IV

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A la mañana siguiente Walter despertó en brazos de lance, sin saber qué hacer

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A la mañana siguiente Walter despertó en brazos de lance, sin saber qué hacer. Seguía avergonzado por lo de la noche anterior y también se encontraba preocupado por el comportamiento de su amigo.

"Quedé como un idiota" pensó, recién caía en cuenta de que perdió la oportunidad de tener su primera vez con Lance.

Observó detenidamente el rostro del moreno, sus finos labios y largas pestañas. No pudo resistirse a acariciar sus mejillas.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó Lance abriendo los ojos, sosteniendo la mano de Walter para alejarla.

— Si, disculpa por lo de anoche, no debí comportarme de ese modo —murmuró, sus mejillas no tardaron en ruborizarse ante la fija mirada del mayor.

¿Qué rumbo debía tomar esa conversación? Quería ser besado por Lance... pero era incómodo estar frente a él, sobre todo por intentar ocultar su verdadera personalidad.

Había experimentado bastante consigo mismo, tanto que sabía los puntos exactos que le llevaban al éxtasis, sería difícil mantener sus manos quietas y aparentar no saber nada.

— Lo de ayer... ¿podemos intentarlo? —continuó, apenas procesando sus propias palabras. Realmente quería ser tocado por Lance, ser especial para él.

— ¿Estás seguro? —dijo desconcertado—, creí que... no creo que sea... —Guardó silencio.

"¿Una buena idea?" Bufó por los pensamientos en su mente. Walter estaba sentado en la cama junto a él, con su torso desnudo y las mejillas sonrojadas. Tan lindo...

Podía probar, aceptar la propuesta del muchacho, pero ¿podrían seguir hablando normalmente luego de eso?. Con él debía ser cuidadoso, eran compañeros, amigos... incluso se le había confesado...

Sin embargo, en esos momentos no podía pensar en nada más que liberar la tensión en su bóxer.

— ¿Qué tan cuidadoso debo ser? —preguntó, sintiendo como el calor se acumulaba en la parte baja de su cuerpo—. ¿Lo has hecho antes?

Beckett era un asco mintiendo, pero tal vez podría ocultar la parte que todos rechazaban, su oscuro pasado... y presente. El hecho por el que siempre terminaban sus relaciones, por el que lo terminaban evitando.

— Sí, sé lo básico... —Juntó sus manos nervioso, pensando que decir para no sonar raro—. Limpieza, lubricación, dilatación...

— Entonces no es tu primera vez... no se si sentirme aliviado o preocuparme —habló sentándose al borde del colchón en que habían dormido.

"Mierda" se reprochó, definitivamente no sabía mentir... "por favor no preguntes más", pensó inquieto.

Se acercó lentamente al rostro de Sterling, pidiendo ser besado, pero antes de llegar a juntar sus labios sintió una mano en su nuca. Acababa de ser detenido y forzado a recostarse sobre las piernas del moreno.

Oh chico, me estoy enamorandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora