III

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¿Cómo le explicas a tu amigo que acabas de correrte pensando en él? ¿Cómo puedes ocultar una verdad si todo apunta a que eres culpable?

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¿Cómo le explicas a tu amigo que acabas de correrte pensando en él? ¿Cómo puedes ocultar una verdad si todo apunta a que eres culpable?

Esas eran precisamente las preguntas que colmaban la mente de Walter, quien estaba comenzando a temblar por los nervios. Bloqueó su celular y guardó silencio.

Quería hablar, explicarle... mentirle si eso fuera a mejorar su condición actual, pero no podía. Las palabras simplemente no salían, su mente estaba en blanco.

Por otro lado, Lance seguía en el suelo junto a la que ahora era la cama del castaño. Por algún motivo desconocido para él estaba comenzando a enfadarse. Quizás era la hora de actuar como un adulto responsable. Quizás...

En su mente pensaba en Walter haciendo eso mismo con un completo desconocido, alguien que no era precisamente él. Exponiéndose a un nivel tal de quedar desprotegido y en peligro de ser abusado.

Sterling estaba teniendo tantas ideas que llegó a considerarse a sí mismo una amenaza para la integridad del muchacho. Acababa de confirmar que tenía ganas de poseerlo y someterlo.

"Mierda... ¿desde cuándo soy tan pervertido? ¡Es un niño maldita sea! Bueno... no lo es pero..." se reprochó mientras se acercaba a Walter.

— ¿En qué rayos estabas pensando? —dijo con voz potente, acercando su mano a tientas hasta la cara del muchacho—. ¿Que mierda significa esto?

— ¡Perdóname, Lance! —sollozó al sentir la mano de Sterling alzando su mentón—. No quería que te enteraras de este modo... pero... ¡M-Me gustas! ¡Me has gustado por años!

Entonces no hubo más enfado de su parte, no era así con cualquiera al parecer, sólo con él. ¿Podía molestarlo un poco verdad? Lo suficiente para comprobar si realmente le gustaba Walter.

La luz que se colaba del exterior apenas le dejaba ver la silueta del menor y de algún modo le pareció aún más excitante.

— Walter Beckett... —habló, dándole a cada letra un tiempo excesivo—. Creí que eras un chico modelo, que no hacías estas... cosas raras...

El mayor sostuvo al castaño por los hombros y lo obligó a quedar boca abajo en la cama, con un solo movimiento. Entonces continuó hablando:

— Levanta la cadera y separa tus piernas —ordenó mientras sostenía las manos de Walter tras su espalda, inmovilizándole—. Ahora...

Con una de sus manos bastaba para sostener las muñecas de su presa, con la otra se dio la libertad de explorar sus caderas hasta dar con sus glúteos. No pudo más que quedar fascinado por la suavidad de su piel.

Con su ropa interior a medio poner no había mucho que lograra ocultar mientras Lance tocaba su cuerpo sin recato. Eso podía soportarlo, pero fue el colmo cuando recibió una palmada en su trasero.

El muchacho de ojos celestes estaba congelado, nunca pensó acabar de ese modo, Lance no era amable como siempre... tenía miedo...

No quería que Lance lo detestara, que la historia con sus novios anteriores se repitiera. Siempre terminaban con él al descubrir lo pervertido que era.

Sin poder seguir las órdenes cerró los ojos tratando de contener las lágrimas, pero fue inútil, un sollozo escapó de sus labios junto con su respiración entrecortada.

— P-Perdóname L-Lance... —Aguantó el aliento tratando de controlar el volumen de su voz— No te enojes conmigo... no lo volveré a hacer...

Nuevamente ese silencio incómodo, aunque esta vez fue interrumpido de inmediato con el llanto de Walter. No paraba de temblar.

— Oh... chico, no llores, creí que... —No pudo continuar, había cometido un error creyendo que Walter era experimentado. Ahora se sentía un idiota.

Sterling soltó las manos de su compañero sin saber qué hacer y sólo atinó a lo primero que pasó por su mente: recostarse a su lado y abrazarlo dedicándose a acariciar sus cabellos.

— P-Perdóname por ser... —Guardó silencio por unos segundos, pues le dolía lo que diría a continuación— no me odies... por ser r-raro...

— Walter... no quise... —murmuró juntando sus cabezas en un intento por calmarlo, apenas lo hizo se sorprendió a sí mismo ¿desde cuando era tan cariñoso?—. Estaba jugando... ya sabes, intentaba crear el ambiente para... bueno... tener sexo contigo.

Sí, lo dijo y no se arrepentía, al ser correspondido no debía porque preocuparse. Sin embargo, si quería lograr tener sexo con su compañero tendría que ser cuidadoso.

Los minutos pasaron hasta que el menor pudo calmarse por completo, el aroma al perfume de Lance ayudó bastante. Su aroma característico...

— Entonces... ¿te gusto también? —Se atrevió a preguntar sin despegar su rostro del pecho de Lance.

— Sobre eso... no estoy seguro, me pareces atractivo y quiero hacerlo contigo... —Hizo una pausa un tanto larga hasta tener la certeza de que el chico entre sus brazos seguía tranquilo—. Sin embargo, no puedo asegurar que tengo sentimientos románticos por ti...

"Al menos no está todo perdido..." pensó mientras se aferraba con más intensidad al abrazo que su amor aun no correspondido le proporcionaba.

¿Que debía decir luego de eso? Además... Sterling venía llegando de una cita, supo de inmediato por su forma de hablar el tipo de relaciones que mantenía.

¿Sería capaz de hacer que Lance se enamorara de él? Porque no planeaba ser uno más en la lista del moreno, quería ser especial, el único...

Esta vez volvió a sentir las manos de Lance en su trasero, con la diferencia de que ahora estaba subiendo su ropa interior. Al poco rato de hacerlo comenzó a acariciar su blanquecina espalda, con delicadeza.

El sueño estaba ganándole, la cercanía con Lance era tan cálida que comenzaba a actuar como un somnífero. Nunca creyó que las cosas ocurrirían así, sin embargo logró acortar la distancia entre ambos.

No faltó mucho para que se rindiera por completo al sueño, pero Lance estaba lejos de poder hacer lo mismo... la emoción del momento había dado sus frutos y aún seguía erecto.

"Caería muy bajo si me... " pensó, no se atrevía siquiera a formar la idea en su mente. Las ganas por tocarse frente a Walter lo volvían loco.

Lobby, la paloma de Walter, entró a la habitación por la ventana y se quedó mirándolos, incomodando a Sterling mientras metía su mano libre en su propio pantalón.

— Mierda... —susurró nervioso. ¿Quién le aseguraba que ella no lo delataría después?

Fue un juego de miradas bastante corto del que Lobby salió ganadora sin saber. Entonces Lance no pudo más que agarrar las sábanas y cubrirse junto a Walter, estaba obligado a dormir aunque no pudiera.

 Entonces Lance no pudo más que agarrar las sábanas y cubrirse junto a Walter, estaba obligado a dormir aunque no pudiera

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Hola, me disculpo por desaparecer estas semanas, he estado bastante cansada por la universidad y me cuesta concentrarme u.u

Espero les haya gustado el capítulo, subiré el siguiente esta semana, pronto se viene el hard 7u7

Oh chico, me estoy enamorandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora