que Walter y Lance recobraron sus empleos, la casa del menor aún no estaba siendo reparada, a pedido de él mismo ya que según él debían darle prioridad a las instalaciones dañadas de la organización

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A pesar de que Walter y Lance recobraron sus empleos, la casa del menor aún no estaba siendo reparada, a pedido de él mismo ya que según él debían darle prioridad a las instalaciones dañadas de la organización.

¿Por qué pidió que se le considerara al último para las reparaciones? Era obvio, siempre admiró a Lance y este acababa de ofrecer su departamento para que Walter se hospedara los días necesarios.

No podía perder esa oportunidad, recién comenzaban a trabajar juntos y les serviría para conocerse mejor, compartir ideas y opiniones de las nuevas creaciones que tenía planeadas. Walter estaba seguro, quería pasar más tiempo con Lance, todo lo que él le permitiera...

Sterling solía pasar la mayoría de su tiempo libre a solas, no tenía amigos, a pesar de llevarse bien con todos no lograba confiar en las personas por completo. Consideraba las relaciones en general como un dar y recibir de las que no quería salir perjudicado, en su cabeza no cabía la idea de que alguien se aprovechara de los beneficios que con tanto esfuerzo había conseguido.

Sin embargo, Walter... ese niño parecía tan puro que no había posibilidad de desconfianza, cada palabra que oía de la boca del muchacho era libre de segundas intenciones, con él se sentía a gusto.

— Siéntete como en tu casa —dijo Sterling al acabar de abrir la puerta e invitarle a pasar.

— Gracias Lance... —murmuró ensimismado, simplemente no podía creerlo.

— ¿Qué pasa? —preguntó el moreno, mientras le ayudaba a entrar su maleta.

— Bueno... ya sabes, ¡esto es tan emocionante! —La sonrisa en su rostro dejaba a la vista lo feliz que estaba—. No puedo creer que podré convivir contigo, nunca antes tuve un amigo... ¡después de cenar podríamos ver una película!

— Sí... —dijo algo incómodo— sobre eso, no creo que pueda hoy, ya tengo planes para esta noche.

— Oh... no te preocupes, entiendo.

Luego de las palabras de Walter, Sterling no pudo seguir hablando, se sentía culpable por haberle desanimado. El menor sólo se limitó a seguir a su compañero y prestar atención a sus indicaciones sobre cada habitación.

Tal vez el castaño sólo debía guardar silencio hasta que el ambiente dejara de ser incómodo... después de todo no quería perder su oportunidad de pasar momentos agradables con Sterling.

En efecto, Los minutos pasaron y ambos volvieron a hablar con normalidad, se encontraban acomodando las cosas de Walter en la pieza de Lance. El mayor hace tiempo había comprado un sillón que se podía convertir en una cama, aunque nunca creyó que lo usaría.

Por unos segundos se elogió a si mismo: "Eres un genio Lance Sterling", como si hubiera predicho ese suceso desde mucho antes.

— Puedes usar todo lo que hay aquí con libertad, siéntete libre de usar el baño y la cocina. En unos minutos más debo salir, ¿sabes cocinar o quieres que ordene comida? —preguntó despreocupado mientras buscaba una camisa en su armario.

— Si, no te preocupes, gracias Lance...

Nuevamente había desaparecido esa sonrisa resplandeciente...

— No pongas esa cara... mañana podremos pasar tiempo juntos en el trabajo —Le dirigió una sonrisa y Walter sólo asintió.

Sin darle tanta importancia a la presencia del menor, Sterling se quitó la camisa blanca que traía para reemplazarla por una de color lila pálido.

Walter se sonrojó al ver el pecho desnudo de su compañero y desvió la mirada, ya lo había visto incluso completamente desnudo luego de "despalomearlo"... no era algo nuevo, pero esta vez era distinto, aunque no sabía el por qué.

Bueno... sí sabía, pero no quería hacerlo notorio, Lance le parecía atractivo, le gustaba. Siempre lo hizo... y por alguna razón verlo semidesnudo le resultaba aún más irresistible.

Lance rebuscó en su velador y tomó un perfume entre sus manos para luego aplicarlo sobre su ropa. Revisó su rostro en el gran espejo junto a la cama y sonrió seguro.

— ¿Vas a una cita? —murmuró Walter, jugando con sus manos y mirando al suelo.

— Algo así... —No tenía intención de explicarle. Sterling no era precisamente alguien romántico, no tenía compromisos.

No era algo que le avergonzara o quisiera ocultar, pero algo le impedía decírselo a Walter... decir que sólo tenía sexo casual con algunas de sus amigas de vez en cuando.

De nuevo ese silencio incómodo inundó la habitación. Walter Beckett no era alguien que supiera relacionarse con las personas, todos lo habían tachado de raro y nunca le dieron la oportunidad de acercarse.

¿Cómo debía contestar en esa situación? ¿Debía siquiera seguir preguntando del tema o simplemente guardar silencio hasta que Lance hablara sobre algo más?

Los segundos pasaron, Lance terminó de arreglarse y se despidió de Walter con un "te veo mañana", dejando en claro que no llegaría a dormir esa noche.

Al parecer quedarse en la casa de Lance no era lo que había imaginado, estaba siendo incómodo y aburrido.

Tal vez no le era importante... tal vez ni siquiera eran amigos después de todo... quizás no tenía oportunidad con él...

Esos pensamientos inundaron la mente de Walter, quien finalmente luego de algunos minutos mirando la puerta por la que había desaparecido Lance, se decidió a cocinar algo simple para luego ir a dormir.

Esa noche se quedaría completamente solo, pues su animal de compañía había salido a dar una vuelta hace algunas horas. Tendría mucho en que pensar, sabía que le sería imposible conciliar el sueño.

 Tendría mucho en que pensar, sabía que le sería imposible conciliar el sueño

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XXVI:

¡Hola! les doy la bienvenida a este nuevo fanfic, Espero les guste, comenten y voten. Les esperan momentos vergonzosos, tiernos y bastante pervertidos xD

Oh chico, me estoy enamorandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora